Albares se reunirá con Blinken en Washington para analizar la tensión entre la OTAN y Rusia

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, viajará este lunes a Washington por primera vez desde que llegó al cargo el pasado mes de julio y el miércoles se reunirá con el secretario de Estado, Antony Blinken, para analizar la crisis de Ucrania que ha tensado las relaciones entre la OTAN y Rusia, según avanzó la web especializada The Diplomat in Spain y pudo confirmar THE OBJECTIVE en fuentes diplomáticas.

Aunque el viaje no ha sido confirmado oficialmente, Albares tiene previsto desarrollar su programa de contactos a lo largo del martes y miércoles. La agenda del ministro en Washington incluye el primer día un encuentro con la influyente congresista demócrata Nancy Pelosi, que preside la Cámara de Representantes estadounidense. Ese mismo martes, el ministro tiene programado un desayuno con empresarios españoles con intereses en Estados Unidos.

Igualmente, en el programa de Albares figura una reunión con directivos del Center for Strategic and International Studies (CSIS), un think tank, que se fija como propósito realizar estudios sobre la seguridad nacional, y uno de cuyos últimos informes publicados es, precisamente, sobre el riesgo de una invasión rusa de Ucrania. La actividad del ministro el primer día en Washington podría completarse con una entrevista con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, aunque esta cita no ha sido cerrada aún.

El contacto más importante en la capital de EEUU será la entrevista con Blinken el miércoles, con quien ya tuvo oportunidad de conversar en persona el pasado 6 de octubre en París, donde ambos coincidieron en la reunión ministerial de la OCDE. Entonces, Albares y Blinken, que ya habían hablado en varias ocasiones por teléfono, abordaron la situación en Afganistán, donde España y Estados Unidos cooperaron estrechamente en los planes de evacuación, tras la llegada de los talibanes al poder en el mes de agosto.

Asimismo, según informó el Departamento de Estado, trataron también sobre las formas en las que España y Estados Unidos pueden cooperar en cuestiones relacionadas con la democracia y los derechos humanos en América Latina, así como otras consideraciones globales y regionales, incluidos los esfuerzos por restablecer la democracia en Venezuela.

Interés de Albares por Iberoamérica y Marruecos

Según The Diplomat, los responsables de la diplomacia de los dos países podrán analizar con mayor detenimiento lo que respecta a Iberoamérica, una región en la que Estados Unidos siempre valora las posiciones de España, pero donde hay algunas discrepancias, especialmente por lo que se refiere a las relaciones con el régimen de Nicolás Maduro, con el que Washington mantiene unas posiciones de mayor dureza que las del Ejecutivo español.

También podrían salir a relucir asuntos como las relaciones con Marruecos, que, en el caso español, se encuentran enquistadas, mientras el rey Mohamed VI espera un pronunciamiento de Madrid sobre el Sáhara Occidental que se acerque a los planteamientos estadounidenses, más proclives a hacer gestos de apoyo al plan marroquí de autonomía para la antigua provincia española.

Hay, asimismo, una cuestión que importa mucho al Gobierno español, que es la preparación de la Cumbre de la OTAN, que tendrá lugar en Madrid los días 29 y 30 de junio, especialmente en unos momentos en que las tensiones con Rusia han crecido por el envío, por parte del presidente Vladimir Putin, de tropas a la frontera con Ucrania, y la latente amenaza de una invasión de ese país.

En su conversación, Albares y Blinken tendrán oportunidad de analizar también cuestiones bilaterales, como la presencia de tropas estadounidenses en las bases de Rota y Morón de al Frontera, al amparo del convenio militar entre los dos países que en junio de 2021 fue prorrogado por un año más, hasta mayo de 2022, sin ninguna modificación, ya que la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca era tan reciente que no había tiempo para negociar.

En el plano bilateral, España podría intentar retomar el pacto alcanzado con Estados Unidos, en 2015, en tiempos de Barack Obama, para que Washington retire la tierra contaminada con residuos radiactivos, que aún permanece en Palomares (Almería), donde en 1966 cayeron accidentalmente cuatro bombas termonucleares tras la colisión de dos bombarderos norteamericanos.