El expresidente de Ucrania Petro Poroshenko eleva la tensión en el país por su regreso
La Fiscalía fija en unos 36 millones de euros la fianza para concederle la libertad
El expresidente ucraniano Petro Poroshenko ha regresado este lunes a Ucrania para asistir al juicio en su contra por presunta traición en el marco de un caso que gira en torno a la venta de carbón por parte de separatistas prorrusos.
El que fuera el quinto presidente de Ucrania ha llegado a Kiev, la capital del país, en un vuelo procedente de Varsovia, la capital polaca. Está previsto que el tribunal decida a lo largo de la jornada imponer medidas cautelares en su contra.
Poroshenko ha llegado por la mañana al tribunal de Pechersk junto a sus abogados, Igor Golovan e Ilya Novikov. A su llegada, decenas de seguidores y militantes del partido Solidaridad Europea se han reunido junto al juzgado para mostrarle su apoyo, según informaciones de la agencia de noticias Unian.
Los seguidores de Poroshenko, que se encuentran actualmente bloqueando las salidas del edificio a la espera de conocer la decisión del juez, han puesto música a través de varios altavoces, por lo que la comunicación se ha dificultado significativamente en la sala.
No obstante, la mayoría de periodistas no han podido acceder al juzgado debido al gran número de personas presentes. Golovan ha dicho no haber recibido por el momento ningún documento sobre el proceso contra Poroshenko, por lo que ha pedido un receso para poder analizar la información recabada.
Además, los abogados han alertado de que las autoridades han insistido en dejar el caso en manos de un abogado de oficio, algo a lo que el acusado se ha negado. «Aunque no había fundamentos legales para esto, las autoridades intentaron designarme un abogado gratuito, a pesar de que mis abogados están presentes en la sesión del tribunal», ha aseverado el expresidente.
Poroshenko, que ha asegurado que «peleará», ha acusado a las autoridades de estar «confundidas» y ser «débiles». «En vez de pelear contra el presidente ruso, (Vladimir) Putin se enfrentan a nosotros con documentos legales inexistentes», ha aclarado, si bien ha prometido que habrá un castigo.
Asimismo, ha arremetido contra los fiscales por no ajustarse a la ley y referirse a los territorios ocupados del este de Ucrania como la autoproclamada República del Pueblo de Donetsk, algo que considera «ilegal». Poroshenko ha aprovechado la ocasión para afirmar que no existen pruebas en su contra y acusar a los fiscales de cometer «violaciones brutales» en el marco del proceso.
La Fiscalía considera a Poroshenko sospechoso de ayudar a los separatistas a vender carbón valorado en 54 millones de dólares (unos 47,7 millones de euros) a Kiev en 2014 y 2015 y ha pedido que el tribunal fije 37 millones de dólares (unos 36 millones de euros) como fianza para su puesta en libertad, según el diario ‘Kyiv Post’. Él sigue negando las acusaciones y ha insistido en que las autoridades han cruzado la «línea roja».
El político ha prometido que su intención es defender al país de una posible invasión rusa, pero podría enfrentarse a una pena de hasta 15 años de prisión en caso de ser hallado culpable, según informaciones de la emisora Radio Free Europe. Sus aliados consideran la medida judicial una «venganza personal» por parte del actual presidente, Volodimir Zelenski, que sucedió a Poroshenko en el cargo.
Por su parte, el partido del actual presidente, Siervo del Pueblo, ha acusado a Poroshenko de tratar de crear un «escándalo artificial y provocar una confrontación civil».
«Su intención está fuera de toda duda: debido a la politización del caso, que está siendo investigado por las autoridades correspondientes en un plano puramente legal, para evitar cualquier responsabilidad por sus propias acciones, e incluso obtener dividendos políticos», ha señalado la formación en un comunicado.