Rusia ha disparado bombas de racimo contra una guardería, varios colegios y un hospital en Ucrania, según denuncian las ONG
Al menos un niño murió en uno de estos ataques. Amnistía Internacional pide investigar lo sucedido, pues podría constituir un crimen de guerra
Amnistía Internacional ha denunciado este domingo que fuerzas rusas bombardearon el pasado viernes un centro de preescolar del noreste de Ucrania con una bomba de racimo que mató a tres personas, entre ellas un niño. No sería el único incidente de este tipo que ha sido reportado por las ONG con presencia en territorio ucraniano.
El centro afectado se encontraba en la región de Ojtrika y fue alcanzado por un cohete Uragan, donde la gente se estaba refugiando, en lo que podría tratarse de un crimen de guerra, según la organización.
La ONG Human Rights Watch (HRW) había asegurado este sábado que otra bomba de racimo impactó a las afueras de un hospital en Vuhledar, en la región de Donetsk, en el este de Ucrania, lo que causó la muerte de cuatro civiles y dejó diez heridos, seis de ellos trabajadores sanitarios.
Las imágenes aéreas en manos de Amnistía muestran que las municiones impactaron en al menos siete lugares o cerca del edificio, cuatro en el techo y tres en el pavimento de las inmediaciones de la escuela.
Amnistía recuerda que la munición de racimo es un arma «indiscriminada por naturaleza» debido a que se esparce en un área amplia y tiene una tasa de error extremadamente alta, de ahí que su uso esté prohibido por un tratado del que forman parte un centenar de países.
La ONG recuerda que este ataque es el cuarto verificado contra una escuela – Save the Children ha denunciado seis – por lo que la organización considera «imperativo» que los estados miembros de la ONU y el Tribunal Penal Internacional (TPI) «estudien urgentemente cómo garantizar la recopilación y conservación oportuna y eficaz de pruebas de cualquier delito de derecho internacional cometido en Ucrania».
Si bien Rusia y Ucrania no son parte del TPI, en 2015 Ucrania aceptó la jurisdicción de la corte sobre presuntos delitos cometidos en su territorio a partir del 20 de febrero de 2014.
Rusia denuncia el uso de munición de fósforo
También este domingo, el presidente del Comité de Investigación de la Federación Rusa, Alexander Bastrikin, ha ordenado una operación para reacabar datos sobre el uso de municiones de fósforo, también prohibida, por parte del Ejército ucraniano en el área del aeropuerto de Gostomel, cerca de Kiev.
«El presidente del Comité de Investigación ha instruido a los investigadores de la Dirección Principal de Investigación del Comité de Investigación de Rusia para registrar los hechos del uso de municiones prohibidas por parte del Ejército ucraniano y, en el marco penal, investigar a fondo las circunstancias del incidente, para medidas exhaustivas a la hora identificar a todos los responsables», señaló el departamento en un comunicado recogido por la agencia TASS.
Previamente, el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, había acusado a unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania, «desesperadas por contener la ofensiva de las Fuerzas Armadas rusas», de hacer «uso masivo de municiones cargadas con fósforo en los suburbios de Kiev, cerca del aeródromo de Gostomel.
«Utilizan proyectiles de 122mm para obuses D-30 y cohetes para instalaciones BM-21 ‘Grad’. El uso de tales municiones está prohibido por el tercer protocolo de la Convención de Armas Inhumanas de la ONU de 1980», recordó el portavoz.