El largo camino de Ucrania para entrar en la UE: solo un proceso exprés evitará años de espera
El país ucraniano está «muy lejos» de homologarse con los estándares políticos y económicos de los estados miembros
Zelenski, en el centro, tras solicitar formalmente el ingreso de Ucrania en la UE.
Ucrania quiere ser Estado miembro de la Unión Europea. Tras la invitación pública por parte de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente ucraniano, Vlodomir Zelenski, formalizó la petición el pasado 28 de febrero y un día después compareció por tal asunto ante el Europarlamento, que respondió en pie con una ovación al mandatario. A pesar de lo que sugieren las imágenes y la rápida actuación de las instituciones comunitarias, Ucrania tiene un largo camino por delante para convertirse el 28º país de la UE.
El Gobierno ucraniano se ampara en el artículo 49 del Tratado de la Unión Europea, que regula la adhesión de nuevos estados a la UE y establece dos requisitos fundamentales: ser un país europeo y «respetar los valores comunes de los estados miembros de la UE y comprometerse a promoverlos». Sin embargo, las instituciones comunitarias requieren el cumplimiento de otros requisitos: los Criterios de Copenhague.
Estándares homologables a la UE
Estas condiciones fueron fijadas en 1993, tal y como explica Enric-Sol Brines i Gómez, administrador civil del Estado, en un análisis publicado en Agenda Pública. Tras la solicitud de ingreso en la UE, Ucrania deberá demostrar que sus entándares económicos y políticos son homologables a los que se presuponen al resto de estados miembros. Pero «Ucrania está muy lejos», advierte Brines en declaraciones a THE OBJECTIVE.
Esas condiciones son: la existencia de instituciones estables que garanticen la democracia, el Estado de derecho, los derechos humanos y el respeto y la protección de las minorías. En términos económicos, se requiere acreditar la existencia de un mercado viable, la capacidad de hacer frente a la presión competitiva y a las fuerzas de mercado dentro de la UE. Por último, Ucrania deberá demostrar su capacidad para adaptar su legislación y, en tal sentido, suscribir los objetivos de la unión política, económica y monetaria de la UE, así como trasponer el conjunto de las normas y políticas comunitarias.
Ucrania, «lejos» de los requisitos
«Se necesitan años para adaptar la legislación ucraniana al acervo de la UE», cree el alto funcionario: «Están lejos de cumplir todos estos principios». El administrador civil se basa en que «ni las instituciones ucranianas son suficientemente estables ni su economía de mercado podría soportar ahora mismo la presión del mercado único europeo, uno de los más competitivos y dinámicos del mundo». Por ello, «está muy lejos».
Brines cuestiona también la capacidad financiera de Ucrania en estos momentos para alcanzar los objetivos económicos y monetarios: «La guerra ya ha elevado su déficit público al 5%, sus tipos de interés rondan el 10% y su tasa de inflación ya era de casi el 8% en 2019». «Ucrania es el país más pobre de Europa y es un país de 44 millones de habitantes…. Su adhesión supondría un shock económico para la UE brutal para los fondos de cohesión, Feder, la PAC, Feada, Feader, el fondo social europeo…», apunta.
«Añadir a un receptor gigantesco, el cuarto país en número de habitantes de la UE , tendría un impacto brutal»
«Añadir a un receptor gigantesco, el cuarto país en número de habitantes , tendría un impacto brutal», asevera Enric-Sol Brines en palabras para este diario: «Le falta mucha más división de poderes, le falta mucha más transparencia en contratación pública, en régimen de subvenciones, en acceso a la función pública… Montenegro y Serbia, que están mucho más avanzados, llevan años negociando leyes para estar preparados. […] ¡Y es un país que está en guerra! No le conviene a nadie».
«Entonces, ¿qué se puede hacer para no frustrar a la población ucraniana, y tampoco a esa mayoría de ciudadanos europeos que desean ayudar en todo lo posible a los ucranianos, incluso con esa potencial adhesión “exprés” a nuestro exitoso experimento?», se pregunta el funcionario en un hilo de Twitter en el que resume la problemática. «Personalmente apuesto a un reconocimiento exprés del estatus de país candidato. Y en unos meses, apertura de algunos capítulos de negociación (los más avanzados gracias a lo negociado en el Acuerdo de Asociación, vigente desde 2014)», recalca: «Sería un golpe de efecto muy potente».
