Entra en vigor una tregua de dos meses en Yemen

El secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, ha celebrado la tregua de dos meses acordada el viernes entre las partes beligerantes en la guerra de Yemen, que entra este sábado en vigor, y ha lanzado un llamamiento para que el armisticio sea respetado.

En un comunicado, la organización que aglutina a los países de habla árabe ha dicho que Abulgueit ha expresado su agradecimiento al enviado especial de Naciones Unidas para Yemen, Hans Grundberg, «por sus esfuerzos para ayudar a todas las partas a tomar la decisión de empezar a tregua».

Asimismo, ha pedido a las partes que «respeten la tregua humanitaria, que garanticen el alto el fuego y que detengan todas las operaciones militares en el país».

Abulgueit ha destacado la importancia de implementar la tregua «para que el pueblo yemení tenga un tiempo para recuperar el aliento y para que las organizaciones internacionales y ONG puedan hacer su trabajo de aliviar el sufrimiento humanitario de los yemeníes», que llevan arrastrando desde que empezó la guerra en 2014.

El viernes, el enviado de la ONU anunció que las partes acordaron una tregua integral en el Yemen por dos meses y con posibilidad de que se prolongue, y que entra en vigor este sábado a las 19:00 hora local.

Este armisticio, que se produce también en motivo del mes sagrado musulmán del ramadán que se inicia este sábado, incluye también el levantamiento del bloqueo impuesto contra las instalaciones aéreas y marítimas que controlan los rebeldes hutíes del Yemen, entre otros aspectos.

Otros países árabes como Arabia Saudí -que participa en el conflicto yemení desde 2015 al frente de una coalición militar- o Egipto han dado la bienvenida al cese de hostilidades, que han deseado que sirva para iniciar un proceso político que ponga fin a la guerra en Yemen.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también ha celebrado la tregua, que califica de «alivio temporal largamente esperado para el pueblo yemení», aunque opina que no es suficiente y que resulta «imperativo» terminar la guerra.