Macron le gana el pulso a Le Pen y es reelegido presidente de Francia
El actual inquilino del Elíseo se ha impuesto por más de 17 puntos frente a la candidata de extrema derecha y gobernará Francia cinco años más
Emmanuel Macron será presidente de Francia hasta 2027. El candidato de La République en Marche y actual presidente ha salido victorioso en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del país galo con un 58,55% de los votos, según los resultados oficiales del Ministerio del Interior, con el escrutinio ya completado. Se impone así por un margen de más de 17 puntos a Marine Le Pen, que pierde su segundo cara a cara consecutivo y vuelve a quedarse lejos del Elíseo.
Aunque cuando se publicaron los resultados de la primera vuelta hace ya dos semanas los sondeos dibujaban una carrera presidencial más igualada que nunca, finalmente la diferencia ha sido más grande de lo que pronosticaban. Eso sí, el 41,45% de los votos conseguidos por la candidata de Agrupación Nacional es mejor que el de 2017, cuando se quedó en un 33,9% de los votos frente al 66,1% del actual presidente.
Macron finalmente se ha vuelto a beneficiar de una concentración de voto de electores de diferentes tipos que han querido frenar a la extrema derecha que representa Le Pen. En las semanas posteriores a la primera vuelta, los representantes de los partidos tradicionales, socialistas y republicanos, que acababan ambos de registrar los peores resultados de su historia, llamaron a votar al actual mandatario galo. También lo hizo el candidato ecologista e incluso el de extrema izquierda, Jean-Luc Mélenchon, tercero en la primera ronda, que no llamó directamente a votar a Macron pero si pidió «no dar ni un solo voto a Le Pen».
A pesar de estos llamamientos, y como ya ocurrió en 2017 cuando alcanzó el 25,5% en segunda vuelta, uno de los principales protagonistas de los comicios ha sido la abstención. Un dato que ha incluso aumentado este año, cuando más de un 28,2% de los franceses ha decidido quedarse en casa y no ir a votar este domingo.
Con este resultado, muchos líderes de la Unión Europea respiran seguro aliviados. La candidata del hasta hace poco Frente Nacional había dejado claras sus intenciones de reformar el club comunitario para relajar la integración económica e incluso el libre movimiento de personas. También había apuntado a su intención de salir del mando único de la OTAN y tender puentes con Rusia en cuanto acabara la guerra de Ucrania, unos propósitos que hubieran alejado mucho a Francia de sus aliados tradicionales a uno y otro lado del Atlántico.
Por el contrario, Macron ha hecho campaña apostando por profundizar en la integración europea, garantizando el liderazgo de Francia tanto en Bruselas como dentro de la OTAN. Sin embargo, ahora tiene por delante cinco complicados años en los que previsiblemente intentará terminar los proyectos que dejó inacabados en el primer mandato, como la reforma de las pensiones. Además, habrá que ver si es capaz de mejorar el descontento social, que en los últimos años ha cristalizado en Francia con movimientos masivos como los chalecos amarillos.
Ahora, el ya reelegido presidente deberá confirmar su victoria con una amplia mayoría en las elecciones legislativas de junio, donde ya arrasó hace cinco años con su partido En Marche. Aunque el presidente francés tiene amplios poderes, conseguir una mayoría en la Asamblea Nacional es imprescindible para poder gobernar con tranquilidad y sacar adelante proyectos legislativos de calado.