Las autoridades sanitarias de Corea del Norte han informado de 21 nuevas muertes por la COVID-19 y unos 174.000 nuevos positivos tras declararse la «alerta máxima» por un primer brote de coronavirus en el país casi dos años y medio después de que comenzara la pandemia a nivel mundial.
El dirigente norcoreano, Kim Jong Un, ha señalado en una reunión de emergencia este sábado que el país se enfrenta a una «gran agitación» debido a que más de medio millón de ciudadanos han sufrido «síntomas de fiebre» desde finales de abril, tal y como ha recogido el portal especializado NK News.
Asimismo, Kim ha indicado que «la fiebre» se está extendiendo por todo el país, aunque no se ha propagado «de manera incontrolable entre las regiones», por lo que ha pedido una aplicación rigurosa de los cierres y cuarentenas regionales.
De las 28 muertes reportadas, en total, desde que Pyongyang reveló el brote el 12 de mayo, solo una persona ha dado positivo por la COVID-19. Asimismo, según ha recogido la agencia estatal de noticias, desde finales de abril, cerca de 520.000 personas han presentado síntomas y cerca de 230.000 se han recuperado.
Kim Jong Un ha establecido medidas «máximas» de respuesta contra la COVID-19, después de que se haya detectado la variante de coronavirus ómicron este domingo en la capital del país asiático. «Gracias a la alta conciencia política del pueblo seguramente el país supere la emergencia», dijo.
Por el momento, varios países, como Corea del Sur, China y Rusia, han ofrecido su ayuda al país para hacer frente al brote, si bien el Gobierno estadounidense ha descartado por el momento tener planes inmediatos de asistencia.
Este mismo viernes, el Gobierno ruso ha dicho estar dispuesto a enviar ayuda en caso de que esta sea «solicitada», tal y como ha recogido la agencia de noticias Interfax. La Embajada rusa en Pyongyang ha señalado que existe tal disposición aunque ha descartado que Corea del Norte haya pedido algún tipo de ayuda por el momento.
Asimismo, el viceportavoz de la Secretaría General de la ONU, Farhan Haq, ha precisado que están monitoreando «con preocupación» el brote en el país, aunque por el momento «no han recibido comunicaciones formales sobre ello».
«Nos mantenemos en contacto con los representantes de Corea del Norte al respecto. La ONU sigue comprometida y estamos listos junto con nuestros socios humanitarios para ayudar a las personas necesitadas en Corea del Norte sobre la COVID-19 y otros temas», ha asegurado.