Macron ve peligrar su mayoría absoluta en el Parlamento a una semana de las legislativas
Los sondeos proyectan por primera vez que la coalición del actual presidente podría perder la mayoría absoluta que ostenta desde 2017 en la Asamblea Nacional
Francia se prepara para cerrar su ciclo electoral de este año con las elecciones legislativas, que celebrarán su primera vuelta el 12 de junio y la segunda el 19. Y lo que en principio iba a ser un mérito trámite para el recién reelegido presidente, Emmanuel Macron, amenaza con convertirse en una auténtica batalla que podría dejar al líder galo sin la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional con la que había contado hasta ahora.
Según apuntan tres sondeos diferentes publicados esta semana, el partido de Macron, ahora rebautizado como Renaissance (Renacimiento), podría no alcanzar la mayoría absoluta y debería pactar con algún otro grupo para sacar adelante cualquie reforma legislativa de calado. Eso sí, por ahora, Macron ve peligrar su dominio del Parlamento solo en la horquilla más baja de escaños que le dan las encuestadoras: prorrogar la absoluta (para la que se necesitan 289 de 577 diputados) es todavía perfectamente alcanzable.
En concreto, la encuesta de la consultora Elabe, publicada el miércoles, da a su alianza entre 275 y 315 diputados, seguida del frente de izquierdas de Jean-Luc Mélenchon (155-180) y la ultraderecha de Le Pen (35-65). Por su parte, el sondeo de Ifop-Fiducial proyecta un posible un resultado casi idéntico: entre 275 y 310 escaños para Renacimiento, de 170 a 205 escaños la alianza de las izquierdas, entre 35 y 55 escaños para la derecha tradicional y entre 20 y 50 escaños para Agrupación Nacional.
En cualquier caso, se observa una clara tendencia a la baja del partido de Macron, que ve como la alianza que ha logrado Mélenchon con las cenizas del Partido Socialista y los Verdes puja fuerte para lograr que el izquierdista acabe como primer ministro. Aunque el barómetro que publica Les Echos es el único que da todavía mayoría absoluta en todos sus escenarios a Renacimiento, al estimar que la mayoría presidencial podría alcanzar entre 290 y 330 diputados, también reconoce que los márgenes de victoria son cada vez más estrechos: hace tres semanas, la horquilla iba de 310 a 350.
En cualquier caso, incluso aunque Macron consiguiera arañar la mayoría absoluta por unos pocos diputados, esto tampoco le aseguraría una legislatura tranquila. Durante los últimos cinco años, las escisiones de pequeños grupos de legisladores se hicieron casi una constante, un elemento que solo pudo salvar el presidente gracias a la enorme mayoría que había cosechado en las anteriores elecciones.
Los franceses quieren cohabitación
En cualquier caso, y a pesar de la amplia mayoría que obtuvo Macron en las presidenciales, lo cierto es que los franceses parecen tener claro que quieren que haya un contrapoder en la figura del primer ministro. Según un sondeo de BVA publicado este viernes, casi dos tercios de electores quiere una cohabitación en Francia, es decir, que el primer ministro tenga un partido distinto al del presidente, lo que obliga a llegar a amplios pactos para sacar leyes adelante.
La última vez que esto ocurrió fue de 1997 a 2002, cuando el presidente conservador Jacques Chirac nombró primer ministro al socialista Lionel Jospin. Y ahora Mélenchon quiere repetir la gesta, aprovechando que la izquierda concurre unida por primera vez en la historia democrática reciente de Francia. Serían los únicos que estarían en disposición de llegar hasta este punto: ni la derecha tradicional, que participa con una alianza entre Les Républicains y la UDF centrista, ni la ultraderecha de Le Pen, que siempre tiene problemas para lograr escaños en las legislativas, aparecen con posibilidades.
Consciente de que la amenaza a su mayoría vendría de la izquierda, Macron ya está tomando medidas para atraer a los moderados que pudieran estar descontentos con la coalición entre el PS y la izquierda radical. De hecho, tras su segunda victoria en las presidenciales, el líder galo ha nombrado primera ministra a Élisabeth Borne, adscrita al ala socialdemócrata del Gobierno, una clara declaración de intenciones para el votante.
Sin embargo, el mejor aliado del presidente francés podría ser la abstención: un 61% de encuestados reconoce no seguir «para nada» la campaña y un 40% confiesa no conocer el nombre del diputado de su circunscripción. Esto significa que, con apenas un 25% de intención de voto, el oficialismo podría no obstante renovar su mayoría absoluta, como señala Mathieu Gallard, de Ipsos, advirtiendo del riesgo alto de que se produzca una fuerte abstención.
A