El presidente de Sri Lanka dimite por correo electrónico tras huir a Singapur
La carta de dimisión ha sido transmitida al fiscal general del país para examinar los aspectos legales antes de aceptarla formalmente
Manifestantes celebrando en Colombo la renuncia del presidente Rajapaksa. | Arun Sankar (AFP)
Las protestas masivas en Sri Lanka han logrado por fin su principal objetivo. El presidente del país isleño, Gotabaya Rajapaksa, ha enviado su dimisión por correo electrónico al presidente del Parlamento, poco después de haber aterrizado en Singapur en una huida en barco y avión que también le ha hecho pasar por Maldivas. Ahora, se abre un periodo de vacío de poder en una Sri Lanka hundida por la inflación y la escasez de combustibles, una crisis de la que intentará salir un Gobierno de unidad que ahora mismo está en plenas discusiones para formarse.
La dimisión de Rajapaksa se produce tras meses de protestas, que culminaron el pasado fin de semana con la toma por parte de la multitud del Palacio Presidencial y la oficina del primer ministro. Ante la fuerte situación de inseguridad, el líder del país tuvo que huir escoltado por el Ejército, primero a un portaaviones en aguas internacionales cercanas a Sri Lanka y luego a Maldivas. Este jueves, Rajapaksa ha tomado tierra en Singapur a las 19.17 horas (hora local) a bordo de un avión de la aerolínea saudí Saudia y en compañía de su mujer y varios de sus guardaespaldas.
Eso sí, según desvelan medios locales como el Daily Mirror, el mandatario tan solo está de tránsito por Singapur antes de volar hacia Oriente Próximo y no tiene intención de pedir asilo, al contrario de lo que apuntaban las primeras informaciones. De hecho, la llegada del líder ceilandés al archipiélago ha provocado críticas entre la población civil, que ha manifestado su apoyo al pueblo de Sri Lanka y ha pedido al político que abandone el país.
«Confirmamos que a Rajapaksa se le ha permitido la entrada en Singapur como una visita privada. No ha pedido asilo y no se le otorgó ningún asilo. Singapur no suele satisfacer las solicitudes de asilo», ha indicado el Ministerio de Exteriores de la ciudad-estado en su página web.
En cualquier caso, este parece el fin de la familia Rajapaksa, que ha gobernado Sri Lanka durante los últimos años entre acusaciones de corrupción y nepotismo y, sobre todo, se ha visto incapaz de resolver la fuerte crisis de alimentos y combustibles que vive el país. Por el momento, el líder ceilandés ha sido sustituido temporalmente por el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, pero las negociaciones para formar un Gobierno de unidad se encuentran en pleno desarrollo.
Las protestas continúan en Sri Lanka
Mientras el presidente huía del país, Sri Lanka sigue sumida en el caos. Por el momento, los enfrentamientos registrados junto al Parlamento en el marco de las protestas se han saldado con 84 heridos, según informaciones de la Policía recogidas por el portal de noticias Times Online. Fuentes médicas han indicado al citado medio que en total 79 de los heridos son hombres y otras cinco mujeres y todos ellos, entre los que hay un militar, dos policías y dos periodistas, se encuentran en el Hospital Nacional de la capital, Colombo.
Las protestas se han saldado además con un joven de 26 años muerto tras sufrir problemas respiratorios a causa de la inhalación de gases lacrimógenos lanzados por las fuerzas de seguridad en la residencia del primer ministro. El país se encuentra en estado de emergencia bajo toque de queda.
Ante esta situación, la embajadora de Estados Unidos en Sri Lanka, Julie Chung, ha instado a realizar una «transferencia pacífica de poderes» dentro del «marco constitucional y democrático». En un mensaje en su cuenta de Twitter, ha insistido en que la población exige «justicia, transparencia y gobernabilidad democrática, además de un futuro mejor». «Estados Unidos reitera su llamamiento a la calma en estos momentos», ha señalado.
Así, ha hecho hincapié en la importancia de que todas las partes «se comprometan a mejorar la nación y trabajar para implementar soluciones que favorezcan una mayor estabilidad política y económica». «Condenamos todo tipo de violencia y pedimos que se mantenga el orden», ha zanjado.
