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Internacional

El conflicto en el Cáucaso y Asia Central abre dos nuevos frentes inesperados para Rusia

Las hostilidades entre Azerbayán y Armenia se suman a los choques fronterizos entre Kirguistán y Tayikistán, lo que podría obligar a Moscú a intervenir

El conflicto en el Cáucaso y Asia Central abre dos nuevos frentes inesperados para Rusia

El presidente ruso Vladimir Putin (R) se reúne con el primer ministro armenio Nikol Pashinyan, el pasado 7 de septiembre. | Valery Shalifulin (AFP)

Los problemas se multiplican en las fronteras rusas. Si la rápida contraofensiva de Ucrania ha obligado a Moscú a retroceder por primera vez desde que comenzó el conflicto en el este de Europa, causando novedosas voces críticas en la escena política interna, ahora la tensión en cuatro países de la antigua órbita soviética pone a prueba al Kremlin, que podría verse incluso forzado a intervenir. Y es que a la reanudación de las hostilidades entre Armenia y Azerbaiyán, en el Cáucaso, se suma ahora un choque fronterizo entre Kirguistán y Tayikistán, en Asia Central, dos zonas tradicionalmente bajo la influencia de Moscú.

En el Cáucaso, el principal problema es que Bakú está atacando por primera vez territorio reconocido internacionalmente como armenio y no la disputada región de Nagorno-Karabaj. Además, ambas naciones se acusan mutuamente de haber iniciado el conflicto, lo que no facilita el tradicional papel de mediador de Rusia, que impulsa de hecho la conocida como Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), en la que están precisamente los armenios, además de Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán.

Por el momento, Armenia ha solicitado la asistencia y el consejo del resto de países de la OTSC, pero el Kremlin no considera la intervención militar directa, ya que podría suponer un esfuerzo militar importante para el que ahora mismo puede no tener capacidad. Algo que ha enfadado a Ereván, que amenaza incluso con salirse de esta organización cuyas funciones son similares a las de la OTAN, aunque bajo la égida rusa en vez de estadounidense. En este sentido, el asesor del Kremlin Yury Ushakov ha enfatizado este martes su llamamiento a que tanto Azerbaiyán como Armenia «se contengan y observen estrictamente el alto el fuego», pero su demanda sigue sin cumplirse.

Soldados armenios patrullan la frontera con Azerbaiyán. | Europa Press

Esta tarde, Armenia aseguró que la situación en la frontera volvía a ser tensa tras la reanudación de los bombardeos azerbaiyanos, que apuntan tanto a «objetivos civiles» como a militares. «Desde las 13.00 horas (09.00 GMT) en el segmento de la frontera comprendido entre las localidades de Sotk y Goris el enemigo ha reanudado los ataques de artillería, incluyendo contra localidades ,y se usan activamente los drones de asalto», indica el parte del Ministerio de Defensa.

El primer ministro armenio, Nikol Pashinián, dijo este miércoles al intervenir ante el Parlamento que el objetivo ahora es «restaurar la integridad territorial» de Armenia, que debido a la agresión azerbaiyana ha perdido a «al menos 105 militares». «El agresor tiene que salir de nuestro país», aseveró y agregó que desde el inicio de los ataques el 13 de septiembre Azerbaiyán «ha ocupado 10 kilómetros cuadrados» del territorio armenio.

Sin embargo, los azerbaiyanos aseguran que la situación es la contraria: Bakú achaca de hecho a Ereván las renovadas tensiones al insistir en que fue Armenia la que infringió el alto el fuego vigente en la zona, causando la muerte de 50 militares azerbaiyanos. También Turquía, fiel aliado de Azerbaiyán y su gran apoyo durante la guerra de otoño de 2020 en Nagorno Karabaj, culpó a Ereván de las hostilidades y le instó a abandonar su «actitud provocadora y agresiva».

Tensión en Asia Central

Por otro lado, Moscú también sigue con atención la situación en la frontera entre Kirguistán y Tayikistán, donde este miércoles tuvo lugar un nuevo choque fronterizo, y llama a Bishkek y Dusambé al diálogo político para abortar cualquier tipo de provocaciones, según ha declarado este miércoles la portavoz de la diplomacia rusa, María Zajárova. «Tomando en consideración los acuerdos alcanzados entre los presidentes de Kirguistán y Tayikistán, llamamos a ambas partes a tomar todas las medidas necesarias para que la situación retorne al campo político diplomático y abortar para cualquier tipo de provocación», ha asegurado

Zajárova indica que «la parte rusa sigue con atención la tensa situación en la frontera kirguiso-tayika, que volvió a agravarse en la mañana del 14 de septiembre taras un intercambio de disparos entre guardias fronterizos». Además, la diplomática rusa constata la disposición de Moscú a «ayudar a las partes a lograr una solución de largo alcance mutuamente aceptable a los problemas fronterizos en base a la amplia experiencia rusa de demarcación fronteriza, incluyendo con sus vecinos de Asia Central».

Kirguistán y Tayikistán se han acusado mutuamente de un nuevo choque fronterizo con armas ligeras y morteros, en un enfrentamiento en el que resultaron heridos dos guardias fronterizos kirguises. Los representantes fronterizos de las dos partes sostuvieron una reunión para estabilizar la situación y acordaron establecer patrullas de ambas partes para observar la situación en la frontera.

Los recurrentes conflictos en la zona obedecen a que, de los 980 kilómetros de frontera que comparten estas dos antiguas repúblicas soviéticas de Asia Central, han sido demarcado solo unos 580. El incidente más grave de los últimos años se produjo en abril de 2021, cuando fallecieron hasta 43 personas y más de 250 resultaron heridas.

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