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Internacional

Más de 400 personas son atendidas por sanitarios durante la cola para ver a Isabel II

La mayoría de los casos han estado relacionados con desmayos y algunas lesiones en la cabeza, producidas como consecuencia

El Servicio de Ambulancias de Londres y otras organizaciones sanitarias han atendido al menos a 435 personas mientras estaban en la cola para acceder a la capilla ardiente de la reina Isabel II en el Palacio de Westminster.

Según ha detallado el Servicio Nacional de Salud, la mayoría de los casos han estado relacionados con desmayos y algunas lesiones en la cabeza, producidas como consecuencia.

Así, el Servicio de Ambulancias de Londres ha recordado a quienes se pongan en la fila la importancia de llevar consigo medicamentos para dolores de cabeza o musculares y ropa adecuada para las cambiantes condiciones meteorológicas de Londres.

Empleados del servicio médico han reconocido que en los próximos días es probable que aumente la demanda de sus servicios, con lo que han reforzado su personal con otros 300 empleados adicionales, especialmente para el día del funeral, el lunes.

El funeral de Isabel II, el mayor reto policial en la historia

En otro orden de cosas, la Policía Metropolitana de Londres asume que el funeral de Estado en memoria de Isabel II, previsto para el próximo lunes, será «el mayor evento único» a nivel de fuerzas de seguridad que se haya celebrado nunca en Londres.

El subcomisario de Scotland Yard, Stuart Cundy, ha reconocido que los desafíos a nivel operativo son «enormemente complejos», superiores incluso a los que supusieron las celebraciones del Jubileo de Diamante de la difunta reina o los Juegos Olímpicos de 2012, cuando se movilizaban hasta 10.000 policías por día, informa la BBC.

La Policía inglesa detiene a un hombre desnudo en la cola de la capilla ardiente de Isabel IILa Policía inglesa detiene a un hombre desnudo en la cola de la capilla ardiente de Isabel II

La muerte de Isabel II ha derivado en esta última semana en un despliegue masivo a nivel de seguridad, especialmente palpable en Londres a raíz del traslado el martes del féretro de Isabel II a la capital británica.