Bialiatski, la ONG rusa Memorial y el Centro por las Libertades de Ucrania, Nobel de la Paz 2022
El primer premio Nobel de la Paz se concedió en 1901, al francés Frédéric Passy y el suizo Jean Henri Dunant.
El bielorruso Ales Bialiatski, la ONG rusa Memorial y el Centro por las Libertades Civiles de Ucrania han sido distinguidos con el Premio Nobel de la Paz de 2022.
Ales Bialiatski fue uno de los iniciadores del movimiento democrático que surgió en Bielorrusia a mediados de la década de 1980. Ha dedicado su vida a promover la democracia y el desarrollo pacífico en su país de origen. Fundó la organización Viasna (Primavera), en 1996. Viasna evolucionó hasta convertirse en una organización de derechos humanos de amplia base que documentó y protestó contra el uso de la tortura por parte de las autoridades contra los presos políticos.
Memorial es la organización rusa que se atrevió a denunciar el terror soviético, 30 años después de la disolución de la Unión Soviética, y que ha sido liquidada por el Kremlin. Durante las guerras de Chechenia recopiló y verificó información sobre abusos y crímenes de guerra perpetrados contra la población por las fuerzas rusas y prorrusas. En 2009, la jefa de la sucursal de Memorial en Chechenia, Natalia Estemirova, fue asesinada a causa de este trabajo.
El Centro por las Libertades Civiles se fundó con el propósito de promover los derechos humanos y la democracia en Ucrania. Ha tomado una posición para fortalecer la sociedad civil ucraniana y presionar a las autoridades para hacer de Ucrania una democracia de pleno derecho. Es una de las ONG que viajan por toda Ucrania para reconstituir los crímenes de guerra cometidos por el ejército ruso.
El de la Paz es el quinto de los galardones de este año anunciados hasta ahora, después de los de Medicina, Física, Química y Literatura.
El año pasado, el galardón fue para Maria Ressa y Dmitry Muratov «por sus esfuerzos para salvaguardar la libertad de expresión, que es una condición para la democracia y la paz duradera».
Cuando el químico Alfred Nobel dejó como legado a finales del siglo XIX los premios que llevan su nombre, financiados en un inicio con su propia fortuna, estipuló por escrito que uno de ellos debía reconocer a la persona responsable de «la mayor o mejor obra en favor de la fraternidad entre países, la abolición o reducción de los ejércitos y la celebración y promoción de congresos de paz».
Así nació el premio Nobel de la Paz, que a lo largo de su historia se ha repartido en más de un centenar de ocasiones. El primer premio Nobel de la Paz se concedió en 1901, al francés Frédéric Passy y el suizo Jean Henri Dunant.
Para la edición de 2022, se habían presentado 342 candidaturas, de las cuales 251 corresponden a personas y 92 a organizaciones.
Al margen del reconocimiento simbólico, la concesión del Nobel de la Paz lleva aparejada un premio en metálico actualizado a día de hoy en 10 millones de coronas (más de 917.000 euros). También se entrega un diploma y una medalla con la imagen de Alfred Nobel a cada uno de los premiados.
El periodista ruso Denis Muratov, premiado en la edición de 2021, decidió subastar la medalla para recaudar fondos con los que ayudar a los niños ucranianos desplazados por la invasión rusa.
Sin cribado para los aspirantes
No hay criterios que limiten la concesión del galardón a una determinada persona u organización, más allá de que esté vivo en el momento en que se le reconoce -no así del acto de entrega-. La activista paquistaní Malala Yousafzai fue reconocida con 17 años y el polaco Joseph Rotblat, con 87.
Tampoco se establece un tope de candidaturas y, según la organización, Mahatma Gandhi, Joseph Stalin y Adolf Hitler son las personas que más veces figuran en una lista que acumula ya unos 5.000 nombres y que se va desvelando progresivamente -pasados cincuenta años-.
El dato pone en evidencia que no hay ningún tipo de cribado previo a la hora de admitir aspirantes. Pueden presentar candidatos miembros de parlamentos y gobiernos, de tribunales internacionales, profesores universitarios, premiados en otras ediciones y miembros del propio Comité Noruego, entre otros.