Noruega y Alemania piden que la OTAN proteja los gasoductos submarinos
Un nuevo ataque como el sufrido en el Nord Stream en el mes de septiembre preocupa a los aliados, que temen que el invierno se recrudezca sin gas
El canciller alemán, Olaf Scholz, y el primer ministro noruego, Jonas Gahr Store, han pedido este miércoles a la OTAN que proteja los gasoductos y cables submarinos para evitar posibles futuros daños en las tuberías en el Mar Báltico tras las fugas de gas registradas tras explosiones en septiembre.
Scholz, que se ha reunido con Store, ha afirmado que el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, debe crear una oficina de coordinación con el objetivo de tomar medidas para proteger los pasos de energía en el norte de Europa.
«Los oleoductos, los cables telefónicos y las conexiones a Internet son líneas de vida para nuestros Estados y deben ser asegurados de manera muy especial. No en vano, los ataques a los oleoductos Nord Stream 1 y 2 han demostrado los grandes riesgos que existen en este ámbito», ha explicado el canciller alemán, informa DPA.
La OTAN protege la energía
En este sentido, el primer ministro noruego ha remarcado que «se trata de la seguridad de las instalaciones energéticas». «Necesitamos un esfuerzo conjunto coordinado para garantizar la seguridad de estas infraestructuras», ha agregado.
«No quiero trazar aquí una línea divisoria tajante entre lo que está por encima y por debajo del agua. Se trata de los gasoductos, de las infraestructuras de telecomunicaciones, de las de fibra óptica», ha declarado Store.
El «sabotaje» comenzó cuando fue detectada una fuerte caída de presión en una de las dos tuberías del gasoducto Nord Stream 2, que no estaba en uso. Más tarde, el operador de Nord Stream 1 informó de una caída de presión también en sus dos tuberías. Las autoridades acabaron descubriendo un total de cuatro fugas en ambos gasoductos.
A principios de noviembre, la empresa operadora del gasoducto, Nord Stream AG, anunció que, tras una inspección inicial, había encontrado cráteres hechos por el hombre en el lecho marino cerca de las tuberías dañadas.