El G7 pide el fin de las hostilidades y la vuelta a las negociaciones en Sudán
Los ministros de Exteriores insisten en la importancia de cesar los conflictos en las calles y la apuesta por la paz en África
Los ministros de Exteriores del G7, encabezados por el japonés Hayashi Yoshimasa. | Soeren Stache (DPA)
Los ministros de Exteriores del G7 han condenado los enfrentamientos entre el Ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), al tiempo que ha pedido el fin de las hostilidades y la vuelta a las negociaciones en el país para finalizar el conflicto.
«Condenamos enérgicamente los combates en curso entre las Fuerzas Armadas de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido, que amenazan la seguridad de la población civil sudanesa y socavan los esfuerzos por restablecer la transición democrática en Sudán», reza un comunicado conjunto.
«Instamos a las partes a que pongan fin a las hostilidades de inmediato y sin condiciones previas», han solicitado antes de pedir «a todos los actores que renuncien a la violencia, vuelvan a las negociaciones y tomen medidas activas para reducir las tensiones y garantizar la seguridad de todos los civiles, incluido el personal diplomático y humanitario».
Este lunes, y por tercer día consecutivo, se han dado intensos combates entre las dos partes del conflicto en la capital del país, Jartum, así como en otros puntos de la geografía sudanesa. Tras el estallido del conflicto, la ONU, que ha señalado que intentará detener los combates por motivos humanitarios, ha cifrado en 185 los fallecidos y 1.8000 los heridos.
Compromisos con África
Los ministros, a su vez, han mostrado su apoyo a una mayor representación de los países africanos a nivel internacional y han remarcado su «firme compromiso» con sus gobiernos «para hacer frente a las condiciones subyacentes que propician la propagación del terrorismo, el extremismo violento y la inestabilidad» en el continente.
«Nos preocupa seriamente la creciente presencia de los mercenarios del Grupo Wagner, afiliado a Rusia», así como «su impacto desestabilizador y sus abusos contra los Derechos Humanos.
Así, han instado a «todos los actores a que respeten las normas internacionales de Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario», han reiterado su llamamiento a que «todos los responsables rindan cuentas», y han pedido un acceso «seguro y sin trabas» para los agentes humanitarios.
El G7 centra sus esfuerzos en la paz
Los ministros de Exteriores del G7 también han señalado la urgencia de reforzar la paz en el Cuerno de África y atender las graves necesidades humanitarias.
Por un lado, han «acogido con satisfacción los avances positivos» del acuerdo de alto el fuego entre el Gobierno de Etiopía y el Frente de Liberación Popular de Tigray, elogiando a la Unión Africana por su mediación.
«Pedimos a ambas partes que mantengan su compromiso de aplicar plenamente el acuerdo, incluido el acceso sin trabas de los observadores internacionales de Derechos Humanos».
Por otro lado, han reafirmado su compromiso con la soberanía, independencia, unidad e integridad territorial de la República Democrática del Congo (RDC). «Condenamos el avance del grupo armado Movimiento 23 de Marzo (M23), sancionado por la ONU, que agrava una situación humanitaria extrema», se lee en el texto.
«Todos los grupos armados deben cesar inmediatamente todos los actos violentos y desarmarse», han insistido, agregando que el M23 deben «poner fin a cualquier nuevo avance y a retirarse de todos los territorios que controla.
También han pedido el apoyo internacional al presidente de Somalia, Hasán Sheij Mohamud, en materia de la lucha contra los terroristas del grupo Al Shabaab.
Territorios inestables
Asimismo, han mostrado su preocupación por la propagación de las amenazas y actividades terroristas hacia los países costeros de África Occidental, mientras que han elogiado los esfuerzos de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) por ayudar a proteger a la población civil «en el contexto de limitaciones políticas y de seguridad que pesan sobre la misión.
«Reconocemos la necesidad de mejorar la capacidad de respuesta de los gobiernos a las necesidades de los ciudadanos y la importancia de unas elecciones libres y justas, hacemos un llamamiento a la aplicación integral de las cartas de transición en los países que se encuentran en la senda del orden constitucional», continúa la misiva.
