Condena en México por tuitear que una trans es un «hombre que se auto adscribe mujer»
Rodrigo Iván Cortés denuncia que «la libertad de expresión se está suprimiendo» en el país gobernado por López Obrador
El exdiputado mexicano condenado, Rodrigo Iván Cortés. | Cedida
La polémica ha sacudido México después de que el pasado 9 de agosto Rodrigo Iván Cortés, exparlamentario de la Cámara de Diputados del país azteca y actual presidente del Frente Nacional por la Familia, fuera condenado por violencia política de género, violencia digital, violencia simbólica, violencia psicológica y violencia sexual. Los cinco cargos por los que fue sentenciado se refieren a un único hecho: una serie de publicaciones en Twitter y Facebook en los que Cortés se refería a Salma Luévano, una de las dos primeras diputadas transgénero de la historia de México, como un «hombre que se auto adscribe mujer».
En efecto, Luévano solicitó el cambio de sexo en 2019, y en 2021 se presentó a las elecciones legislativas con el movimiento Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador. Fue elegida junto a María Clemente García Moreno como la primera mujer trans en la Cámara. En septiembre de 2022, Luévano protagonizó una sonada intervención desde la tribuna de oradores en la que, disfrazada de obispo, exigió que la Iglesia cesase de dirigir discursos de odio contra la comunidad LGTBI.
El alegato generó abundante controversia, incluida la reacción de Cortés en redes sociales, en la que se refería gramaticalmente a Luévano como un hombre. La aludida procedió a denunciar al que fuera diputado mexicano entre 2003 y 2006 (por el derechista PAN) por considerar que había «negado su identidad».
A partir de entonces, comenzó un litigio que se ha saldado con la condena a Cortés, que deberá pagar una multa de 19.244 pesos mexicanos (poco más de 1.000 euros). Además, el procesado se verá obligado a publicar diariamente en sus redes sociales la resolución judicial y una disculpa, todo ello por un periodo de un mes, y deberá realizar un curso sobre «violencia política de género». Por último, Cortés será inscrito en el llamado Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia Política contra las Mujeres en Razón de Género, una lista pública de condenados por esta clase de delitos creada durante el presente mandato de López Obrador.
«Censura» contra la «expresión de la realidad biológica»
Tras hacerse pública su condena, Cortés ha afirmado que «la supresión de la libertad de expresión apunta a la demolición de la democracia en México». El exdiputado también apunta a que «ninguna ley debe utilizarse para silenciar o castigar a las personas por compartir sus convicciones. Expresar pacíficamente la verdad de la realidad biológica nunca puede ser un delito».
Por su parte, la abogada Kristina Hjelkrem, que está prestando apoyo jurídico a la defensa de Cortés, señaló que «la discrepancia no es discriminación, y la disidencia pacífica nunca debe ser penalizada como violencia». La letrada forma parte de ADF International un grupo legal especializado en defender a los cristianos oprimidos, la libertad de conciencia y la libertad religiosa.
«La libertad de expresión se encuentra amenazada en México en este momento, y ha llegado a un punto de crisis con tribunales que imponen severas sanciones de censura por la expresión pacífica de opiniones», dice Hjelkrem, para añadir que «por desgracia, el caso de Cortés dista mucho de ser un incidente aislado». «Cada vez más, vemos cómo México viola el derecho fundamental y constitucional de sus ciudadanos a la libertad de expresión. Cortés se manifestó, pacíficamente, en apoyo de una verdad evidente, y por ello ha sido condenado porviolencia política de género y sometido a duras penas. La censura no es compatible con una sociedad libre», remacha Hjelkrem.
Con esta sentencia, Cortés ha agotado todas las opciones de recursos legales en México. Sin embargo, tiene previsto llevar su caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
