Matan a seis presos detenidos por el asesinato de Fernando Villavicencio en Ecuador
Por el magnicidio estaban detenidas 13 personas, mientras que otro joven colombiano fue abatido por los guardaespaldas
Seis colombianos presos en Ecuador por el magnicidio del candidato presidencial Fernando Villavicencio han sido asesinados en medio de «disturbios» en una cárcel de la ciudad portuaria de Guayaquil, escenario frecuente de sangrientos enfrentamientos entre bandas narco, según informa este sábado la agencia de noticias AFP.
El órgano estatal a cargo de las prisiones (SNAI) ha informado en un comunicado de que los reclusos muertos en la cárcel Guayas 1 «son de nacionalidad colombiana y estaban imputados por el asesinato» de Villavicencio. Los sospechosos habían sido detenidos justo después del magnicidio el 9 de agosto.
Villavicencio fue asesinado a tiros cuando salía de encabezar un mitin en el norte de Quito en vísperas de las elecciones generales anticipadas del 20 de agosto.
Por el magnicidio estaban arrestadas 13 personas, mientras que otro joven colombiano acusado de disparar al político fue abatido por sus guardaespaldas. Villavicencio era un exasambleísta y experiodista de investigación conocido por sus permanentes denuncias sobre corrupción que derivaron en escándalos.
El mandatario derechista Guillermo Lasso, que el jueves viajó a Nueva York por asuntos personales, ha anunciado que «en las próximas horas» regresará a Ecuador «para atender esta emergencia». «Ni complicidad ni encubrimiento, aquí se conocerá la verdad», ha añadido el gobernante, que ha ordenado «sesionar, de inmediato, al Gabinete de Seguridad».
La Guayas 1 es una de las cinco cárceles de un gran complejo penitenciario ubicado en Guayaquil (suroeste del país) que se ha transformado en centro de operaciones de las bandas narcotraficantes desde donde se disputan el negocio de la droga. Los choques entre reclusos dejan más de 430 fallecidos desde 2021.
Según el SNAI, un equipo de criminalística ha hecho el levantamiento de los cuerpos mientras policías y militares «brindan resguardo» en esta cárcel de unos 6.800 presos.