Sánchez también incumple la promesa que le hizo a Abbas para reconocer a Palestina
Solo 139 de los 193 Estados en Naciones Unidas la reconocen. Entre las ausencias, Estados Unidos, Canadá o Francia
De los 193 Estados que conforman Naciones Unidas, solo 139 reconocen a Palestina. Entre los países que no lo hacen hay ausencias notables, entre ellas Estados Unidos, Canadá, Francia, Reino Unido, Italia… y España. Y eso a pesar de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se comprometió públicamente a hacerlo hasta en dos ocasiones antes de que consiguiera instalarse en el Palacio de La Moncloa. Una de ellas, ante el mismísimo presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.
«Reunido en Madrid con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, a quien he reiterado el firme compromiso del PSOE con el reconocimiento del Estado palestino», escribió Sánchez en su Twitter el 21 de noviembre de 2017. El líder árabe se encontraba de visita en nuestro país. Durante esos días también se reunió con el rey Felipe VI y con el entonces presidente del Gobierno, el popular Mariano Rajoy.
Abbas participó en un acto en el Congreso, donde defendió el paso a favor de Palestina con el argumento de que «no sería de recibo para países que reconocen el Estado de Israel y que creen en la solución de dos Estados que se conformen con el reconocimiento de uno solo». El dirigente palestino también se entrevistó con Sánchez, entonces secretario general del PSOE, que históricamente siempre defendió una solución para Palestina.
La espera de Palestina
En aquel encuentro, el ahora presidente del Gobierno se comprometió ante Abbas en hacer todo lo posible por el reconocimiento de Palestina. Años atrás, en 2015, también lo hizo. Y hace apenas cuatro años, el PSOE incluyó la propuesta en su programa electoral para las generales de 2019 comprometiéndose a trasladar el debate a la UE, donde apenas la reconocen un puñado de países, entre ellos Suecia, Islandia, Grecia o Polonia.
Sánchez alcanzó la presidencia del Gobierno hace cinco años. Sin embargo, durante ese tiempo no ha reconocido a Palestina. Y eso que en septiembre del año pasado el dirigente socialista reiteró su compromiso ante Abbas en Nueva York, donde ambos asistían a la apertura del periodo de sesiones de la 77 Asamblea General de Naciones Unidas. Palestina es Estado observador, que no miembro, desde 2012.
El pasado abril, Sánchez se reunió en el Palacio de Viana de Madrid con el ministro de Exteriores palestino, Riyad al-Maliki, para renovar su promesa. El presidente del Gobierno se excusó con el argumento de que estaba esperando el momento apropiado para reconocer a Palestina y que esa declaración viniese acompañada de la de otros países europeos.
En los últimos años se han dado pasos para que España reconozca a Palestina. Se han producido encuentros al máximo nivel entre la representación de este territorio en nuestro país y dirigentes del Ministerio de Asuntos Exteriores. Sin embargo, ninguno de ellos ha fructificado. En una entrevista con THE OBJECTIVE, el representante palestino en España, Husni Abdel Wahed, se mostró confiado en que Sánchez reconocería a Palestina antes de que acabar esta legislatura, algo que no ha sucedido.
El ataque de Hamás
En la diplomacia palestina existe un gran descontento porque Sánchez haya incumplido su promesa, aunque fuentes consultadas por este diario reconocen que nunca lo admitirán en público. Especialmente tras el implacable tuit del presidente del Gobierno, que el pasado sábado condenó «rotundamente el terrorismo» de Hamás, la organización paramilitar que atacó a Israel, lo que inició unos enfrentamientos que se han cobrado ya la vida de más de 1.300 personas.
Los dirigentes palestinos consideran que Sánchez calla durante el resto del año sobre «las atrocidades» que comete Israel contra su pueblo. Explican que las autoridades hebreas confiscan tierras, construyen asentamientos ilegales, ocupan lugares santos y, en lo que va de 2023, antes de que estallara de nuevo la guerra, había asesinado a 268 palestinos.
Los territorios ocupados de Palestina están controlados militarmente por Israel, que construye asentamientos ilegales en Cisjordania (controlado por Al-Fatah) y mantiene un bloqueo casi total (por tierra, mar y aire) de la Franja de Gaza, territorio controlado por Hamás, una facción que lucha contra el partido de Abbas, Al-Fatah, por la hegemonía palestina.
El Gobierno israelí y los dirigentes palestinos acordaron en 1993 en Oslo crear un Estado palestino que conviviera junto al de Israel en los territorios marcados por la llamada Línea Verde de 1967, pero tampoco ha ocurrido. Tras un periodo de relativa calma, las tensiones se incrementaron en diciembre de 2017, cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció a Jerusalén como la capital de Israel.
Tras aquella declaración, el Gobierno español estableció su posición en la página web del Ministerio de Exteriores, la cual coincide con diversas resoluciones de Naciones Unidas. «Jerusalén constituye una de las cuestiones centrales del proceso de paz y debe ser objeto de negociación entre israelíes y palestinos. La mejor forma de garantizar las aspiraciones de las dos partes es la solución de los dos Estados, Israel y Palestina, viviendo juntos en paz y seguridad».