Embajador de Palestina: «No aceptamos que se identifique a nuestro pueblo con Hamás»
Husni Abdel Wahed, representante de Palestina en España, aborda con TO el conflicto en Oriente Próximo
Los niños de Gaza nacen marcados. «Israel nos ofrece tres alternativas: abandonar nuestra tierra, someternos a la ocupación o morir», lamenta Husni Abdel Wahed en su despacho de Madrid. Llegó a principios del año pasado para convertirse en el nuevo embajador de Palestina en España. Conoce el sabor de la diáspora, pues nació hace 63 años en un campo de refugiados de Jericó. La mitad de su pueblo vive lejos de su tierra: seis millones según las organizaciones internacionales. La cifra puede aumentar en las próximas semanas tras la explosión de un nuevo conflicto que ya ha dejado más de 4.000 víctimas mortales.
Wahed llegó a Argentina en 2015, que había reconocido a Palestina cinco años antes. Su objetivo era que España hiciera lo propio, pero aún no lo ha conseguido. Y eso que Pedro Sánchez se comprometió en dos ocasiones antes de convertirse en presidente del Gobierno. El martes, tras un Consejo Europeo, volvió a reiterar su postura. También criticó el terrorismo de Hamás. Al representante palestino le cuesta calificarlos así y señala la ocupación como causa de esa reacción. Avisa de que no aceptarán que su pueblo sea identificado con esa organización.
PREGUNTA.– ¿Cuál es la situación en Gaza?
RESPUESTA.– Lamentablemente, más de lo mismo. Más muertes, más bombardeos, más sufrimiento, más escasez. Estamos llegando a una situación crítica conforme a los informes de los organismos internacionales. Puede convertirse en horas en una situación catastrófica.
P.– Israel ha decidido cortar agua y suministros básicos.
R.– Durante la ocupación israelí nunca se permitió tener autonomía e independencia, sea de agua o de electricidad. No se nos permite tener generadores. Ni siquiera a las empresas privadas. Los pocos que tenemos no permiten el ingreso de combustible para hacer funcionar esos generadores. Y esto se aplica sobre los demás aspectos.
P.– ¿Puede decirse que la Autoridad Nacional Palestina está en guerra con Israel?
R.– No sé si es el concepto. El hecho es que Israel ocupa a Palestina y, lamentablemente, en este mundo donde predomina los conceptos y la filosofía occidental han ido minimizando esto desde un conflicto del Medio Oriente a un conflicto árabe-israelí y posteriormente un conflicto palestino-israelí. Ahora es un conflicto de Israel con Hamás y no sé hasta dónde van a llegar. Tal vez desaparezca el conflicto y sea un problema interno de Israel, como pretenden.
P.– ¿Qué piensa de Hamás?
R.– En este momento no creo que sea muy propicio hablar de las diferencias políticas e ideológicas. Hay un pueblo que está siendo masacrado. Hay una política sistemática del Estado de Israel que ha ido aplicando sobre nuestro pueblo y que consiste en la idea de que lo que no consiguen con fuerza lo consiguen con mayor fuerza.
«En este momento no creo que sea muy propicio hablar de las diferencias políticas e ideológicas. Hay un pueblo que está siendo masacrado»
P.– ¿Considera que el ataque del 7 de octubre está justificado?
R.– En la naturaleza hay una ley de la física: la presión produce explosión. Nosotros ya advertimos de esto. En este caso parece que está ausente la causa y simplemente existe el efecto. Hemos reiterado que apostamos por la vida y no apoyamos la pérdida de vidas humanas. Si defendemos la vida de los palestinos, defendemos la vida de todos los seres humanos. La vía es el diálogo. Hemos estado dialogando durante mucho tiempo, pero lamentablemente Israel ha aprovechado el diálogo para imponer hechos consumados y para deteriorar más las condiciones de vida del pueblo palestino. Este es el resultado natural.
P.– ¿Pero cree que fue un acto terrorista?
R.– Hemos reiterado una y otra vez que nosotros estamos por la paz, por la vida. Desde 1988 la OLP optó por la vía pacífica, pero nuestro pueblo se pregunta: ¿hasta dónde hemos llegado con la vía pacífica? Más muerte, más represión, más confiscación de tierras, más judialización del territorio palestino. Esa vía nos ha llevado a un retroceso constante y a un dominio cada vez más feroz por parte de Israel.
P.– ¿Entonces?
R.– No sé por qué nuestros amigos en Occidente nos preguntan esto y no se les ocurre hacer la misma pregunta a los responsables de Israel. No se les ocurre preguntar si bombardear un hospital es terrorismo. Cuando se dirigen a los líderes israelíes simplemente les piden contención, respetar las reglas.
P.– ¿Usted condena ese ataque?
R.– El día que el embajador de Israel o un ministro israelí condene los actos de terrorismo de Estado de Israel, pregúnteme.
P.– ¿Considera que esos actos restan legitimidad a la causa palestina?
R.– Durante las últimas dos décadas han marginado a la causa palestina y no necesitaban un acto de tal o cual forma. Simplemente consideraron que podían convivir con la ocupación israelí y la represión del pueblo palestino. Y siguen con su discurso, sin contenido, de favorecer una solución pacífica. Han elogiado mucho tiempo la solución de dos estados, pero no han hecho nada para llegar a una solución real.
P.– ¿La Autoridad Nacional Palestina tiene contacto con Hamás?
R.– No puedo afirmar ni negar porque si lo hay lo manejan otros. Yo no estoy al tanto.
P.– ¿Qué se ha hecho para mitigar su crecimiento?
R.– Es curioso esto. La democracia para nuestros amigos occidentales es algo sagrado, pero cuando es a su medida y dentro de sus parámetros. Cuando se sale de ellos, dejan de comprometerse con la democracia y pasan a otra cosa. La extrema derecha en Occidente que roza el fascismo tiene derecho a funcionar. Esto se enmarca dentro del juego democrático, pero pobre de otros en otros sitios que apliquen la democracia. Esto es exclusivo para Occidente y excluyente para los demás.
P.– ¿Pero se ha tratado de contrarrestar a Hamás?
R.– Una vez más nuestros amigos europeos, principalmente, además del rol nefasto de Israel y de EEUU, han fortalecido a Hamás. La falta de logros por la vía pacífica, por ls que ha optado Al Fatah, la OLP o la Autoridad Nacional Palestina, hace natural que la gente piense en otra vía. Por lo tanto, es responsabilidad primero de Israel, que ha hecho todo lo posible para perpetuar la división palestina, debilitar a la Autoridad Nacional Palestina y legitimar su actuación. Europa y EEUU no nos han permitido obtener ningún logro que ofrecer a nuestro pueblo.
«Europa y EEUU no nos han permitido obtener ningún logro que ofrecer a nuestro pueblo»
P.– ¿Teme que la opinión pública vincule a Hamás con Palestina?
R.– Este es el poder de los medios, donde Israel tiene una influencia notoria. El pueblo palestino no es Al Fatah, no es Yihad, no es Frente Democrático y no es Hamás. Estos son actores políticos dentro de la sociedad palestina. No vamos a aceptar nunca identificar al pueblo palestino con una corriente ideológica o política. Somos un pueblo heterogéneo, como todos los pueblos, donde hay diferentes corrientes de pensamiento, políticas y demás.
P.– ¿Le preocupa una escalada de tensión en la región?
R.– Veníamos advirtiendo de esto hace tiempo y a nuestros amigos les consta. Parece que no escuchan o que escuchan y no hacen caso. Esta marginación del tema palestino, optar por otra vía de pactar con países hermanos a costa de una solución de la esencia del problema. Hoy estamos viviendo este episodio por la falta de compromiso y la ineptitud de la comunidad internacional, la intransigencia de algunos actores internacionales que apoyan dogmáticamente a Israel siendo la cuna del pragmatismo. Ahora se preocupan por la reacción y no por la acción.
P.– Continúe.
R.– No se fijan en que EEUU haya movilizado sus portaaviones, que su ministro de Defensa haya estado en Israel. Que el secretario de Estado haya participado en el Consejo de Guerra israelí. Hasta el propio presidente Biden lo ha hecho. Que los arsenales norteamericanos están abiertos a disposición del ejército israelí. No se preocupan por la intervención norteamericana. Están pendientes por lo que otros harían. Que Gran Bretaña mueva dos buques de su armada es normal. Que Italia envíe un navío, no pasa nada. Simplemente están pendientes de otra cosa.
P. – Del bombardeo de un hospital en Gaza con miles de muertos, por ejemplo. Israel se ha desmarcado.
R.– Hay tantos casos donde Israel ha negado y todo el mundo sabe. Quiero recordar el caso de Shireen Abu Akleh, la periodista palestina que fue asesinada. En algún momento todos lamentaron y lloraron, pero nunca condenaron. Señalaron que podían ser palestinos, pero todos saben que fueron los israelíes. Lo que quieren ignorar, hasta muchos medios, es que horas antes del ataque el ejército israelí había advertido al director del hospital y le había pedido que evacuara el hospital amenazándolo con un bombardeo.
P.– ¿Tiene pruebas?
R.– Fue Israel. Incluso hay un medio norteamericano que cita el tipo de proyectil: uno norteamericano.
P.– Hamás mantiene secuestrada a 200 personas. ¿Qué le diría?
R.– Si pido la libertad para mi pueblo no puedo privar de libertad a los demás. Por lo tanto, sí a la liberación, pero también a liberar a siete millones de palestinos que estamos viviendo bajo ocupación. En total 14 millones de palestinos vivimos los efectos de la ocupación. Una vez más existe doble moral. Que Israel tenga secuestrados a 14 millones de palestinos no es noticia, pero que haya 200 israelíes, sí.
P.– ¿El ataque de Israel puede devolver el control de Gaza que perdió la Autoridad Nacional Palestina en 2006?
R.– Tengan la certeza de que la Autoridad Nacional Palestina no volverá a Gaza en tanques israelíes, norteamericanos o de quien sea. Volvemos a Gaza a través de las urnas y a través de la legitimidad que otorga nuestro pueblo.
P.– Estos días hemos visto imágenes de manifestantes que pedían la dimisión de Mahmud Abbas (presidente de la Autoridad Nacional Palestina).
R.– No sé porque les parece raro si en los países europeos esto es una práctica habitual y cotidiana. Que la oposición pida la dimisión de un líder, ¿qué tiene de malo? Esto demuestra que somos un pueblo demócrata, heterogéneo y vivo.
P.– ¿Teme que se produzca una nueva Intifada en Cisjordania?
R.– Puedo afirmar que la Intifada no ha cesado. Hay una situación, que es la ocupación israelí, con sus políticas sistemáticas, independiente del gobierno de turno. Es cierto que ahora hay un gobierno fascista, pero inclusive aquellos gobiernos que el mundo considera más moderados no han sido tan distintos en cuanto a sus políticas hacia Palestina y el pueblo palestino. Quiero recordarles que fueron dos gobiernos de izquierda los que ocuparon a Palestina, entre comillas la izquierda sionista. Para mí no va unas cosa con la otra: izquierda y sionista no van de la mano. Por lo tanto, esta realidad que vive el pueblo palestino conduce a una Intifada continua.
P.– Siga, por favor.
R.– Es un error pensar que la lucha de un pueblo, la resistencia de un pueblo a lo largo de 75 años, tiene el mismo ritmo, la misma intensidad, los mismos medios y los mismos métodos. Cada época tiene sus particularidades y conforme a esto hay formas distintas. Pero la Intifada nunca ha cesado y las políticas del Estado de Israel, de represión, de asesinato, de encarcelamiento, de judialización, de expansión, de anexión son las mismas.
P.– Un conflicto permanente.
R.– Antes del 7 de octubre el ejército israelí asesinó 268 palestinos en Cisjordania. Ha habido más de 3.000 detenidos. La expansión y la ampliación de los asentamientos continúan. Existe un ritmo muy alto de confiscación de tierra, lo mismo que la judialización. La profanación de los lugares santos, musulmanes y cristianos. Para muchos, los palestinos no deberíamos sentir ni reaccionar. Tenemos que aceptar lo que hace Israel sin rechistar. Y no es así. Somos seres humanos.
«La Intifada no ha cesado. Hay una situación, que es la ocupación israelí, con sus políticas sistemáticas, independiente del gobierno de turno»
P.– ¿Por qué motivo cree que Egipto se niega a abrir la frontera (paso de Rafah) para que pasen los refugiados?
R.– Casi el 80% de la población de Gaza son refugiados que fueron expulsados de sus hogares en 1948. Culpan a otros porque no consienten al niño mimado de Occidente, Israel, al que se le antoja expulsar a los palestinos hacia otro sitio. Por qué no se exige a Israel que deje de bombardear a la población civil. Esto es lo que hay que pedir, no exigirle a Egipto que abra las fronteras para una nueva ola de refugiados. ¿Por qué no recibir en Europa dos millones y medios de palestinos?
P.– ¿Cuál es la solución?
R.– Lo hemos repetido hasta el cansancio: el fin de la ocupación israelí. Fuimos sumamente generosos. Hemos reconocido a Israel sobre el 78% de nuestra patria, que son las fronteras de 1967. Somos tan generosos que aceptamos un Estado en tan solo el 22% de nuestra patria histórica: la franja de Gaza y Cisjordania, incluido Jerusalén Oriental, que Israel ocupó en el 67.
P.– ¿Y si no incluye Jerusalén Este?
R.– No aceptaremos ninguna propuesta sin cualquier centímetro de las fronteras de 1967.
P.– ¿Os consideráis agraviados respecto a Ucrania?
R.– Absolutamente. Es parte de la doble moral de Occidente. Mientras tratan a la lucha de los ucranianos como una resistencia legítima y heroica, les envían armas y gastan cientos de miles de millones, al pueblo palestino se le priva de su derecho a la resistencia. Se le priva su derecho a reclamar siquiera.
P.– ¿Qué se puede hacer para cambiarlo?
R.– Imploro a nuestros amigos, principalmente en Europa, porque aparentemente de EEUU no hay que esperar nada. Cuidado con esto, porque luego van a quejarse de las consecuencias. Hay que tratar la raíz, la causa. No pueden apoyar incondicionalmente a Israel. Hagan lo que hagan. Esto significa alinearse con las matanzas, con las masacres, con el apartheid, con el genocidio.
P.– ¿Existe genocidio en Palestina?
R.– Hay genocidio en Palestina. Les recomiendo leer a un autor israelí judío de mucho respeto, Illian Pappé, autor de Genocidio progresivo en Palestina. Toda su obra. Hay muchos autores israelíes. Hay que escuchar la razón, porque en Israel también hay gente razonable y sabia. Hay gente que quiere vivir en paz y convivir en paz. Son pocos, pero los hay. Y esto los hace más valiosos.
P.– ¿Qué responsabilidad tiene la comunidad internacional?
R.– Toda. Como ha actuado hasta ahora, si no ha sido participe, ha sido cómplice. Creemos que puede hacer mucho. Principalmente nuestros amigos europeos. Están llamados a jugar ese rol, tienen mucho que hacer y pueden si quieren. No les vamos a pedir nada de lo nuestro. Les pedimos que apliquen sus propios principios.
P.– Si es así, ¿por qué han rechazado reunirse con Joe Biden?
R.– Cuando un encuentro en sí es un objetivo, entonces no tiene ninguna importancia. Y cuando un encuentro tiene la intención de legitimar a un actor que es partícipe del genocidio, entonces está de más. No se trata de diálogo. Se trata de una cumbre donde el señor Biden quería mostrar imparcialidad. Y es parcial.
«Cuando un encuentro tiene la intención de legitimar a un actor que es partícipe del genocidio, entonces está de más (respecto a Biden)»
P.– Irán ha pedido a los países de la Organización para la Cooperación Islámica que aprueben sanciones contra Israel. ¿Ve posible que se extiendan a otros lugares?
R.– Ojalá, pero no soy ingenuo y sé que nuestros amigos europeos van a seguir midiendo con una doble vara hasta que se consuma el genocidio que se está cometiendo en contra del pueblo palestino. Ahí se van a dar cuenta de que están del lado equivocado.
P.– Irán es un país amigo de Palestina, ¿le consta que haya enviado armas a Gaza?
R.– A mí no me consta y yo no soy de la inteligencia ni de la contrainteligencia. No puedo afirmar ni desmentir. Remito a las afirmaciones de la Administración norteamericana, que dice que no tiene ninguna evidencia de que Irán tenga que ver con lo que está pasando. Nosotros tenemos nuestra postura y nuestras diferencias con Irán y otros actores de la zona.
P.– ¿Está satisfecho con el papel de España?
R.– Siempre aspiramos a mayor protagonismo de Europa y creemos que España puede ser un puente entre el mundo árabe y Europa. Creemos que es un país importante en el contexto europeo e internacional. Veo que España ha sido mucho menos desequilibrada que otros actores europeos. Esperamos que mantenga el esfuerzo, las ganas y la línea para buscar espacios de encuentro. En otros países europeos, con su alineación incondicional a Israel, el margen de maniobra se reduce mucho porque, ¿qué vamos a conversar con alguien que está alineado 100% con la política israelí?
P.– ¿Ha podido hablar estos días con representantes del Gobierno español?
R.–Sí, estamos con los canales abiertos.
P.– ¿Esa interlocución es con los ministros?
R.– De todo nivel. La verdad es que estos temas no lo manejamos en los medios de comunicación, sino a través de los canales correspondientes.
P.– ¿También con ministros de Podemos, que estos días han protagonizado un encontronazo con Israel?
R.– Nosotros estamos abiertos a todos los actores políticos españoles. De la derecha, del centro, de la izquierda. Tenemos la obligación de estar abiertos a todos. Para nosotros, Palestina y su causa no tiene color político ni ideológico. Se trata de una causa de un pueblo bajo ocupación que lucha por valores humanos de justicia, libertad, paz, independencia, soberanía.
«España puede ser un puente entre el mundo árabe y Europa»
P.– El presidente Sánchez se comprometió en varias ocasiones a reconocer el Estado palestino.
R.– Y tras su comparecencia el martes tras la reunión del Consejo Europeo reiteró los mismos tópicos con respecto a la solución de dos Estados y su reconocimiento. Aquí yo tengo que aclarar una cosa: cuando se habla de reconocimiento debería hablarse del reconocimiento de uno, el de Palestina.
P.– ¿Qué significaría?
R.–Sería una gran contribución a la paz y al futuro, no solamente de nuestra región, sino de la estabilidad y paz de todo el mundo.
P.– ¿ Cree que el reconocimiento de España se producirá pronto?
R.– No quiero adelantarme a nada. Confío en que España va a reconocer a Palestina. Espero que sea más pronto que tarde.
P.– La última vez que hablamos usted pensaba que iba a ser en esta legislatura.
R.– Yo no manejo la política española.