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Los cárteles de la droga en México tienen armamento con el que sueñan muchos ejércitos

En los últimos años, se han equipado como los cuerpos militares más modernos del mundo

Los cárteles de la droga en México tienen armamento con el que sueñan muchos ejércitos

Zuma Press

Los cárteles de la droga mexicanos son bastante pintorescos, por tildarlos de alguna manera. Con independencia de que sus ilegalidades y perniciosa actividad sean de una enorme gravedad, son muy amigos de promocionarse a través de las redes sociales. En ellas sorprende el excelente equipamiento militar que disponen, con frecuencia, mejor incluso que el de las fuerzas del orden que los combaten.

Chalecos antibalas de magnífica calidad, ropa de camuflaje de perfecto acabado y lo más llamativo: contundente armamento militar de última hornada. En los últimos años, se han equipado como los cuerpos militares más modernos del mundo, al menos en lo tocante a equipos de combate de sus peones. Atrás parece haber quedado la imagen de pistoleros desarrapados, con armas regastadas, o pistolones con empuñaduras de cachas nacaradas. La militarización del narco es evidente, y muchos desearían tener un arsenal semejante. Pero… ¿de dónde sale todo ese catálogo de la muerte? 

Black Friday armamentístico

Los cuerpos policiales saben que las autoridades que les plantan cara se enfrentan a enemigos complicados por una sencilla razón: con frecuencia tienen más dinero. Y en un mundo en el que raro es aquello que no tiene precio, la profundidad de sus bolsillos les otorga acceso ilimitado a bienes capaces de ayudarles en su siniestro negocio. 

Si la droga viaja de sur a norte, las armas hacen el mismo recorrido, pero en sentido contrario. El producto de ese oscuro mercado negro ya no proviene de Rusia o fabricantes de clones chinos. Viene de los mismísimos Estados Unidos, donde se encuentra lo mejor que el mercado comercial ofrece. Esta es la conclusión a la que llegaron dos investigadores estadounidenses, Chris Demleim y Tim Sloan, adscritos a la ATF, la agencia que lucha y controla los excesos relacionados con armas, tabaco y alcohol. 

Estos dos agentes investigaron la presencia de un arma muy específica en el intento de asesinato de un político mexicano, según informa la agencia Reuters. En 2018 el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) intentó picarle el billete a las puertas de un restaurante japonés al exfiscal y al secretario de Trabajo del estado de Jalisco, Luis Carlos Nájera. En el atentado, el funcionario quedó herido de levedad en una mano, y por fortuna no murió. Sus tres escoltas y dos agentes de una patrulla local hicieron frente a los atacantes, que huyeron tras un intercambio de disparos. La policía inició una investigación de manera inmediata.

La cueva del tesoro armamentístico

Al día siguiente del ataque, seis personas fueron detenidas. Lo mejor no fue esto, sino que las pesquisas condujeron a las autoridades al tesoro de Alí Babá del armamento. En un edificio de dos plantas cercano al cementerio de Guadalajara aparecieron 36 armas, y cerca de 8.000 proyectiles capaces de alimentarlas. Se encontraron pistolas austriacas Glock, o Berettas F92 como las que usa la Guardia Civil, lanzagranadas, Kalashnikov AK47, o rifles Colt M-4 como los de las fuerzas especiales de diversos ejércitos. Pero hubo una pieza muy especial que llamó la atención de los investigadores: un rifle de francotirador Barrett M82 del calibre .50. 

El M82 es una poderosa arma de guerra capaz de inhabilitar un blindado a kilómetro y medio. El ejército español tiene varios, y según sus operativos, no se suele usar contra personas por su excesiva potencia, sino más bien contra sistemas, vehículos y aparatos. La policía mexicana cree que uno de estos fue utilizado para derribar un helicóptero en septiembre de 2016. Cuatro personas perdieron la vida en el incidente y las investigaciones condujeron al CJNG. 

Los agentes estadounidenses de la ATF tiraron del hilo y les llevó a un destino inesperado. La venta de armas está muy controlada en México, pero es libre en la mayoría de estados de la unión en el país del norte. Sabedores de esto, las armerías cercanas a la frontera son muy vigiladas, y aunque siempre hay alguna rendija, no suele haber mucho tránsito desde ellas hacia el sur. La sorpresa fue que aquel Barrett salió de una armería muy concreta de la localidad de Racine, al norte de Chicago, a más de tres mil kilómetros de Jalisco. Tan lejos los controles de seguridad son más laxos, y el arma fue vendida legalmente. 

Armamento pesado

El rifle, que pesa cerca de quince kilos y su precio roza los 10.000 euros, es una de las armas más potentes que un civil puede adquirir en los Estados Unidos. Se han vuelto muy populares entre los narcos para defender, ante la policía y cárteles competidores, las rutas con las que suben cocaina, fentanilo y metanfetamina a sus clientes del norte. Del encontrado, se sabe que fue adquirido a través del familiar de un miembro del cartel establecido en el país, fue enviado a California, y pasó la frontera hasta llegara manos de la banda de Nemesio Oseguera, «El Mencho», líder del CJNG. 

Los agentes de la ATF descubrieron que esto no era más que una muestra de lo que denominaron «la red de tráfico de armas más prolífica nunca descubierta». En un solo año llegaron a adquirir armamento por valor de más de 600.000 euros. Su arma favorita era esta, pero también los costosos FN SCAR belgas, diseñados de forma específica para los cuerpos de operaciones especiales del US Army. 

En el Sports Shooting Center de Racine, de donde salió el Barrett, pueden vender uno al año con suerte. Sin embargo, en el semestre previo a la investigación habían vendido cuatro, y el que encontraron, salió por la puerta dos meses antes del atentado en Jalisco. Todos ellos fueron adquiridos por dos hermanos mexicanos y un ciudadano local, y cuando hablaron con la policía norteamericana, confesaron saber cuál sería el destino de sus compras. 

La red de tráfico de armas aún se encuentran bajo investigación, y de la interceptación de sus comunicaciones se llegó al cabecilla, otro ciudadano de México. En las escuchas fue quedando clara la magnitud de sus actividades, y la afección al resultado final, con varias detenciones, y congelación de cuentas bancarias a ambos lados de la frontera. Ocho personas han sido acusadas de uso de identificaciones falsas, compraventa de armas ilegal y contrabando. El juicio con jurado está previsto para el 6 de mayo de 2024. 

Tráfico al por mayor

Las autoridades mexicanas han capturado más de 300 armas del devastador calibre .50 y se sabe que uno de estos Barrett puede disparar su precio entre los 30.000 y 50.000 euros en el mercado —obviamente— negro. En México existe un solo establecimiento en todo el país, y situado dentro de una base militar, donde podrían comprarse armas así. Sin embargo, en un estudio de la Universidad de San Diego, se calcula que un cuarto de millón de armas viajan al sur cada año. Dicho análisis se publicó en 2013, y desde entonces se sospecha que las cifras han ido a más. 

Nadie debería de llamarse a sorpresa. Si se suman las tiendas de armas que en Estados Unidos, al número de coleccionistas, fabricantes e importadores como vendedores licenciados, el número total de puertas de acceso a armas de fuego asciende a 138.659; solo hay 21.300 McDonalds y Burger Kings combinados. Desde que México declaró la guerra a las drogas, 400.000 ciudadanos han perdido la vida con armas de fuego. Estados Unidos huele a pólvora, y a los cárteles de un poco más al sur, les encanta ese aroma.

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