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La «mala memoria» de Biden sacude EEUU: ataques republicanos y dudas demócratas

El presidente confundió al presidente de Egipto con el de México cuando intentaba defender su buena salud mental

La «mala memoria» de Biden sacude EEUU: ataques republicanos y dudas demócratas

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden. | Europa Press

Tormenta política en Estados Unidos. La decisión del fiscal especial Robert Hur de no presentar cargos contra el presidente de Estados Unidos por retener y revelar «intencionalmente» documentos clasificados debido a su avanzada edad y por colaborar durante todo el proceso ha podido suponer un alivio penal para los demócratas, pero a nivel político se ha revelado como una sacudida. Y es que la Justicia estadounidense tilda directamente al actual líder del país como «anciano bien intencionado y con mala memoria», que al parecer no recuerda cuándo fue vicepresidente o el momento en el que murió su hijo Beau, en un informe que puede ser devastador para Biden en un año en el que en principio se juega su reelección frente al republicano Donald Trump.

Sobre todo, porque el presidente de los EEUU decidió hacer control de daños casi inmediatamente después de la publicación del informe, para acabar, con un nuevo descuido, profundizando en la herida. «Mi memoria está bien», insistió el jueves desde la Casa Blanca, para luego asegurar, visiblemente enfadado, que le parecía un insulto que se sugiriera que no recordaba cuándo falleció su hijo. «Hay una referencia a que no recuerdo cuándo murió mi hijo. ¿Cómo se atreve a plantear eso? Francamente, cuando me hicieron la pregunta, pensé para mis adentros que no era de su maldita incumbencia (…) No necesito que nadie me recuerde cuándo falleció», ha añadido.

Sin embargo, justo después de estas palabras y mientras respondía a una pregunta sobre el conflicto palestino-israelí, Biden cometió exactamente uno de esos deslices verbales que llevan meses poniendo nerviosos a sus compañeros del Partido Demócrata, refiriéndose erróneamente al presidente de Egipto, Abdel Fattah el-Sisi, como el «presidente de México». Un lapsus que no hizo sino dar munición a sus rivales republicanos, que llevan meses calificando al actual presidente como una persona casi senil, y acrecentó las dudas sobre su idoneidad como candidato en las filas demócratas.

Respecto a esto último, basta echar un vistazo a las portadas del New York Times o el Washington Post, principales cabeceras de prensa del país y con una en general clara orientación pro-demócrata para darse cuenta de la magnitud de la crisis política, con múltiples análisis de una situación que no dudan en calificar como «desastrosa». Porque, sin una alternativa seria en las primarias, muchos en el partido creen que el futuro del país depende de la capacidad del presidente para persuadir a los votantes de que todavía está en condiciones de ocupar el cargo por otros cuatro años.

Las preocupaciones sobre la edad de Biden han sido un tema recurrente de su presidencia en los últimos tres años. Motivados en parte por videos del presidente en el que parece débil o tropezando en público, muchos votantes han expresado preocupación sobre su estado mental y físico mientras busca permanecer en la Casa Blanca hasta cumplidos los 86 años. Biden ha intentado restarle importancia al tema, insistiendo en que con la edad viene la sabiduría, pero las últimas semanas han supuesto un sobresalto tras otro: primero, confundió a François Mitterrand, expresidente francés fallecido en 1996 , con el actual presidente del país, Emmanuel Macron. Además, se refirió dos veces a haberse reunido en 2021 con Helmut Kohl, excanciller alemán fallecido en 2017 , en lugar de con Angela Merkel, que dirigió el país hace tres años.

En este sentido, lo de este jueves en un auténtico regalo para los republicanos, que basan gran parte de su campaña en retratar a Biden como un anciano sin capacidad para gobernar. De hecho, el partido creó y difundió rápidamente en redes sociales un gráfico con las ocho palabras más brutales del informe: «un anciano bien intencionado con mala memoria», injertadas en el logotipo de la campaña de Biden.

El propio Trump ha cometido su propia serie de tropiezos verbales, en algunos casos similares a los de Biden como cuando confundió a los presidentes de Hungría y Turquía. Sin embargo, las encuestas muestran que los votantes no cuestionan su agudeza de la misma manera que lo hacen con la de Biden. Por ejemplo, una encuesta de NBC News publicada esta semana encontró que los votantes le dieron a Trump una ventaja de 16 puntos porcentuales en la cuestión de quién era más competente y eficaz: una variación de 25 puntos desde 2020, cuando Biden tenía una ventaja de nueve puntos en esa pregunta.

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