Irán está probando lanzadores de misiles desde contenedores náuticos
A partir de ahora, las flotas comerciales estarán bajo el microscopio de todos los servicios de información militares
Dos borcos portacontenedores en el Mar Mediterráneo. | Europa Press
Irán se está armando a una velocidad sin precedentes. Su ejército posee tecnología local en lo relacionado con drones, misiles, y embarcaciones. Pero les costaba trabajo dotarse de portaaeronaves. Eso era hasta ahora. Pero las innovaciones han traído una pequeña y siniestra sorpresa.
La armada iraní está imponiendo sus reglas, hasta donde puede, en la costa norte del Golfo Pérsico, cuyas aguas bañan al país de los ayatolás. Su marina protagoniza incidentes de forma continua desde hace años, y aunque se guarda de ejecutar ataques directos a buques militares de países sensibles, están tildados de ser una ‘rogue nation’, o nación canalla, en lenguaje anglosajón.
Guerra lejana, con participación remota
Su influencia militar de forma remota —las llamadas guerras proxy, en las que participa de manera subterfugia— se puede observar con la enorme popularidad que han adquirido sus drones Sahed-136 en el conflicto entre Rusia y Ucrania. Por otro lado, los hutíes no pasaban de ser milicias muy mal equipadas hace unos años, pero de un tiempo a esta parte mandan drones a barcos o hasta acometen asaltos aéreos a buques en navegación.
Su tecnología ha avanzado mucho más de lo esperado, y la reconversión de barcos portacontenedores o de uso comercial en portaaviones, o al menos en portaaeronaves, ha sorprendido a los observadores. Con toda seguridad, los servicios de inteligencia militar ya sabrían algo, pero muchos pegaron un salto en el asiento cuando el analista H.I. Sutton reveló unas clarificadoras imágenes hace poco.
En ellas se podía observar la reconocible figura barcos comerciales a los que les estaban instalando la característica cubierta plana a modo de pista de aterrizaje de los portaaviones. Irán nunca ha tenido este tipo de buque en su arsenal, y ante la dificultad —o las prisas— de tener uno, han tirado por la calle de en medio y han utilizado una plataforma flotante ya existente; han militarizado un barco comercial.
El rumor es que el portacontenedores de bandera iraní Perrarin, u otro similar que ahora se denominaría Shahid Bagheri, se está convirtiendo en un portaaviones no tripulado. Es un dato exótico, no ya porque sería el mayor dron de la historia, sino porque se trataría de un navío muy complejo, con decenas de operaciones distintas que no podrían automatizar.
Si se pone una cubierta de vuelo sobre el agua, son necesarias revisiones de las aeronaves, recaptura de ellas en caso de que fueran aviones no tripulados, rearmamento, abastecimiento, etc. Lo que sí parece cierto el que el antiguo Perrarin, de 249 metros de eslora, lleva en el dique seco del puerto de Bandar Abbas desde mayo de 2022 para su reconversión. Se cree que podría estar operativo antes de finalizar el presente año.
La incorporación de este barco a la marina iraní está en consonancia tanto con el creciente énfasis del servicio en las operaciones con UAV como con sus ambiciones en alta mar. En las imágenes disponibles, muy publicitadas en los medios nacionales, también se ven cañones antiaéreos, y se cree que también podrá embarcar helicópteros y pequeñas embarcaciones de ataque rápido, algo que se les da muy bien a los iraníes.
Quizá el más conocido de los buques mercantes reconvertidos sea el IRINS Makran, un antiguo petrolero que Irán convirtió en buque de guerra. El año pasado, el Makran se desplegó en el Atlántico durante cuatro meses. Navegó hasta el mar Báltico para representar a Teherán en un encuentro con la flota de la Armada rusa.
Contenedores lanzamisiles
Lo último es algo bastante más siniestro. La marina de la Guardia Revolucionaria de Irán está probando misiles balísticos disparados desde contenedores comerciales estandarizados sobre su buque de guerra Shahid Mahdavi. Este barco era un antiguo portacontenedores reconvertido en 2021 a buque de guerra.
En principio el barco está identificado como de tipo militar, pero muchos piensan más allá. Si disponen de esta tecnología, la de colocar este tipo de lanzador en contenedores que podrían ir en trailers, barcos comerciales, o incluso lanchas grandes, se abre una nueva y peligrosa posibilidad. Hasta donde podrían remitirlos, o en manos de quien podrían caer en caso de conflicto.
Si a esto sumamos que el comandante de la Fuerza Aeroespacial del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución, Amir Hayizadeh, anunció hace poco que Irán dispone de misiles hipersónicos de última generación, el asunto preocupa aún más. La tecnología de misil hipersónico no es sencilla, y ha dado muchos problemas a todos los desarrolladores; a los americanos los que más. Pero si se observan los avances iraníes con drones, hacen repensarse mucho las capacidades persas en lo tocante a su capacidad técnica.
Nueva amenaza
Los primeros analistas ya han dado la voz de alarma ante la posibilidad de que Israel, siempre atentos a las jugadas inesperadas de Irán, tenga en su punto de mira a todo barco con este origen que porte un contenedor. El mar Rojo y la costa iraní está muy lejos de las hebreas, pero el Mediterráneo es accesible para cualquier carguero, y esta es una señal preocupante.
El Mossad teme que no se trate más que de otro elemento para hacer atacarles usando medios civiles para ocultarse. Por otro lado, si hasta ahora las costas estadounidenses estaban solo al alcance de muy pocos, rusos y casi nadie más, los iraníes podrían convertirse en una amenaza, pequeña, pero que antes no existía.
A partir de ahora, las flotas comerciales estarán bajo el microscopio de todos los servicios de información militares implicados, en especial los de Israel, pero no van a ser los únicos. El aumento en las capacidades de ataque de largo alcance del país ha disparado la preocupación de un país que tiende a sorprender.
