España se desmarca de la petición de 14 países para que el BEI invierta más en Defensa
Alemania, Francia e Italia solicitan a Calviño ampliar la definición del doble uso civil-militar
Un grupo de 14 países ha enviado una carta a la presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Nadia Calviño, urgiéndole a implicarse más en la financiación de la industria de defensa. Los líderes europeos, entre los que se encuentran el canciller alemán, Olaf Scholz; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; o la primera ministra italiana Georgia Meloni, han solicitado por carta a la exvicepresidenta española ampliar la definición de doble uso (civil y militar), para aumentar la lista de actividades susceptibles de recibir créditos, ya que tiene prohibido financiar proyectos exclusivamente militares. El gran ausente entre las firmas ha sido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El texto, adelantado por Financial Times, pide más ambición al BEI que, desde hace años, ya puede financiar proyectos de Defensa siempre que el resultado esté amparado a ese doble uso civil-militar. Eso le permite tener un programa de 8.000 millones destinado a estos proyectos hasta 2027, de los que hasta ahora se han consumido solo 2.000. «La agresión rusa contra Ucrania ha aumentado la necesidad de inversiones europeas en el sector de seguridad y defensa. En este contexto, se necesita urgentemente el poder financiador del BEI», piden los 14 firmantes.
En la reunión del Ecofin, que se celebró el pasado febrero, ya hubo consenso en reclamarle a Calviño la elaboración de un informe en sobre «la definición y el ámbito de las tecnologías de doble uso», según explico Calviño. Las necesidades de inversión y gasto en Defensa son enormes, como también en la transición ecológica y digital. Precisamente en esa cita, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, cifró en 75.000 millones al año adicionales la cantidad que se necesita, de ahí que la mayor parte de capitales, y también la Comisión Europea, mire al BEI como una herramienta imprescindible.
«Necesitamos explicar las posibilidades que tendría el BEI para financiar la inversión en actividades relacionadas con la defensa más allá de los actuales proyectos de doble uso. Esto significaría debatir y reevaluar las actuales definiciones de proyectos de doble uso y la lista de actividades excluidas, así como reconsiderar su política de préstamos a la industria de defensa y otros elementos restrictivos», señala la carta.
Dar este paso supondría un cambio muy significativo en la política crediticia de la entidad, que hasta hace relativamente poco tiempo tenía restringido incluso dar préstamos a las actividades de doble uso. Ya hace unos años que el BEI lo hace y ahora ha llegado el momento de un nuevo salto. ¿Hasta dónde llegará? Eso todavía está por concretar. Fuentes comunitarias apuntaban hace unas semanas a El País que veían complicado que el principal brazo financiero de la UE diera créditos a la fabricación directa de munición.