El reformista Masud Pezeshkian presidirá Irán tras vencer a su rival ultraconservador
Los votantes han dado la espalda al candidato radical respaldado por el régimen del ayatolá Jameneí
El régimen iraní ha sufrido este domingo un revolcón en las urnas. Masud Pezeshkian, considerado el candidato reformista y más moderado en las elecciones presidenciales, ha derrotado en las urnas a su rival ultraconservador, Said Jalili. Irán es una dictadura teocrática y el líder supremo seguirá siendo el ayatolá Alí Jameneí, pero la república islámica ha tenido que someter la presidencia a votación tras la muerte de Raisi, que ocupaba este cargo hasta su accidente de helicóptero el pasado mayo.
El reformista Pezeshkian ha ganado la segunda vuelta de las elecciones con el 53,6% de los votos, frente al conservador Jalili, que ha recibido el 44,3%, según los resultados preliminares del escrutinio anunciados este sábado por la Comisión electoral. Pezeshkian ha sido elegido por 16,4 millones de iraníes, superando al candidato favorito del líder supremo Jameneí, por el que se han decantado 13.530.179, ha anunciado el portavoz del organismo, Mohsen Eslami, en una rueda de prensa televisada y recogida por la agencia de noticias estatal IRNA.
çLas proyecciones apuntan así a que Pezeshkian se convertirá en el noveno presidente en la historia de la República Islámica de Irán, sucediendo al ultraconservador Ebrahim Raisi, que murió el pasado mayo en un accidente de helicóptero en la provincia de Azerbaiyán Occidental (noroeste). La tasa de participación en esta segunda vuelta ha alcanzado el 49,8% en unas elecciones en las que estaban llamados a votar 61 millones de iraníes.
Pezeshkian fue el candidato más votado de la primera vuelta, celebrada el 28 de junio, pero no consiguió el 50% de los votos necesarios más uno para lograr la victoria directa. El presidente es sólo el número dos en la estructura de poder de Irán, ya que el líder supremo Ali Jamenei ejerce de jefe de Estado y tiene la última palabra en todos los asuntos estratégicos. También es el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Iraníes.
Pezeshkian, un médico de 69 años de padre azerí y madre kurda, lleva más de 20 años en política, a la que entró después de participar en la guerra con Irak (1980-1988) y después de dirigir en los noventa la Universidad de Ciencias Médicas de Tabriz. Así, en el año 2000 se convirtió en viceministro de Sanidad durante la Presidencia del reformista Mohamad Jatami, quien un año después le nombró como titular de la cartera. Posteriormente, entró a formar parte del Parlamento en 2008, organismo del que llegó a ser vicepresidente entre 2016 y 2020.
En esta ocasión, presentó su candidatura a la Presidencia y se convirtió posteriormente en el único reformista en pasar el corte, lo que le llevó a recabar importantes apoyos en este espectro político, especialmente el del expresidente Hasán Rohani, quien ocupó el cargo entre 2013 y 2021, cuando fue reemplazado por Raisi. Desde entonces, ha reiterado su respaldo a los principios de la República Islámica y ha abogado por respetar las líneas fijadas por el líder supremo, quien sin embargo durante la campaña de cara a la primera vuelta se mostró veladamente crítico con el reformista e impulsó el voto a candidatos conservadores, disgregados en varios frentes.
Sin embargo, es conocido por su postura crítica a la dura represión contra el Movimiento Verde tras las elecciones presidenciales de 2009, en las que la oposición denunció un fraude para favorecer la reelección del conservador Mahmud Ahmadineyad, y contra las protestas tras la muerte de Amini, que se saldaron con cientos de muertos. De hecho, durante dichas movilizaciones, consideradas como uno de los mayores desafíos al estamento clerical desde 1979, llegó a afirmar que las autoridades eran responsables de la situación. «Es nuestra culpa. Queremos aplicar la fe religiosa a través del uso de la fuerza. Eso es científicamente imposible», sostuvo.