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Musk ha recibido 38.000 millones de dólares en subsidios pese a su cruzada contra las ayudas

Es uno de los mayores beneficiarios de dinero público de EEUU en las últimas dos décadas, según ‘The Washington Post’

Musk ha recibido 38.000 millones de dólares en subsidios pese a su cruzada contra las ayudas

Elon Musk visita a Donald Trump en la Casa Blanca. | Reuters

Elon Musk ha recibido al menos 38.000 millones de dólares en contratos gubernamentales, préstamos, subsidios y créditos fiscales a lo largo de estas últimas dos décadas. The Washington Post ha revelado que la Administración estadounidense ha ayudado al magnate cuando más lo necesitaba y su ascenso hasta convertirse en la persona más rica del mundo está estrechamente ligado al apoyo financiero del gobierno norteamericano. Musk es uno de los mayores beneficiarios de las arcas públicas de Estados Unidos, a pesar de su postura crítica hacia la intervención estatal y su defensa del modelo promovido en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), centrado en reducir el gasto público.

Este respaldo gubernamental a las empresas de Musk se remonta a más de dos décadas. En 2008, cuando Tesla tenía serios problemas financieros, Musk luchó intensamente para obtener un préstamo a bajo interés del Departamento de Energía. La situación llegó a un punto crítico cuando la compañía descubrió que le faltaba una certificación esencial de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), necesaria para asegurar el préstamo. En un intento desesperado, Musk contactó directamente con la administradora de la EPA, Lisa Jackson, para agilizar el proceso. Finalmente, Tesla recibió un préstamo de 465 millones de dólares en 2010, lo que permitió a la compañía desarrollar el Model S y poner en marcha una fábrica en Fremont, California. Apenas seis meses después, Tesla salió a bolsa.

Tesla, desde su fundación en Silicon Valley en 2003, también ha prosperado gracias a una ola de ayudas estatales. Ha recibido miles de millones de dólares en reembolsos y créditos fiscales de California, estado cuyo gobernador, Gavin Newsom, afirmó en una ocasión que «no habría Tesla sin los organismos reguladores y la regulación de California». La compañía asegura haber invertido más de 5.000 millones de dólares en el estado desde 2016 y haber empleado a más de 47.000 personas a nivel local.

Aproximadamente un tercio de los 35.000 millones de dólares en ganancias de Tesla desde 2014 proviene de la venta de créditos regulatorios federales y estatales a otros fabricantes de automóviles. Estos créditos, otorgados a las empresas que venden vehículos de cero emisiones, han sido una fuente crucial de ingresos para Tesla. De hecho, fueron determinantes para que la compañía registrara su primer trimestre rentable en 2013 y su primer año completo de beneficios en 2020. Según documentos presentados ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), sin estos créditos, Tesla habría perdido más de 700 millones de dólares en 2020; en cambio, reportó una ganancia de 862 millones de dólares.

Más de 6.000 millones de dólares en 2024

Casi dos tercios de los 38.000 millones de dólares han sido comprometidos a las empresas de Musk en los últimos cinco años. Solo en 2024, las administraciones federales y locales prometieron al menos 6.300 millones de dólares, el monto más alto hasta la fecha. Algunos hitos financieros clave incluyen el compromiso de Nevada en 2014, que destinó 1.300 millones de dólares a Tesla para la construcción de una gigafactoría.

Buena parte de esta financiación se ha destinado también a su otra gran compañía, SpaceX, sobre todo a medida que la NASA intensifica su programa lunar. Además, aunque el análisis se centra en contratos públicos, el monto real podría ser aún mayor, dado que los trabajos clasificados de defensa e inteligencia no están incluidos. La agencia Reuters informó que SpaceX ha estado desarrollando satélites espía para la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO), con un contrato estimado en 1.800 millones de dólares.

El análisis del Washington Post también señala que hay 52 contratos en curso con siete agencias gubernamentales —entre ellas la NASA, el Departamento de Defensa y la Administración de Servicios Generales— que podrían sumar 11.800 millones de dólares adicionales en los próximos años.

Tesla, por su parte, ha recibido alrededor de 11.400 millones de dólares en créditos regulatorios estatales y federales, destinados a fomentar la industria de los vehículos eléctricos. Las ventas de la compañía también han sido impulsadas por el crédito fiscal federal de 7.500 dólares para consumidores que adquieren vehículos eléctricos, aunque Musk ha abogado por eliminar este beneficio, argumentando que sus competidores lo necesitan más que Tesla.

La relación entre Musk y el gobierno estadounidense ha sido, en ocasiones, mutuamente beneficiosa. Las empresas de Musk han sido clave para los objetivos nacionales, como la exploración espacial y la expansión de los vehículos eléctricos. Sin embargo, expertos como Jeffrey Sonnenfeld, profesor de la Escuela de Administración de Yale, destacan que, a diferencia de gigantes tecnológicos como Nvidia, Microsoft y Amazon, Musk ha dependido más del dinero federal para cimentar sus negocios.

El desplome de las acciones de Tesla

Sin embargo, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca no ha traído el beneficio esperado para Musk. Después de que las acciones de Tesla subieran un 91% tras las elecciones estadounidenses de noviembre, la compañía ha perdido un 45% desde su pico en diciembre, evaporando casi todas sus ganancias postelectorales. De hecho, en lo que va de 2025, el desplome alcanza el 30,54%, con las acciones cerrando a 263,45 dólares, muy por debajo del precio objetivo de los analistas de 329,26 dólares, según un informe de Wedbush Securities del 19 de febrero y analizado por THE OBJECTIVE.

Los consumidores también están dando la espalda a la marca. En California, el mercado de coches eléctricos más grande de EEUU, las matriculaciones de nuevos Tesla cayeron el pasado año un 12%, mientras que otras marcas crecieron un 1,4%, según datos de la Asociación de Concesionarios de Coches de California. Ciudades tradicionalmente demócratas como Nueva York, Los Ángeles y San Francisco, donde Tesla era un símbolo de estatus y conciencia ambiental, también han visto desplomes en las matriculaciones.

Antes, el 22% de los compradores de coches de lujo en EEUU consideraban a Tesla como una opción. Ahora, solo un 7% lo hace. Una caída drástica que pone en cuestión el atractivo de la marca en un mercado cada vez más competitivo. Inicialmente, los inversores veían con buenos ojos la relación de Musk con Trump, imaginando que podría traducirse en regulaciones más favorables. Pero la situación se torció cuando el magnate, al frente del DOGE, comenzó a aplicar recortes drásticos en gasto público, incluyendo despidos masivos de funcionarios.

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