Trump desvela a su gabinete que Musk abandonará pronto el Gobierno de EEUU
Muchos dentro del Ejecutivo lo ven ya como un lastre, según informa el diario estadounidense ‘Politico’

Elon Musk y Donald Trump en el despacho oval | Kevin Lamarque (Reuters)
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha comunicado a su círculo más cercano que Elon Musk se retirará en las próximas semanas de su actual cargo de jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés). Así lo ha desvelado este miércoles el prestigioso periódico estadounidense Politico.
A pesar de que Trump sigue satisfecho con Musk y su iniciativa, ambos han acordado recientemente que ha llegado el momento de que el empresario regrese a sus negocios y adopte un papel más secundario. Así lo han asegurado de forma anónima tres fuentes cercanas a Trump al citado medio de comunicación.
La inminente retirada de Musk se produce en un contexto de creciente frustración dentro de la administración Trump y entre sus aliados externos por la imprevisibilidad del dueño de Tesla y Space X. Muchos lo ven ya como un lastre político, una percepción que se intensificó el martes, cuando un juez conservador respaldado públicamente por Musk perdió por 10 puntos su candidatura a un puesto en el Tribunal Supremo de Wisconsin.
El cambio supone un giro significativo en la relación entre Trump y Musk con respecto a hace un mes, cuando desde la Casa Blanca se afirmaba que el empresario «había llegado para quedarse» y que Trump encontraría la manera de extender su permanencia más allá del límite de 130 días.
Un alto cargo del Gobierno ha señalado que Musk probablemente conservará un papel informal como asesor y continuará haciendo apariciones ocasionales en la Casa Blanca. Otro funcionario ha advertido que quienes crean que Musk desaparecerá por completo del entorno de Trump «se engañan a sí mismos».
Quienes defienden a Musk dentro del Ejecutivo consideran que el momento es oportuno para el cambio, ya que creen que no hay mucho más margen para recortar en los organismos gubernamentales sin afectar gravemente su funcionamiento. Sin embargo, otros tantos lo ven como una figura incontrolable, que ha tenido dificultades para comunicar sus planes con los secretarios del gabinete y dentro de la cadena de mando encabezada por Susie Wiles. Sus frecuentes comentarios en X han generado caos en la Casa Blanca, al divulgar iniciativas sin coordinar ni revisar previamente, incluidas propuestas para desmantelar agencias federales.
El ‘referendum’ de Wisconsin
El riesgo político que supone Musk quedó en evidencia el martes, cuando los demócratas aprovecharon su inversión de unos 20 millones de dólares en la campaña de Wisconsin para convertirlo en un tema central de la contienda, con algunos considerándolo un referéndum sobre su figura.
Trump, sin embargo, llevaba días preparando una salida suave para Musk. Más de una semana antes de las elecciones, en una reunión de gabinete celebrada el 24 de marzo, informó a los asistentes de que Musk se apartaría de la administración, según una de las fuentes consultadas.
Justo después del anuncio, Trump permitió la entrada de la prensa para la parte final del encuentro, donde elogió a Musk, quien asistió luciendo una gorra roja con el lema Make America Great Again. Los secretarios del Gabinete, muchos de los cuales habían chocado con Musk en las semanas previas debido a su agresiva estrategia de reducción burocrática, se sumaron a los elogios.
«Elon, quiero darte las gracias. Sé que has pasado por mucho», dijo Trump, refiriéndose a amenazas de muerte y actos vandálicos contra vehículos de Tesla, antes de calificarlo como «un patriota» y «un amigo mío».
Ambos insinuaron públicamente la transición en los días siguientes. En una entrevista con Fox News el jueves, cuando Bret Baier le preguntó a Musk si estaría listo para marcharse cuando expirara su estatus de empleado especial, respondió de manera casi triunfal: «Creo que habremos cumplido la mayor parte del trabajo necesario para reducir el déficit en un billón de dólares en ese tiempo».
El lunes por la noche, Trump dijo a la prensa: «En algún momento, Elon querrá volver a su empresa». Y añadió: «Quiere hacerlo. Lo mantendría aquí tanto tiempo como pudiera».
«Como ha dicho el presidente, a esta Casa Blanca le encantaría contar con Elon tanto tiempo como sea posible», afirmó el martes el portavoz de la Casa Blanca, Harrison Fields, mientras llegaban los resultados electorales de Wisconsin. «Elon ha sido clave en la ejecución de la agenda del presidente y seguirá con esta labor hasta que Trump decida lo contrario».
No obstante, en el entorno de Trump hay un creciente alivio ante la inminente salida de Musk, lo que pondría fin a una serie de sobresaltos generados por su labor en la Dirección de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Entre ellos, el envío masivo de correos electrónicos un fin de semana exigiendo a los empleados federales que detallaran su productividad y la eliminación accidental de programas de prevención del ébola.
A ello se suman las preocupaciones sobre el papel de Musk como un factor de división política que ha servido para unificar a los demócratas en su contra.