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Obiang cumple un año de castigo diplomático a España por las causas judiciales en su contra

El régimen de Malabo mantiene la llamada a consultas de su embajador en Madrid en pleno acercamiento a Rusia

Obiang cumple un año de castigo diplomático a España por las causas judiciales en su contra

Teodoro Obiang en su última visita oficial a Rusia a finales de 2024. | Foto: Oficina Presidencial de Rusia

Cuenta Antonio Caño en su libro El monstruo español (Ed. La Esfera de los Libros) sobre Francisco Macías que cuatro días después del golpe de Estado que le dio su sobrino, Teodoro Obiang, el director general para África en el Ministerio de Asuntos Exteriores, Pedro López, viajó a Malabo para reunirse con el nuevo hombre fuerte de Guinea Ecuatorial. Nada más aterrizar, se nombró un nuevo embajador español, Juan Bautista, tras años de ruptura de relaciones diplomáticas.

Han pasado más de 45 años desde aquel 2 de agosto de 1979 que cambió la historia de la antigua colonia española, pero Obiang se aleja de España poco a poco, como hizo su tío en los primeros años tras la independencia. A punto de cumplir 83 años, se ha convertido en el presidente que más tiempo lleva en el poder en el mundo.

Malabo llamó a consultas a su embajador en Madrid, Miguel Edjand, el 22 de marzo del año pasado por lo que consideró «persecución de la Justicia española» contra varios miembros del Ejecutivo de la antigua colonia española. Así lo anunció en sus redes sociales Teodoro Nguema Obiang, más conocido como Teodorín y que en los últimos meses ejerce cada vez más como presidente de facto en sustitución de su padre, quien apenas se deja ver en público.

Desde ese anuncio, Guinea Ecuatorial no tiene representante oficial en Madrid y los asuntos de la embajada se llevan a nivel de encargado de negocios. Aquella decisión del Gobierno ecuatoguineano vino motivada por un auto de febrero del año pasado del juez Audiencia Nacional Santiago Pedraz, en el que dictó orden de detención e ingreso en prisión contra Carmelo Ovono Obiang, uno de los hijos de Obiang, investigado por el presunto secuestro y desaparición de cuatro miembros del Movimiento para la Liberación de Guinea Ecuatorial-Tercera República. Asimismo, emitió órdenes similares contra el ministro de Seguridad Nacional, Nicolás Obama Nchama, y el director general adjunto de Seguridad Presidencial, Isaac Nguema Ondo.

Dichas órdenes se produjeron después de que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ordenase a Pedraz dictar órdenes internacionales de detención contra todos ellos, tras estimar el recurso presentado por el MLGE3R, al que se sumaron las familias de las víctimas, contra la resolución del juez instructor en la que denegó esta medida. Pedraz había decidido ceder la causa a la justicia ecuatoguineana.

Ya en mayo de 2023, el vicepresidente ecuatoguineano había amenazado con suspender la cooperación militar con España si seguía adelante «el enjuiciamiento a altos cargos del Ejército» de su país. Y tras la retirada del embajador Edjand, nada ha cambiado en las relaciones bilaterales. Obiang y su hijo siguen sin ordenar el regreso de su representante a Madrid. Incluso, Malabo se ha acercado más que nunca a la Rusia de Vladímir Putin.

Obiang visitó Moscú en septiembre para recordar a Putin que su país no forma parte de la Corte Penal Internacional (CPI) y que, por tanto, podía visitar la antigua colonia española «sin riesgo de ser detenido». Además, le ofreció su hospitalidad para celebrar la próxima cumbre Rusia-África. «Rusia siempre ha sido un verdadero amigo tanto para Guinea Ecuatorial y de todo el continente africano, por lo que aprovecho la ocasión para expresar un agradecimiento especial al pueblo y Gobierno ruso por la importante labor que ha realizado para los países que sufrieron la colonización y el apartheid, cuando determinadas naciones dictaban sus propias reglas», dijo el presidente ecuatoguineano ante la Duma rusa.

En febrero de este año se supo por Efe que la empresa rusa de seguridad Wagner había desplegado mercenarios en Guinea Ecuatorial para proteger a Obiang y su familia. Los paramilitares se dejaron ver por las calles de Malabo, Bata -la primera urbe de la parte continental del país- y Akuakam, el pueblo natal del dictador. Fuentes militares ecuatoguineanas señalaron a la agencia española que la presencia de efectivos de Wagner ascendía a más de 350 mercenarios.

Torturas a ciudadanos españoles

El caso que investiga la justicia española se centra en el presunto secuestro y las posteriores torturas que habrían sufrido cuatro miembros del MLGE3R: los residentes en España Martín Obiang y Bienvenido Ndong y los nacionales españoles Feliciano Efa y Julio Obama Mefuman, que murió en la prisión de Oveng Azem (Mongomo), presuntamente fruto de esas torturas.

Los cuatro viajaron el 15 de noviembre de 2019 de Madrid a Yuba, en Sudán del Sur, donde habrían sido capturados y «trasladados clandestinamente en un avión oficial del régimen de Guinea Ecuatorial y encerrados en un centro de detención sito en Oveng Asem, en la demarcación de Mongomo», según la querella. «Han sido torturados y obligados a pedir perdón al líder del régimen ecuatoguineano bajo presiones frente a la TV pública de Guinea Ecuatorial», se indicó en el escrito.

La denuncia señala que Ovono Obiang y Obama Nchama habrían estado presentes tanto en el avión oficial que ejecutó el secuestro como dirigiendo «algunas de las sesiones de torturas en los sótanos del centro penitenciario». A los dos nacionales españoles se les habría imputado una presunta participación en un golpe de Estado contra el Gobierno ecuatoguineano, por la que habrían sido condenados en un juicio militar a las penas de 90 años y 70 años de prisión respectivamente.

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