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Internacional

Albares envía únicamente a la embajadora en Oslo a la ceremonia del Nobel de la Paz

La presencia de la diplomática en la entrega del premio a Machado supone repetir la situación de años precedentes

Albares envía únicamente a la embajadora en Oslo a la ceremonia del Nobel de la Paz

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. | Foto: Eduardo Parra / Europa Press

Tras el silencio oficial después de la concesión del premio Nobel de la Paz a María Corina Machado en octubre, el Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido ahora enviar únicamente a la embajadora en Noruega, Alejandra del Río, en representación de España a la ceremonia de entrega, según revelan fuentes diplomáticas a THE OBJECTIVE.

La presencia de Del Río en el principal acto diplomático del año en Noruega supone repetir la situación de años precedentes. El Ejecutivo noruego, a través del Comité Nobel, invita cada mes de diciembre a los embajadores acreditados en Oslo a dicha ceremonia a la que asisten los reyes y otros miembros de la familia real del país escandinavo. Países como Argentina, Ecuador, Panamá o Paraguay han enviado a sus respectivos presidentes al acto de este año en la capital noruega como gesto de apoyo a la oposición venezolana.

El hecho de que España no felicitase de manera oficial a la principal opositora venezolana a mediados de octubre provocó sonrojo y estupor de un buen número de diplomáticos del Ministerio de Asuntos Exteriores, quienes expresaron su temor de que el Gobierno de Sánchez haya dado un giro en su política hacia Nicolás Maduro en un momento de máxima tensión geopolítica en la zona del Caribe por las últimas decisiones de la Administración Trump contra el régimen bolivariano, entre ellas la autorización a la CIA para llevar a cabo operaciones encubiertas en suelo venezolano.

Al llamativo silencio de Pedro Sánchez, con su posterior mentira de que nunca opina sobre los premios Nobel de la Paz cuando en el pasado lo hizo en hasta seis ocasiones, se sumó la misma reserva por parte de Albares e, incluso, de la secretaria de Estado para Iberoamérica, Susana Sumelzo. Ambos no hicieron ninguna referencia ni en sus redes sociales ni en público a la decisión del comité noruego de distinguir a una figura iberoamericana como Machado. La misma actitud política que el régimen de Maduro, que optó por mirar para otro lado y no hacer ningún comentario al histórico premio para la líder opositora. Venezuela solo contaba hasta ahora con un premio Nobel, en la figura del inmunólogo Baruj Benacerraf, quien lo ganó en el apartado de Medicina en 1980.

Tras el inesperado anuncio, solo se conoció que Albares y la ministra de Defensa, Margarita Robles, felicitaron en privado a Machado en sendas llamadas telefónicas realizadas al presidente electo de Venezuela, Edmundo González, para que se lo trasladaran a la premiada, según desveló El Mundo y confirmaron a THE OBJECTIVE fuentes cercanas a este último. Una forma «poco elegante», a juicio de una fuente, que no se corresponde con los usos diplomáticos y que choca, por ejemplo, con las palabras –esta vez sí en público– del titular de Transportes, Óscar Puente, alegrándose por la distinción a la opositora y tildando de «dictadura» y «régimen evidentemente autocrático» al gobierno de Maduro.

El silencio de Moncloa y Exteriores preocupa entre los diplomáticos españoles porque sugiere que existe un temor a represalias de Maduro o, aún peor, que se está dando un giro político con el régimen de Caracas como ocurrió en 2022 con el Sáhara para congraciarse con Marruecos. Hay que recordar que España, al igual que el resto de países de la UE, no reconoció la reelección del sucesor de Hugo Chávez tras los comicios de julio del año pasado, si bien el embajador acreditado allí, Álvaro Albacete, mantiene interlocución con las autoridades locales y con miembros de la oposición.

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