La Academia del Cine Francés ha elegido a los cineastas Véronique Cayla y Eric Toledano como nuevos presidentes con el objetivo de renovar su imagen después de la polémica que suscitó el premio César que le fue entregado al director de cine Roman Polanski. La elección ha sido una formalidad, ya que eran los únicos candidatos al puesto, y fueron ratificados este martes por los 180 miembros de la asamblea general de la Academia, que no ha requerido quórum, como sostiene la Academia en un comunicado. El binomio recién elegido tiene la intención de continuar la labor de renovación ejercido por la hasta ahora presidenta en funciones, Margaret Menegoz, «cumpliendo rigurosamente las expectativas de paridad, transparencia, diversidad y democracia», aseguraron.
En contexto: Polanski ya anunció el pasado viernes que no participaría, pese a continuar siendo miembro del consejo. Los César han sido puestos en entredicho desde principios de año, acusados de opacidad y de falta de paridad. En cualquier caso, el sector cinematográfico francés ha aplaudido la decisión de colocar al frente de la institución a dos personas tan valoradas en la escena del país.
Esta reunión general extraodinaria se celebró por videoconferencia como medida de precaución sanitaria, se eligieron también los 42 representantes de las 21 ramas que constituyen la nueva junta. Véronique Cayla, de 70 años, ha ocupado durante muchos años altos cargos en el sector de la televisión y el cine en Francia. Fue directora del Centro Nacional de Cine, puesto que ocupó hasta el pasado verano. Por su lado, Eric Toledano, de 49 años, ha dirigido películas de éxito como Intocable.
El último director de La Academia del Cine Francés, Alain Terzian, dimitió junto con el resto del equipo directivo causando un gran revuelo. Poco después, en febrero los César otorgaron el premio de mejor director a Roman Polanski por la película El oficial y el espía. El galardón causó mucha indignación entre varios colectivos feministas, que incluso habían boicoteado la ceremonia.
Polanski, de 87 años, está acusado de violación de una menor en Estados Unidos en 1977. El cineasta rechaza someterse a la justicia de ese país y desde Francia no puede ser extraditado. Algunos grupos feministas acusaron a la Academia de ser «poco igualitaria» y de tener dificultades para renovarse. El pasado mes de septiembre, de las decenas de nuevos puestos que se eligieron, se mantuvieron en su puesto 18 miembros históricos que suscitó la crítica del sector.
