La Guardia Civil cree que Bernardo Montoya golpeó a Laura Luelmo contra el suelo de su casa

«Creemos que Bernardo Montoya golpeó a Laura Luelmo contra el suelo de su casa», son las declaraciones del coronel Ezequiel Romero, jefe de la comandancia de la Guardia Civil de Huelva, en una rueda de prensa para explicar los detalles sobre el caso de la joven zamorana y la detención de Montoya, asesino confeso de la profesora.

En este sentido, Romero ha explicado que según los primeros datos forenses, Luelmo fue «golpeada» contra el suelo y posteriormente trasladada al lugar donde fue hallada. Allí, Montoya agredería de ella sexualmente. «Los forenses nos dicen que sí hubo agresión sexual y nuestra hipótesis es que esta se realizó en el campo». Además, el coronel ha matizado que según su consideración y tras valorar la posición de las piernas y el cuerpo de Laura, la joven «no sufrió», aunque los forenses deberán determinar si en el momento de estas agresiones la joven «estaba viva o no».

Por otro lado, Romero ha explicado que, desde el primer momento, Montoya fue el «principal sospechoso en mayúsculas» de la desaparición de la profesora debido a sus antecedentes delictivos. «Desde el primer momento una patrulla vigiló todos los pasos del sospechoso» que fue detenido el pasado martes 18 de diciembre cuando se disponía a adentrarse en un camino pasado Valverde del Camino. Si bien, los investigadores de la Guardia Civil descartan que la joven Laura Luelmo pasase la noche que desapareció -la noche del miércoles 12 al jueves 13 de diciembre- en casa del asesino.

Las mentiras de Bernardo Montoya

El viernes 14 de diciembre, cuando un equipo de la policía judicial se encuentra en la casa de alquiler donde vivía la joven profesora, los agentes ven a Montoya salir de su casa, justo en frente de la de la Laura. «Los agentes le preguntan si ha visto a la chica. Montoya asegura en ese momento que no y que ni siquiera sabía que ahí vivía una chica». Era la primera mentira de quien ya tenía las manos manchadas de sangre.

Tras su detención, el asesino «nos cuenta una película», explica el coronel Ezequiel Romero, «se inventa muchas cosas, pero de alguna forma se autoinculpa. Reconoce que ha estado con Laura, nos dice que Laura le pregunta que dónde hay un supermercado, él le dice dónde y se va con su coche a esperarla a la vuelta. Nos dice que le ha gustado mucho y que por eso una vez que la vuelve a ver la quiere introducir en su coche, que en ese forcejeo ella se golpea con el coche en la frente, se queda mal, se asusta, y la tira en el campo, donde la encontramos. Dice que no la agredió sexualmente, simplemente se limitó a quitarle los pantalones y a realizarle una serie de tocamientos», sin embargo, la sangre encontrada en la casa de Bernardo, como en una de las fregonas, muestran que la joven fue secuestrada por este depredador, golpeada posiblemente hasta la muerte en ese lugar para horas más tarde encontrar su final tras ser agredida sexualmente en el campo.

Además, en la casa de Montoya los agentes encontraron algunos productos que la zamorana había comprado sobre las 17:20 en el supermercado del pueblo. Entre los objetos encontrados, dos botellas de agua y media docena de huevos.

Laura Luelmo desapareció el pasado 12 de diciembre en El Campillo, donde se encontraba desde el 3 del mismo mes para hacer una sustitución en el instituto de enseñanza  secundaria de Nerva, a ocho kilómetros de su nueva casa. Su cuerpo sin vida fue encontrado el 17 sobre las 13:30 por un voluntario de la Cruz Roja «en una zona de zarzas» a unos cinco kilómetros del pueblo onubense.