¿Es posible implantar la semana laboral de cuatro días sin que te recorten el salario?
La negociación colectiva es clave para que se entienda que la jornada laboral completa ya no es de 40 horas semanales, sino de menos
Está en boca de todos. La semana laboral de cuatro días supone trabajar menos tiempo y producir lo mismo o más, el sueño de empresarios y trabajadores. Pero existe confusión, ¿se mantiene el salario en todos los casos? ¿Sería trabajo a tiempo parcial? ¿Qué pasa con las cotizaciones? En THE OBJECTIVE te contamos cómo se debe implantar la semana laboral de cuatro días desde el punto de vista legal y cómo lo han hecho las empresas que ya la utilizan.
La reciente publicación de una investigación sobre los efectos de la jornada laboral de cuatro días ha puesto el foco en esta nueva modalidad de trabajo. La Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, ha dado a conocer el mayor ensayo realizado sobre esta manera de organización laboral.
El estudio, que se desarrolló durante seis meses en 61 empresas de diferentes sectores y tamaños, implicó a 2.900 trabajadores. ¿Los resultados? Mejora el bienestar de los trabajadores y las bajas por enfermedad se redujeron en un 65%, mientras que la fuga de talento cayó un 57% respecto del año anterior.
Y la productividad no se vio afectada. En 23 de ellas (todas las que disponían de estos datos), los ingresos se incrementaron en 1,4% de media. Por ello, en 56 darán continuidad a la semana laboral de cuatro días, de las cuales 18 la implantarán de forma permanente.
Claves de la semana laboral de cuatro días
¿En qué consiste? De lo que se trata es de una reducción estructural de la jornada laboral máxima sin recortar sueldos. Actualmente la jornada máxima legal es de 40 horas semanales, tal como establece el Estatuto de los Trabajadores. Pero las empresas pueden mejorar este horizonte. Por ejemplo, el convenio colectivo de actores y actrices de teatro de Galicia que establece que la jornada laboral completa será de 37 horas semanales; o el convenio colectivo de personal laboral del Ayuntamiento de Gijón, donde la semana máxima de trabajo es de 35 horas.
La semana laboral de cuatro días se basa en una regla muy sencilla: 100-80-100. Esto supone que se mantiene el 100% de salario, que los trabajadores desempeñan sus funciones en el 80% de tiempo y que la eficiencia se mantiene al 100%.
La negociación colectiva es la pieza clave para adaptar la distribución de la jornada laboral y mejorar los días de descanso semanal. Y la confusión surge porque esta se puede adaptar tanto para concentrar la jornada máxima en cuatro días sin recortar sueldos (que sería la verdadera jornada laboral de cuatro días) o bien para pactar una jornada a tiempo parcial, de carácter voluntario, con una reducción proporcional de los salarios.
Es decir, si la jornada laboral semanal de trabajo se reduce a cuatro días y no se mantiene el salario, estaríamos ante otro escenario: una reducción de jornada.
La jornada laboral de cuatro días: el punto de vista legal
Para que la jornada de trabajo completa se reduzca de cinco a cuatro días, será necesario negociarlo y pactarlo para que se entienda que esta ya no es de 40 horas, sino de menos. También para que la remuneración por esa jornada completa de menos horas sea la misma, tanto a efectos de salarios y de cotizaciones.
«Lo que hay que hacer es un acuerdo colectivo con los representantes de los trabajadores para que se entienda que la jornada completa ya no es de cinco, sino de cuatro días; que ya no es de 40, sino de 31 horas, por ejemplo. Es fundamental para que esta jornada de cuatro días continúe considerándose una jornada a tiempo completo y no una jornada parcial», apunta Álvaro San Martín, el responsable de Laboral del Bufete Casadeley.
Esto ocurre porque, incluso si se mantiene el nivel salarial, se podría dar el caso de que se esté cotizando por una jornada parcial con una retribución mayor. De ahí la importancia de que haya un acuerdo colectivo. «De lo contrario, esto puede suponer que a efectos de la Seguridad Social puedes estar cotizando menos horas, aunque ganes lo mismo a final de mes. Con lo cual la pensión de jubilación se vería reducida», aclara San Martín.
Empresas que recortaron jornada laboral y salario
Algunas empresas han presentado como jornada laboral de cuatro días lo que en realidad ha sido un cambio en las condiciones contractuales de sus trabajadores, incluida una reducción de salarios.
Es lo que ocurrió con Desigual. La iniciativa se sometió a votación, que aprobó el 86% de los trabajadores afectados (personal de oficinas centrales sin incluir a los equipos comerciales y de operaciones). En principio, se informó que se trataba de implantar la jornada laboral de cuatro días, pero en realidad implicaba cambios importantes en las condiciones contractuales: reducción de jornada y reducción de salarios. Cambios que también se sometieron a negociación pero que no suponía una jornada laboral completa de cuatro días.
La empresa informó en un comunicado que quienes no aceptaran dichas condiciones, debían comunicar a la compañía de forma voluntaria una rescisión de contrato, con una indemnización de 20 días de salario por año de servicio con un máximo de nueve meses. «En ningún caso se trata de un despido«, aseguraron en un comunicado, ya que se aplicaba lo indicado en el art. 41 del Estatuto de los Trabajadores. Es decir, una modificación sustancial de las condiciones de trabajo.
Un caso real de jornada laboral de cuatro días
Pero hay empresas que sí la han implantado y valoran la apuesta como positiva. Una de ellas es Software DELSOL, que hace tres años lo hizo para el 100% de la plantilla (hoy, 194 trabajadores) sin tocar el salario. Generaron gran interés: durante la primera semana su web incrementó las visitas en un 750% y recibieron más de mil curriculums.
¿Los resultados? Luis Salido, responsable de Marca de la empresa, asegura que la facturación ha crecido un 20% de media, con un incremento del 27% interanual en 2022. El absentismo se ha reducido (quitando el impacto de las bajas causadas por covid), ha mejorado el clima laboral y la retención del talento. Y en términos de sostenibilidad, se ha producido una reducción considerable de la huella de carbono: menos equipos encendidos, menos calefacción y aire acondicionado, menos uso del transporte.
Desde el punto de vista legal, destaca que no ha habido reducción salarial. Tras negociar con el comité de empresa, acordaron que la jornada completa sería de cuatro días distribuidas en 36 horas semanales en invierno y 28 en verano. Algunos empleados trabajan de lunes a jueves y otros en bloques de cuatro días continuados que van rotando.
No debe afectar ni a la productividad ni a los clientes
Fuentes legales especializadas en asuntos laborales confirman a este periódico que uno de los principales temores que tienen las empresas que consultan sobre el alcance de la semana laboral de cuatro días es si afectará a la productividad. Algunos consideran que resultaría casi imposible implantarla en todas las empresas debido a las peculiaridades propias de determinados sectores: cadenas de producción, sistemas de turnos, etc.
«Hay que tener claro que esto debe ser beneficioso para los trabajadores, pero en ningún caso puede afectar a la experiencia de cliente», apunta el portavoz de Software DELSOL sobre si esta medida podría mermar la productividad
¿Se puede implantar en cualquier empresa? Salido también cree que esta modalidad no es válida para todos. En el éxito de esta medida influye el sector, pero sobre todo factores como la visión a largo plazo de la compañía: por el camino hay que ajustar procesos, involucrar a todos los departamentos y a los directivos. Y realizar inversiones.
Ayudas del Gobierno a la semana laboral de cuatro días
Por su parte, el Gobierno ha querido incentivar la implantación de la jornada laboral de cuatro días en pymes del sector industrial sin reducir el sueldo. Y lo ha hecho con la puesta en marcha de un plan piloto, con una partida presupuestaria de 10 millones de euros que se distribuirá en ayudas de hasta 150.000 euros.
Según el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, el objetivo de este plan es obtener datos durante dos años que permitan obtener información de valor para determinar si es factible ampliar esta iniciativa al resto de la economía.
Entre las condiciones, que se implanten mejoras en la organización del trabajo, de los procesos productivos y formación de los trabajadores para incrementar la productividad. Está pensada para que afecte a un mínimo a un 30% de la plantilla en empresas de hasta 20 trabajadores y un 25% en empresas de entre 21 y 249 trabajadores, que deben tener contrato indefinido. Como mínimo, la jornada se debe reducir en un 10%.