Los coches de Tesla traen al presente la conducción del futuro

La compañía estadounidense Tesla Motors ha protagonizado noticias durante 2016 por varios motivos, pero cabe destacar de entre ellos el piloto automático de algunos de sus modelos de coches. En el mes de mayo, un conductor de un Tesla modelo S murió en un accidente al no poder esquivar un camión mientras tenía activada la conducción autónoma. La empresa mostró sus condolencias por el fallecimiento, pero recordó que era el primer accidente que ocurría con uno de sus coches e insistió en que son seguros.

Pero no todo son malas noticias. Unos meses más tarde, en agosto, un Tesla modelo X salvó la vida a su conductor. Este comenzó a encontrarse mal y decidió activar el piloto automático, que le llevó hasta el hospital más cercano, a 32 kilómetros de donde se encontraba.
En septiembre, Elon Musk, el director ejecutivo de esta compañía, declaró que estaban actualizando el piloto automático para prevenir accidentes como el ocurrido en mayo. Así, explicó que se estaban incluyendo mejoras como nuevos límites para conducir sin manos, aunque se recomienda mantener las manos en el volante todo el tiempo y mantener la atención en la carretera. Para evitar perder el control del coche, entre los cambios estará el de impedir temporalmente a los conductores usar el sistema automático cuando no respondan a las alertas sonoras para que retomen la conducción del vehículo.
En abril, la empresa presentó el que aspira a ser el primer vehículo eléctrico de masas del mundo, el Tesla model 3. Costará unos 35.000 dólares y, aunque comenzará a fabricarse en 2017, ya han recibido más de 19.000 pedidos.