La gimnasta estadounidense Simone Biles se ha quedado fuera de la final olímpica por equipos tras hacer solo el primer ejercicio, el de salto. Tras la retirada de Biles, Estados Unidos ha perdido una competición de gimnasia por primera vez desde 2010 y ha tenido que ceder el trono olímpico a Rusia (169,58 puntos).
Qué ha pasado: después de obtener con su salto, un Amanar con giro y medio, una nota de 13,766, la peor entre las integrantes su selección, la vigente campeona olímpica ha abandonado el escenario con el médico del equipo y ha regresado unos minutos después. En las asimétricas, en las que iba a ser titular (lo son tres por país en cada aparato), ha sido reemplazada por Jordan Chiles. Poco después se ha anunciado que no disputaría el resto de la final. La final femenina individual se disputará el próximo martes. Biles es, de momento, duda.
Estados Unidos ha gando pese a todo la medalla de plata (166,096) y Gran Bretaña la de bronce (164,096), su primer podio.
Para Rusia, su oro es el primero desde la desintegración de la Unión Soviética. Los rusos ganaron igualmente el oro por equipos masculinos el lunes. Lo más reciente que se parezca a este doblete es la victoria de los dos Equipos Unificados en Barcelona’92.
La final ha concluido sin una explicación clara sobre el problema de Simone Biles, que, al igual que hace dos días en la ronda de clasificación, se ha mostrado seria y nerviosa al iniciar el concurso. «Un asunto de salud», ha dicho su federación en un escueto comunicado.
En las asimétricas, en las que iba a ser titular (lo son tres gimnastas por país en cada aparato), Biles ha sido reemplazada por Jordan Chiles y poco después se anunciaba que no disputaría el resto de la final. Seguida por decenas de cámaras, Biles ha dedicado el resto de la noche a animar a sus compañeras en su persecución del equipo ruso.
