Los tres mejores tipos de pan (para aquellos que buscan estar sanos y adelgazar)
Muchas personas eliminan el pan de su dieta cuando quieren perder peso o cuidarse, y en realidad solo hay que elegir uno mejor
Uno de los primeros alimentos que nos quitamos cuando queremos adelgazar –o simplemente mejorar nuestra salud– es el pan. Y tiene cierto sentido, ya que este alimento incluye hidratos de carbono simples, y si queremos perder peso deberíamos limitar su consumo.
A pesar de esto, hay muchas personas que no pueden vivir sin pan y que llevan el refrán («esto es como un día sin pan») hasta su máxima expresión, incluso cuando de hacer dieta o cuidarse se trata. Y para todos ellos tenemos buenas noticias, pues no es necesario renunciar al pan para cuidar la figura.
Además, la clave para adelgazar y estar sano no es limitar al máximo nuestra dieta, sino cambiar de hábitos. Y uno de ellos puede ser sustituir el pan blanco por otros que te contamos a continuación y que son mucho mejores.
Los cuatro mejores tipos de pan
Como te decíamos, hay muchas personas que eliminan los carbohidratos de su dieta cuando quieren adelgazar, y aunque puede ser una buena idea, no lo es tanto si sentimos que nos estamos limitando o si estamos demasiado acostumbrados a consumir pan a diario.
Además, el pan tiene fibra y almidón, lo que proporciona una liberación lenta y constante de energía, por lo que es menos probable que tengas antojos según va pasando el día, lo que te permitirá seguir el régimen y no abandonarlo.
Como vemos, lo ideal no es eliminar este alimento de tu dieta (si no quieres) y sí elegir el más indicado (y el pan blanco no lo es). Te damos otras tres opciones muchísimo más sanas y nutritivas:
1) Pan germinado de espelta
El pan germinado de espelta únicamente lleva grano integral de espelta germinado y agua, por lo que es inmensamente nutritivo y saciante. Se elabora germinando la espelta en agua durante 2-3 días; a continuación, se muele y se cuece a baja temperatura.
La espelta es la variedad de trigo considerada como la más antigua del mundo. Consta de un 75% de hidratos de carbono y un 15% de proteínas, las cuales incluyen un aminoácido esencial, la lisina, clave por su contribución en la absorción del calcio y el desarrollo de las defensas. Su baja aportación de grasas y su gran cantidad de vitaminas del grupo B hacen de la espelta un cereal muy completo, así como el pan elaborado con este cereal.
2) Pan de centeno
Actualmente, en muchos supermercados venden pan de centeno, por eso hemos de fijarnos bien en la composición y comprar aquel que no lleve aditivos. Este es el pan que más fibra y nutrientes tiene, y es una potente fuente de hierro y vitaminas B. Su baja cantidad de grasas y su elevado contenido en vitaminas (B1, B2, B3, B5 y B9) han llevado a la OMS a recomendarlo.
3) Pan de trigo integral 100%
Por última opción te recomendamos el integral 100%. Debes ir con ojo también y elegir solo aquellos que estén hechos con grano entero y con harina de trigo. Los expertos aseguran que hemos de escoger aquel que aporte tres gramos de fibra y de azúcar por rebanada.
Más parecido al blanco que los anteriores, el integral se diferencia de su hermano porque está cocinado con harina menos refinada, es más rico en vitaminas y minerales y aporta una mayor cantidad de fibra.
Como siempre te decimos, es mejor que te enfoques en comer bien –y de todo– que en limitarte, y el pan es un ejemplo ideal. No tienes por qué eliminarlo de tu dieta, pero sí cambiarlo por otro más sano. Los mencionados (de espelta, de centeno e integral) son mejores que el blanco porque sacian más y aportan más fibra, lo que está relacionado con una menor absorción de glucosa, pues su consumo produce un menor nivel de azúcar en sangre, lo que favorece la regulación del peso al no darte subidones y bajones repentinos de energía.