Quién es Blanca Miró, la joven catalana que está conquistando el mundo de la moda

A Blanca Miró Scrimieri (Barcelona, 1992) no le gusta definirse como ‘influencer’ y quizá no lo sea, pero su capacidad de influencia en lo que a moda y tendencias se refiere, tanto en nuestras fronteras como fuera, es innegable.

Actualmente, la joven, de 29 años, es una de las personalidades más valoradas por las marcas y los diseñadores. Es habitual verla en los desfiles de Milán y París, y son habituales sus colaboraciones con grandes firmas como Paco Rabbane, Chanel, Dior o Gucci así como sus incursiones en las revistas de moda de todo el mundo.

Su estilo peculiar y diferente la han convertido en todo un reclamo, tanto para las marcas como para la gente de a pie. En su Instagram ya acumula más de medio millón de seguidores (556.000), lo que le han valido para ampliar su dominio fuera de las redes sociales.

Diseñadora y empresaria de éxito

Blanca Miró ha sabido sacar partido a su éxito y a su corta edad ya ha fundado tres negocios: Vasquiat (un store multimarca que acaba de abrir su primera tienda física en Barcelona y que fue creado en 2018 junto al emprendedor Rafa Blanc), La Veste (una firma de moda, de estilo vintage y naif, creada el mismo año, junto a la diseñadora Maria de la Orden) y Delarge (una marca de gafas un tanto extravagantes).

Los recientes pasos empresariales de Blanca Miró revelan que lista es un rato. Aunque Instagram parece que va a seguir muchos años y que tanto ella como sus similares van a poder continuar viviendo de ello, nunca se sabe, por eso cada vez hay más jóvenes que se han lanzado a abrir negocios online, como una forma de diversificar su fuente de ingresos.

Blanca Miró siempre ha sido una apasionada de la moda

A Blanca Miró le ha interesado la moda desde pequeña, un gusto que igual heredó de su madre, Rosarietta Scrimieri, que es decoradora de interiores –una profesión que, por cierto, apasiona a Blanca, pues tiene una cuenta de Instagram dedicada únicamente a ello y centrada en la decoración de las mesas–. Su padre era Carlos Miró, fallecido en 2017 y quien trabajaba con coches clásicos.

Tanto Rosarietta como Carlos le dieron una educación académica exquisita a Blanca, aunque ésta no la quiso. Comenzó la carrera de Marketing y Comunicación pero la dejó porque se aburría. Antes de eso, con 17 años, asistió a unos cursos de verano en la escuela de arte Central Saint Martins de Londres, los cuales le inspiraron para tomar el camino de la creatividad en el futuro.

El arte, de hecho, es la base de toda su carrera. «Me apasiona crear, descubrir y dar a conocer marcas que aún están un poco escondidas y merecen ser descubiertas por el talento que tiene el diseñador que está detrás. Veo arte y creo historias por cada esquina que piso en este mundo, y trato de plasmar todo esto mediante las redes sociales, que son la plataforma de comunicación de nuestra generación. Me gusta compartir mi trabajo y soy consciente de que las redes sociales ayudan a llegar a cifras considerables de gente. Gracias a todo este conjunto yo me gano la vida, eso sí, trato de reinventarme en mi día a día para no quedarme nunca estancada», dijo en una entrevista con El País.

Un estilo diferente

Blanca Miró, al contrario que otras colegas de profesión, no comparte apenas datos ni fotos de su vida privada. Sus días suelen comenzar a las 8 de la mañana, ya que ella es «diurna», como confesó en una ocasión, y por eso suele acostarse sobre las 23.30.

Entre medias, la también consultora de moda comparte muchas instantáneas en su perfil de Instagram. Casi cada día, publica su outfit, y nos arriesgamos a afirmar que no encontrarás a otra mujer vestida como ella, pues su estilo es de lo más peculiar.

La catalana combina estampados y tejidos como sólo ella sabe. Suele rendirse a prendas amplias con toques bohemios y chic. Su cabello rubio y largo, su gusto especial y su nutrido armario han hecho de Blanca un referente en todo el mundo, y apenas acaba de empezar.