Sexo oral para él: las dudas que siempre tienen las mujeres, al fin resueltas
Nadie nace sabiendo, y aunque practicar felaciones parezca fácil, lo cierto es que no lo es tanto, pues siempre hay dudas que nos asaltan
El sexo oral cuando es él el que recibe, o felaciones (aunque suena peor), parece fácil, pero lo cierto es que tiene su complicación. Las mujeres, por normal general, hablan entre ellas sobre sus sentimientos, pero no todas lo hacen sobre sus prácticas sexuales. Quizá vergüenza, quizá remilgos… sea como fuere, muchas tienen dudas acerca de las felaciones pero muy pocas se atreven a preguntar o a intercambiar información con sus allegados.
Aunque los hombres siempre digan que el sexo oral cuando es ella la que recibe, o cunnilingus (esto suena mejor), es más difícil (y es verdad), las mamadas (otro nombre aún peor, no lo repetiremos) también requieren de trucos, habilidades e información previa.
A continuación, te mostramos cuáles son las dudas más frecuentes que las mujeres tienen acerca de las felaciones y cómo pueden solucionarlas.
¿Qué hago si él tiene prepucio?
Muchas mujeres se encuentran, de pronto, con un pene sin prepucio, y no saben si deben actuar con normalidad o tener un especial cuidado. La respuesta es simple: no se necesita hacer ninguna modificación en cuanto a otro pene con prepucio.
¿Y si él tiene todavía el pene escondido en el prepucio?
Si resulta que el hombre, cuando comenzamos la misión, tiene todavía el prepucio en su sitio (ver imagen de arriba si hay dudas), debemos moverlo con las manos hacia arriba pero muy (¡muy!) despacio, para que él sienta la calidez de la lengua.
¿Cómo evito las arcadas?
Aunque muchos dicen que sin arcada no hay… en realidad no tiene por qué ser así. Si, en tu caso, sueles tener muchas arcadas y quieres evitarlas, coloca la punta de la lengua en el paladar para bloquear la garganta. Así desaparecerán.
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¿Debo hacer la garganta profunda?
La garganta profunda, o introducir el pene hasta el final de la garganta de ella, es común en la pornografía, pero no tanto en la vida real. Muchas mujeres sienten cierta presión por llevar a cabo esta práctica, y lo cierto es que no es esencial para el placer del hombre, es más un mito. Él apenas notará la diferencia entre unas felaciones bien hechas o la garganta profunda.
¿Me lo trago o no?
A algunos hombres les encanta que su pareja se trague el semen, y a otros les da exactamente igual. De la misma forma, hay mujeres a las que les enamora esta práctica, y existen hombres que lo ven un poco asqueroso. Así que haz lo que quieras.
Si te lo tragas, debes saber que el valor nutricional de este fluido es casi inexistente: se compone de proteínas, enzimas, fructosa y vitamina C, pero sus cantidades son tan ínfimas que apenas alimentan.
Y también has de conocer, antes de llevar a cabo la práctica, que hay personas que son alérgicas al semen. Un estudio realizado en la Universidad de Manchester reveló que hasta el 12% de las mujeres de entre 20 y 30 años podría ser hipersensible al esperma y no saberlo. Así que si nunca lo has hecho, ve con cuidado.
¿Qué hago si se me cansa la boca?
La boca se cansa al poco tiempo de comenzar a realizar una felación, sobre todo si se hace con intensidad. Muchas mujeres aguantan y aguantan hasta que no pueden más. Les da apuro detener el asunto cuando él está disfrutando tanto, pero a veces es inevitable hacerlo. En estas ocasiones, se puede seguir con la mano, al mismo ritmo, y una vez que se haya descansado la boca, volver al tema, si se quiere, claro, que esto se trata de disfrute mutuo.
¿Qué hago si se me mete semen en el ojo?
Más de una ha experimentado esto en sus propias carnes, y lo cierto es que no puede ser peor. Cuando el semen entra en contacto con el ojo, éste comienza a arder, a escocer y se enrojece. Aunque parezca el fin del mundo en ese momento, sobre todo si es la primera vez que sucede, no debes preocuparte, pues el efecto pasará al cabo de unos minutos (más bien una hora).
¿Qué hacer mientras? Debes evitar frotarte los ojos y enjuagarlos con abundante agua lo antes posible. Después, paciencia.
¿Y si le huele mal el asunto?
Todos tenemos un olor particular, pero si el de tu pareja huele mal, no merece la pena pasar el mal trago. Muchas veces nos censuramos a nosotros mismos para no hacer daño al otro, y al final, en asuntos de pareja, es un error. Si huele mal, dile que se dé una ducha si quiere su premio. Y si no, pues a otra cosa.
¿Qué hago con los testículos?
Muchas tienen la duda de qué hacer con los testículos durante las felaciones. La respuesta es clara: lo que quieras. Las hay que los acarician, las hay que los besan y lamen mientras siguen con la mano, existen las féminas que presionan el perineo, que es la zona que dista entre el final del escroto y el ano, y que en algunos hombres es muy placentera, etc.
¿Cómo sé si lo estoy haciendo bien?
Puedes preguntarle directamente, y si te da vergüenza o pereza puedes descubrirlo atendiendo a su lenguaje no verbal. Si gime, cierra los ojos de placer, te mira fijamente, te acaricia la cabeza, jadea, mueve la cadera… tenlo claro: le está encantando. Si no hace apenas un ruido y está tenso, le está horrorizando y es hora de cambiar de plan.
¡Suerte!