Cómo acabar con el agotamiento físico y mental en cinco sencillos pasos
El término «agotamiento» nació en la década de los 70, pero hoy en día lo sufrimos más que entonces, sobre todo tras el covid
La cuesta de enero ya la hemos superado, en teoría, pero algunos no remontan desde hace meses o incluso años. Este agotamiento físico y mental se ha visto propiciado por la pandemia del covid-19. La Organización Mundial de la Salud (OMS) llamó a este sentir «fatiga pandémica», un estado de ánimo en el que están presentes la desmotivación, el estrés o la apatía.
Aunque parezca algo nuevo, el agotamiento, como término, ya se popularizó en la década de 1970, de la mano del psicólogo Herbert Freudenberger, que bautizó así este sentimiento al observar al personal de una clínica de salud en Nueva York. Según el experto, este agotamiento era una sensación de fatiga extrema que aparecía como una respuesta al estrés y a las expectativas abrumadoras.
El año 2020, con la pandemia, vino un nuevo agotamiento, y ahora sufrimos las consecuencias. A muchos les cuesta levantarse de la cama y rendir en su vida personal y laboral. Una cuesta que se ha visto magnificada en enero pero que no es muy diferente a la que sentían antes. Veamos cómo podemos evitar ese sentimiento a continuación:
No revises tu email desde la cama
La psicóloga Jacinta M. Jiménez, autora de The Burnout Fix, explica en la edición británica de la revista Men’s Health que es fundamental no mirar el móvil ni el email en la cama, recién despertados, ya que esto puede desencadenar la respuesta de estrés de el cuerpo.
«Agregar estímulos estresantes cuando nuestros niveles de cortisol ya son altos no nos prepara para comenzar el día tranquilos, concentrados y centrados», puntualiza. Como alternativa, propone que hagamos un minuto de respiración profunda y lenta antes de levantarnos de la cama. Otras opciones: meditación, correr, pasear, yoga u otro pasatiempo relajante.
Si trabajas en casa, ten una rutina al acabar la jornada
Los que trabajan en la oficina suelen desconectar en el trayecto de vuelta a casa. Así, cuando entran por la puerta, ya han hecho un antes y un después en su día, lo que les permite relajarse antes. Sin embargo, los que trabajan en casa, aunque sea algunos días a la semana, obvian este paso.
Por eso, los expertos recomiendan crean un hábito que active los mismos mecanismos del cerebro que los que se producen cuando hacemos el trayecto del trabajo a casa. Es decir, al acabar la jornada laboral, deberás realizar una actividad para decirle a tu cuerpo que ya has finalizado por hoy. Esto podría ser dar una vuelta a la manzana, ir al gimnasio, escuchar música, etc.
No trabajes en los días libres
El agotamiento supone que mucho trabajo se quede sin hacer, lo que obliga al que lo sufre a rematarlo en sus días libres. Y es la pescadilla que se muerde la cola, pues, según los investigadores de la London Business School y la Universidad de Cornell, trabajar en los días libres afecta negativamente a la motivación, lo que conduce a una menor satisfacción laboral.
Ten más vida social
Otro remedio al agotamiento físico y mental pasa por la necesidad de desconectar. La pandemia ha hecho que muchas reuniones sociales se espacien en el tiempo o que acaben por desaparecer. A todo ello se suma que durante estos dos años muchos amigos han dejado de serlo y a que el trabajo en remoto nos deja sin las cervezas de los jueves.
Por todo ello, los expertos recomiendan hacer más esfuerzo en mantener un círculo social y salir más con amigos o compañeros.
Reorganiza tu rutina
Los psicólogos abogan por completar las tareas más estresantes y complicadas alrededor de una hora después de tomar el primer café del día, ya que entre las 10 y las 11 de la mañana es cuando rendimos más. Asimismo, no hay que exigirse de más. El agotamiento ocasiona que ralenticemos todas las tareas, por eso es mejor hacer dos y acabarlas que empezar cuatro y no finalizar ninguna de ellas.