Escote español: los riesgos para la piel de pecho y cuello por tomar mal el sol
Cuello y pecho sufren las inclemencias climáticas de un país con insolación, altas temperaturas y, sobre todo, poca fotoprotección
No es que haya escotes mucho y muy españoles, pero no es la primera vez que nos encontramos ante el concepto ‘escote español’. Más allá de lo estético, la realidad es que estamos hablando de una forma determinada o un tamaño, sino de cómo afecta la insolación a esta zona, especialmente delicada.
Sin embargo, es habitual que la protección solar pase desapercibida en una zona que, por contra, no suele estar bien guarnecida. Durante el otoño y el invierno, ni cuello ni pecho suelen enfrentarse a demasiadas horas de sol. Puede ser por el tipo de estación o por una cuestión de temperaturas, pero la realidad es que no suele ir demasiado desprevenido.
Cambia el renglón a medida que la primavera aparece. Prescindimos de mangas largas, de ropas muy abrigadas y empezamos a promover un cierto destape que deja más al descubierto cuellos, gargantas y parte de las clavículas, abriendo incluso una ventana al pecho.
Qué es el escote español
El concepto, no aún muy popularizado, de escote español no es un patrimonio nacional. Es susceptible de aparecer a cualquier persona —incluso no tiene por qué ser exclusivamente femenino—, pero sí es cierto que afecta mucho más a las mujeres. Las causas de su aparición son sencillas y tienen mucho que ver con nuestros hábitos de vida. Según explican desde Centro Médico Estético Dr. Martínez Quindós, las claves son claras.
- Más horas de sol
- Mucha más vida al aire libre
- Bajo cuidado de la zona
Estos tres factores convierten la zona del cuello y el pecho en una zona con una piel menos firme, más arrugada, más deshidratada y con una mayor pigmentación. Como explica la doctora Bárbara Fernández, directora del citado centro médico, «las españolas suelen hidratar menos la zona del cuello y el escote». En el mismo sentido, aclara que también «aplican poco SPF [factor de protección solar]», por lo que el paso del tiempo produce «un descolgamiento del tejido y un claro envejecimiento pigmentario».
También lo explica Estefanía Nieto, directora técnica de la empresa de cosméticos Omorovicza, que indica las diferencias de piel en según qué zonas del cuerpo. «La piel del cuello y del escote producen menos colágeno, lo que le hace más susceptible de presentar arrugas», advierte. Una realidad que se hace aún más patente cuando recordamos que también hay menos glándulas sebáceas en la zona. Por tanto es un tejido más fácil de deshidratar ya que carece de hidratación natural.
Consecuencias del escote español
Zona olvidada por antonomasia, no es solo el hecho de no hidratar la zona, como explica Raquel González, directora de educación de la marca de cosméticos Perricone MD. «No se hidrata, no se apliquen principios antiedad o, sobre todo, que no se le entregue la protección solar necesaria», lamenta.
Razón por la que advierte de que «tengamos en cuenta que somos un país latino con más altas temperaturas y horas de sol». Una realidad que luego promueve que «llevemos el escote más desprotegido y esté fotoexpuesto». Para más inri, Raquel González también recuerda que «posee una piel más sensible».
Los síntomas estéticos de la aparición del escote español acaban produciendo tejidos descolgados, despigmentados y arrugados, con una clara falta de elasticidad. Como es lógico, a los cambios estéticos, también podrían sumarse la presencia de unos riesgos fotosensibles asociados.
Los distintos cánceres de piel suelen aparecer con más frecuencia en las partes más expuestas al sol, según explican en Mayo Clinic. Es el caso tanto de los carcinomas (basocelular o espinocelular) y del melanoma, cuya reducción del riesgo está asociada a evitar la exposición a la radiación ultravioleta.
A ello se suma también ciertos factores de riesgo, como pueden ser la piel clara o los antecedentes de quemaduras solares. También, como es lógico, a una mayor exposición al sol o a vivir en climas especialmente soleados y, sin que pasen desapercibidas, grandes altitudes.
Cómo evitar su aparición
La proliferación del escote español vuelve a estar asociada a los mismos patrones de protección que el resto de la piel. Aunque hemos de ahondar en ciertos procesos, sobre todo tras la insolación. En este caso, el uso de cremas hidratantes o after sun es especialmente relevante, ya que se trata de una zona de gran exposición y donde la tirantez es especialmente acusada.
- No exponerse al sol durante las horas centrales del día.
- En caso de hacerlo, utilizar fotoprotección de alto grado, incluso algunas destinadas especialmente a las zonas más sensibles.
- Utilizar ropa que permita repeler parte de los rayos UV.
- Hidratar de manera continua la piel tras la exposición para evitar rojeces, incluyendo productos que eliminen la pigmentación y las manchitas en la piel.