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Eyaculación femenina y 'squirting': cómo aprender a diferenciarlos de una buena vez

Todos hemos oído, visto o escuchado algo sobre la eyaculación femenina y el squirting, pero en realidad apenas nadie sabe qué es realmente

Eyaculación femenina y ‘squirting’: cómo aprender a diferenciarlos de una buena vez

El squirting no es tan sexy como crees | Unsplash

Todos hemos oído, visto o escuchado algo sobre la eyaculación femenina y el squirting, pero en realidad apenas nadie sabe qué es realmente. Algunos creen que se trata del fluido vaginal que expulsan las mujeres cuando lubrican, otros consideran que responde únicamente a una especie de ‘chorro’ que sale disparado, los hay que opinan que sólo unas pocas féminas pueden eyacular o los que piensan que es todo un mito.

Una serie de teorías que no hacen más que crear desconocimiento acerca de esta parte de la sexualidad tan sumamente olvidada. Para responder a todas nuestras dudas –y las tuyas– en THE OBJECTIVE hemos consultado a Sara Cañamero, sexóloga, matrona y CEO de Maternatal.

A continuación, todo lo que siempre quisiste saber sobre la eyaculación femenina y el ‘squirting‘ y nunca te atreviste a preguntar:

¿Qué es exactamente la eyaculación femenina?

La sexóloga es consciente de que es un tema desconocido por todos, sobre todo porque aún «falta mucha investigación» al respecto. Sin embargo, algo sí se conoce.

«La eyaculación femenina es la emisión de líquido, parecido al seminal (el de los hombres), a través de las glándulas de Skene (lo que denomina como ‘próstata femenina’). Desde el punto de vista bioquímico se ha visto que su composición es muy similar al semen, ya que contiene PSA (antígeno prostático específico) y PAP (ácido prostatico fosfatasa). Ocurre en 2/3 de las mujeres estudiadas y es innato», nos cuenta Cañamero.

squirting

¿Es lo mismo que el ‘squirting’?

No, la eyaculación femenina y el squirting no son lo mismo. «El squirting es la expulsión de líquido a través de la  uretra durante la excitación o el orgasmo, pero no está relacionada con la intensidad de los mismos. Se estima que ocurre en torno al 10% de las mujeres. Ambos términos se usan a veces como sinónimos pero fisiológicamente y bioquímicamente son diferentes».

Al respecto, la eyaculación es muy similar al líquido seminal, es escasa, espesa, de sabor dulce porque contiene fructosa. Y el squirting es orina diluida.

La eyaculación femenina ocurre durante el orgasmo, y se da en un número elevado de mujeres –aunque no todas lo perciban, ya que es algo innato. «Sin embargo, el squirting se produce gracias la estimulación del punto G durante la excitación, y se puede aprender y conseguir. Así que sí todas las mujeres podrían llegar a experimentar un squirting mediante el conocimiento y estimulación adecuada de su anatomía».

¿Qué relación tiene el ‘squirting’ con el punto G?

Las investigaciones realizadas hasta la fecha han encontrado una relación entre el punto G femenino y el squirting. Para empezar, veamos qué es el punto G, algo que parece novedoso pero que en absoluto lo es.

En el siglo XVII, el médico Regnier de Graaf (1641-1673), que investigó durante años la anatomía y fisiología del sistema reproductor humano, ya localizó una zona en la uretra femenina con una mayor sensibilidad, a la que se denominó de Punto G.

Esto, como sabemos, no es un punto, sino más bien una zona más o menos amplia, a la que se denomina «complejo erótico de la pared anterior» y que posteriormente se dio a conocer como «zona G», «complejo clito-uretro-vaginal (CCUV)» o «punto G».

Reinier de Graaf
Reinier de Graaf

Durante años, los médicos pensaban que lo que las mujeres describían durante las experiencias sexuales cuando hablaban de la emisión de grandes cantidades de líquido, que requería muchas veces el cambio de sábanas, eran episodios de incontinencia urinaria, ya que la eyaculación solo estaba normalizada en el varón.

«Pero en 2014 todo cambia gracias a una investigación en la que participaron mujeres que afirmaban eyacular y en las que se emplearon pruebas de imagen para demostrar este hecho», apunta la sexóloga.

«Mediante ultrasonido, demostraron que las vejigas de las participantes estaban vacías antes de la estimulación sexual. Más tarde, se estimularon y eyacularon mientras seguían siendo monitorizadas durante todo el proceso. Se vio entonces que sus vejigas se iban llenando mientras aumentaba la excitación y que, tras la eyaculación, volvían a estar vacías».

De esta forma se demostró que este fenómeno puede ocurrir, y es lo que se denomina squirting, que es, básicamente, «la emisión involuntaria de orina durante el acto sexual, junto con trasudado vaginal, y secreciones prostáticas provenientes de las glándulas de Skene».

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