Peligros y riesgos de consumir huevo en verano (y consejos para reducirlos a cero)
Con la llegada del verano y las altas temperaturas hay muchos que dudan sobre si es bueno o no comer huevo en esta época del año, y la respuesta es amplia
El huevo es uno de los alimentos más consumidos, y razones no faltan, ya que es el alimento más nutritivo que existe después de la leche materna. Sin embargo, con la llegada del verano y las altas temperaturas muchos dudan de si seguir comiéndolos o no. Los expertos aseguran que no hay problema en ello siempre que se tomen medidas:
- En primer lugar, trata de comprar los huevos lo más frescos posible. Esto es una norma que deberías aplicar siempre, pero más especialmente en las épocas más calurosas del año. Así, pues, revisa la fecha de puesta en el comercio antes de adquirirlos y tenla siempre presente para consumirlos antes de que caduquen.
- En segundo lugar, debes extremar la higiene (lávate las manos al cocinar o al manipularlos, usa paños limpios y mantén desinfectadas superficies y utensilios), y nada más llegar a casa guarda los huevos en la nevera, en una de las baldas –no en la puerta– y dentro de su estuche.
- Además, debes tirar a la basura cualquier huevo con fisuras, por pequeñas que sean. La cáscara es el mejor escudo protector natural contra enfermedades, y si esta se ha roto el interior puede estar contaminado.
Cómo cocinar los huevos en verano para evitar riesgos
A continuación, recogemos algunas recomendaciones de los expertos de Pazo de Vilane:
- Cocínalos hasta cuajarlos perfectamente. Como decíamos anteriormente, y si has seguido las pautas anteriores, el riesgo de salmonela es muy bajo, pero si además el huevo está cocinado a altas temperaturas, lo neutralizas. No hay una forma mejor que otra de cocinar huevos en verano, siempre y cuando hayan alcanzado una temperatura adecuada. Así, son igual de seguros los cocidos, que los cocotte (al horno) o los fritos.
- Si los haces en tortilla, pasados por agua o poché, asegúrate de que hayan estado a temperatura elevada el tiempo suficiente.
- No dejes los huevos cocinados fuera de la nevera durante más de una hora, en particular si las temperaturas superan los 32º. Cuando los calores aprietan, las bacterias crecen. Por tanto, hazte con un recipiente especial isotérmico si quieres trasladar (a la montaña, a la piscina…) tus platos con huevos.
- Además, vigila la contaminación cruzada, es decir, no uses utensilios manchados de huevo crudo para preparar otros ingredientes: lávalos bien con agua y jabón antes de reutilizarlos.
- Los huevos no deben lavarse, como algunas personas creen erróneamente. La cáscara, gracias a sus magníficas propiedades protectoras, resulta más que suficiente para preservar el interior del alimento. No obstante, si observas restos de heces o plumas, puedes lavarlo, pero deberás consumirlo en ese mismo momento.
- Debes cascar el huevo en un recipiente diferente al del cocinado. Es decir, no lo rompas en el canto de la sartén, sino en un cuenco o plato aparte.
- Lava muy bien los recipientes que hayan contenido huevo crudo, y no separes las claras de las yemas con la cáscara. Usa para ello las manos o un pequeño cuenco.