Cómo reciclar la grasa corporal que te sobra para lograr un aspecto más joven
Hasta ahora la grasa extraída de una liposucción era desechada pero se ha convertido en el relleno preferido para conseguir aparentar hasta diez años menos
La grasa es una de las grandes enemigas de nuestra silueta, el adversario a combatir para lograr ese cuerpo con el que soñamos. Sin embargo, no debemos de verla siempre como algo negativo y renegar de ella ya que es uno de los mecanismos que asegura nuestra supervivencia. Es una de las maneras que tiene nuestro organismo de almacenar la energía que necesitamos en nuestra vida diaria para ir gastando de manera continua y así mantenernos vivos.
El problema viene cuando no se quema toda esa energía. Como se suele decir, lo que no se gasta se acumula y es ahí cuando llegan los problemas. Si durante nuestra rutina diaria el organismo no logra consumir la grasa, esta no se evapora por arte de magia, sino que se queda con nosotros. Ese almacén de energía es el verdadero enemigo a combatir ya que se transforma en los odiados michelines, flotadores, cartucheras o celulitis.
Es por este motivo por lo que comúnmente decimos que es necesario quemar la grasa. Para lograrlo, debemos de activar nuestro organismo para que comience a trabajar y necesite consumir los recursos energéticos propios acumulados. ¿Cómo conseguirlo? Exacto, hacer deporte es la manera más efectiva.
Lo positivo es que actualmente el ejercicio no es la única solución. También contamos con tratamientos en medicina estética para erradicar los depósitos que queremos dejar atrás. Seguramente ya sepas en qué consisten las liposucciones, pero la tendencia actual es no malgastar esa grasa que sobra, sino reciclarla en otras zonas del cuerpo donde pueda ser beneficiosa. Si quieres saber más sobre este tratamiento de moda, desde THE OBJECTIVE te ofrecemos toda la información que necesitas.
Cuando la grasa se convierte en problema
Si la grasa es necesaria para la supervivencia, pero también se convierte en una enemiga de nuestra imagen, lo que debemos de aprender enseguida es cuando se produce este cambio drástico de papel. El Doctor Moisés Martín Anaya, licenciado en Medicina y especialista en Cirugía reparadora y estética, cuenta con la experiencia necesaria para explicarnos las causas que producen el almacenamiento excesivo en el organismo.
Según confirma el especialista, muchas personas tienen un verdadero problema con la acumulación de grasa. Este problema tiene un inicio que se encuentra, naturalmente, en la forma de alimentarse. Si tenemos el hábito de consumir todos los días una dieta con un elevado número de calorías estaremos poniendo la semilla para tener un problema de sobrepeso. Más aún cuando ese exceso de calorías proceden de alimentos ricos en hidratos y azúcares.
Otro factor fundamental que se alinea con una alimentación poco saludable es la falta de un hábito de actividad física. Es bien fácil entender que si comemos mucho y mal, y además tenemos un estilo de vida sedentario, esa grasa va ganando terreno y se irá acumulando día tras día alimentando los michelines que queremos perder de vista.
Esta grasa se va almacenando en una despensa a la espera de ser quemada en algún momento por el organismo. El abdomen es la zona predilecta que tenemos para dejarla a la espera de su consumo y por eso la tripa es especialmente crítica, tanto para hombres como para mujeres.
El abdomen no es el único lugar del cuerpo que puede sufrir el problema. En el caso de los varones, la papada es la segunda zona más preocupante, sobre todo al cumplir los cuarenta años. Si nos centramos en las mujeres, después del abdomen lo que más tiene que preocupar es la cara interna de los muslos, una región corporal que puede aumentar su volumen por exceso de grasa a cualquier edad.
La última solución al exceso de grasa corporal
Si no hemos cumplido con las normas de llevar a cabo una dieta saludable y realizar ejercicio de manera habitual, es lógico que tengamos un extra de grasa acumulada en alguna de las zonas críticas del cuerpo. ¿Qué podemos hacer? Moisés Martín Anaya, especialista en cirugía plástica en el Hospital Virgen de la Paloma de Madrid con más de 30 años de carrera a sus espaldas, recomienda recurrir a la liposucción para decir adiós a la grasa.
La liposucción es uno de los tratamientos de estética más practicados en todo el mundo y consiste en extraer la grasa del cuerpo mediante un sistema de cánulas. ¿Cuál es la novedad? Hasta ahora esa grasa se retiraba del cuerpo y se desechaba pero hoy podemos darle una segunda vida de lo más satisfactoria. La grasa extraída del cuerpo se puede reciclar para embellecer, retocar o modelar otras áreas corporales.
Si antes era un objetivo a eliminar, ahora «los cirujanos estéticos llamamos a la grasa el oro líquido del quirófano», asegura el Dr. Martín Anaya. Ese exceso de grasa tiene múltiples beneficios estéticos que hasta ahora eran desconocidos como, por ejemplo, conseguir rejuvenecer el aspecto hasta diez años. Esto es posible gracias a que se puede utilizar tanto para rellenar como para ayudar al organismo a que estimule la producción de sustancias beneficiosas que aporten mayor elasticidad, tersura y luminosidad a la piel.
Una mirada joven y unos pómulos rellenos
Este nuevo sistema de reciclaje de grasa cuenta con el nombre técnico de lifting graso o lipofilling. La técnica consiste en que el profesional estético extraiga la grasa acumulada de las zonas más habituales, como son el abdomen o el glúteo, para aportar más volumen, tersura y brillo en las zonas del rostro más ajadas.
Una de las áreas predilectas para el reciclaje de la grasa son los pómulos. Martín Anaya la emplea en esta parte de la cara para mejorar y destacar sus ángulos. «El resultado es un rostro con un aspecto más joven y fresco», confirma el especialista. En los últimos tiempos se ha convertido en una de las prácticas favoritas por las celebrities que recurren a este sistema para renovar su aspecto. El resultado es similar al de una cirugía, pero se trata simplemente de un injerto graso corporal.
No debemos pensar que el tratamiento consiste en quitar la grasa de una zona para traspasarlo directamente a otra. En el proceso, esa grasa extraída tiene que ser procesada por los profesionales. Antes de volver al cuerpo, se limpia y se pasa por un proceso de centrifugado para que se puedan separar los fluidos de los adipocitos.
Esta grasa reciclada no solo es útil en la zona de los pómulos, también se utiliza para retocar el contorno de ojos. Sus resultados son tan buenos que ya se ha convertido en uno de los tratamientos favoritos para esta región que, en bastantes ocasiones, sirve de complemento a intervenciones más complejas en los párpados.
Cuando queremos mostrar una versión más joven de nosotros mismos tendemos al error de trabajar únicamente en nuestro rostro. Sin embargo, otras de las zonas del cuerpo que delatan el paso del tiempo son las manos donde también sufrimos de arrugas o de venas marcadas que empeoran nuestro aspecto. El sistema de reciclaje de grasa es muy recomendable para usar en las manos, rellenando la piel y haciendo retroceder el reloj biológico.
Poco recomendable para el aumento de pecho
Cuando nos confirman que la grasa puede ser eliminada del abdomen o los muslos para ser inyectada de nuevo en otras zonas del cuerpo, lo primero que se nos viene a la mente es embellecer el escote con un aumento de pecho. Podemos confirmar que eso es posible pero todo depende mucho del volumen que queramos obtener.
Si lo que quieres es ganar mucha más talla, el reciclaje de grasa corporal no es la solución más efectiva. En estos casos los profesionales acuden antes a las habituales prótesis. La razón se encuentra en que la grasa no ofrece un buen resultado en la parte superior del pecho. Además, el organismo va absorbiendo la grasa con el paso de los años por lo que no sería una solución definitiva. Si optamos por este sistema, habría que volver al quirófano cada cierto tiempo con lo que esta opción no sería ni práctica ni rentable económicamente.
Otro de los handicaps con los que nos encontramos a la hora de reciclar la grasa en el pecho es que, según explica el experto, al pinchar la grasa en los senos se trabaja en la zona de la glándula mamaria donde podrían formarse pequeñas calcificaciones que podrían producir sospechas de algún problema oncológico. Lo positivo en estos casos es que la grasa es radiológicamente transparente, es decir, que, al igual que las prótesis de mama, no modifica el resultado de una mamografía.
Por estos motivos, lo mejor es emplear el uso de la grasa reciclada en el rostro y en las manos donde, por ahora, se consiguen los mejores resultados. Utilizar la propia grasa del paciente logra una belleza natural y sin estridencias lo que ha convertido a este sistema en el relleno perfecto para los profesionales de la belleza.