Los siete aceites usados en cosmética con más propiedades para la piel y el cabello

En cosmética podemos encontrar mil y un productos para nuestra piel. Ingredientes milagrosos, fórmulas infalibles o formatos novedosos nos llegan a diario produciendo una sobreinformación que a veces no sabemos gestionar. Normalmente relacionamos el cuidado del rostro con el uso de cremas, pero en los últimos tiempos hemos empezado a incluir nuevos estilos como los aceites o los sérums.

El aceite es un producto graso que se obtiene a partir de productos naturales y, en otros casos,  también de algunos animales. La textura en aceite es tendencia en cosmética, sin embargo, es un producto que genera muchas dudas, sobre todo en personas que tienen la piel mixta o grasa. El miedo a los brillos, o incluso a la aparición de acné, hace que de entrada muchas personas rechacen el uso los aceites perdiéndose así todos los beneficios que tienen para la piel.

En THE OBJECTIVE vamos a aclarar todas las dudas relacionadas con los aceites más habituales que podemos encontrar en los productos de belleza. En este caso, vamos a centrarnos en esas variedades obtenidas de frutos o semillas conociendo sus propiedades y beneficios cosméticos, terapéuticos o nutricionales que son (casi) inagotables.

Aceite de oliva

Es el aceite más conocido por todos. Se ha convertido en uno de los mejores embajadores de nuestro país y en uno de los ingredientes básicos de la dieta mediterránea. Muchos se refieren a él como “el oro líquido” y no es para menos ya que sus beneficios son muchos: potencia el sistema inmunológico frente a los virus, reduce el colesterol, mejora la circulación, combate el estreñimiento e, incluso, puede prevenir algunos tipos de cáncer. Además, es un aliado para reducir el dolor en las articulaciones y la hinchazón producida por la artritis.

Lo que quizás seas más desconocidas son sus propiedades en el campo de la belleza. A nivel cosmético, no tiene precio como suavizante para las cutículas. Además de para la piel, también es muy beneficioso para el cabello porque funciona como mascarilla hidratante para el pelo aportándole  un brillo increíble.

Aceite de aguacate

En este caso su apodo suele ser “el aceite de oliva de las Américas”. Tiene un nivel de ácido oleico de un 80% (que es a lo que solemos denominar grasa buena), y entre un 10% y 19% de ácidos grasos saturados. Ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y fortalece el corazón, pero solo se recomienda una cucharada al día ya que una mayor cantidad puede irritar el estómago.

Entre sus propiedades cosméticas, cabe destacar que es un potente aliado para eliminar las ojeras, previene las arrugas prematuras y es el mejor aftersun natural para calmar la piel irritada tras una peligrosa larga exposición al sol. Pero, sin duda, lo que le ha hecho famoso es su capacidad para hidratar y rejuvenecer los cabellos dañados y castigados por el uso de tintes o decoloraciones. Además, está especialmente indicado para cabellos rizados y con tendencia al frizz.

Aceite de CBD

Sin duda es uno de los últimos grandes descubrimientos en belleza. Este aceite se hace con cannabidiol, uno de los componentes más importantes de la planta del cannabis. Contiene multitud de beneficios pero no guarda esa parte psicotrópica que altera la conciencia y que hace que muchas personas no sean amigas de utilizar cosméticos de este tipo.

El CBD nos ayuda a relajarnos y también a conciliar el sueño, así que es uno de los grandes aliados para dormir mejor y luchar contra los problemas de insomnio. Es un excelente analgésico natural y antiinflamatorio que se usa actualmente para tratar incluso dolores crónicos. Además, el cannabidiol ha sido estudiado para una variedad de problemas de la piel como la dermatitis atópica (los populares eczemas), la psoriasis y los picores. También reduce las rojeces y calma, hidrata y aporta un brillo natural a la piel.

Aceite de coco

Este aceite, recomendado por infinidad de celebrities de todo el mundo, tiene multitud de usos que van desde combatir el mal aliento, prevenir la aparición de caries o ayudar con determinados trastornos digestivos. Pero, sin duda, este aceite destaca por la multitud de beneficios cosméticos que tiene. Funciona como hidratante capilar, protector frente al sol para el cabello, reparador de labios agrietados, hidratante para la piel y hasta como exfoliante. Además, es ideal como desmaquillante y también es conocido por ser un producto perfecto para preparar la piel antes y después de la depilación.

Aceite de sésamo

Este aceite es muy versátil y su uso está sobre todo muy extendido en Asia. Si hablamos a nivel nutricional, podemos destacar su aporte de vitamina E, fosfolípidos y lecitina, positivos para mejorar la memoria y proteger las células nerviosas. También favorece la circulación, mejora el colesterol y es bueno para el corazón. Además, ayuda a aliviar el túnel carpiano, calambres musculares, tendinitis y es eficaz para tratar los dolores de oído.

A nivel cosmético, se suele utilizar para hidratar, revitalizar y reafirmar la piel. En muchos países lo utilizan como protector solar ya que logra filtrar los rayos UV, aunque hay que tener en cuenta que su protección frente al sol es de un nivel bajo.

Aceite de rosa de mosqueta

Lo que comúnmente llamamos rosa mosqueta es un arbusto de flores rosas y blancas que proviene de Europa del Este, aunque ahora se encuentra también en otras zonas del planeta como el norte de África, Asia o América.

Es de sus semillas de donde se obtiene el preciado aceite de rosa mosqueta. Se trata de un líquido ámbar lleno de nutrientes entre los que destacan el retinol, la vitamina C o los  flavonoides. Por ello, es muy utilizado en dermocosmética, tanto por sus grandes propiedades para la piel como por su eficacia regeneradora y reparadora. Deberías de usarlo si necesitas una ayuda para la eliminación de manchas o suavizar cicatrices. Además, este aceite es muy famoso por sus propiedades antioxidantes.

Aceite de jojoba

El aceite de jojoba se extrae de las semillas de un pequeño arbusto originario de Estados Unidos y México. Es un aceite emoliente, de color oro brillante, y que no se oxida tan fácilmente como otros aceites vegetales. El aceite de jojoba se utiliza mucho en cosmética natural por sus numerosos beneficios y porque su tolerancia es muy alta así que lo pueden usar incluso las pieles más sensibles.

El aceite de jojoba es rico en vitamina E, por lo que tiene propiedades antioxidantes perfectas para combatir el envejecimiento prematuro de la piel. Como otros aceites vegetales, también es rico en ácidos grasos que aportan a la piel hidratación y nutrición, por eso está recomendado para hidratar las pieles más secas o agrietadas. Tiene también propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas y funciona como calmante, lo que lo convierten en un buen aliado para combatir las irritaciones.

¿Aceite o crema hidratante?

Ahora que ya conocemos los aceites más beneficiosos, es hora de saber la diferencia entre un aceite y una crema hidratante. La diferencia esencial es la composición porque las cremas siempre llevan un componente acuoso y otros que pueden ser oleosos, además de sustancias emolientes. En cambio, los aceites nunca llevan agua. Esta composición determina que el aceite penetre menos, quedándose en la superficie de la piel, mientras que las cremas sí penetran a capas más profundas.

Otra diferencia importante es la textura. En general, la crema siempre se va a absorber más rápidamente, mientras que el aceite tarda un poco más.

Cómo usar los aceites

La farmacéutica Rocío Escalante, titular de Arbosana Farmacia y experta en dermofarmacia, nos cuenta cómo poder incluir correctamente a los aceites en nuestra rutina de belleza habitual.

«Lo importante es siempre adecuar la rutina de cuidados a cada tipo de piel por eso hay que fijarse en la fórmula y ver que se adapta al tipo de piel y al problema que queramos mejorar. Los aceites son más adecuados para hidratar las pieles maduras o muy secas, pero también se pueden usar en pieles mixtas».

«Los aceites son más apropiados para el otoño o el invierno, ya que por su textura en verano apetecen menos. Dentro del ritual de cuidados, el aceite se aplica después de la limpieza y después del sérum y sustituye a la crema. Un buen momento para usar el aceite facial es en el ritual de la noche, aunque se puede usar también de día siempre que el producto lo permita».

En el caso de los aceites, es «muy importante que se aplique poca cantidad, entre dos y cuatro gotas será suficiente. Se calienta el producto en las manos y luego se aplica mediante una ligera presión sobre cara, cuello y escote. Puedes ayudarte con suaves masajes en círculos hasta su completa absorción».

Si no has utilizado todavía los aceites en tu rutina de belleza, ahora ya conoces las claves de los más famosos en cosmética. ¿Decidida a darles una oportunidad y sustituir a tu crema habitual?