Qué es la gastroparesia y por qué la comida se detiene en tu estómago
La gastroparesia, aunque no frecuente, supone que nuestro estómago se detenga de repente y pueden ser muchas las causas
Un hombre sufre de gastroparesia | Freepik
Casi repentino, un malestar estomacal en el que de repente nuestra motilidad parece frenarse. Así es la gastroparesia, una enfermedad que afecta al movimiento espontáneo de los músculos estomacales. Este tipo de contracciones habituales son las que propician que los alimentos se muevan a través de nuestro estómago, propiciando las digestiones.
Vinculada a esas largas digestiones, una mala motilidad intestinal puede tener que ver con nuestro propio tránsito intestinal. Lo que comamos, cuándo lo hagamos o, incluso, la forma en la que comamos puede lastrar nuestra motilidad intestinal.
Sin embargo, no son los únicos enemigos que propician la gastroparesia. Es habitual que tenga vinculaciones con la diabetes y, sobre todo, después de ciertas cirugías. Las dietas blandas, de las que ya te hablamos en THE OBJECTIVE, asociadas a efectos postquirúrgicos suelen enfocarse a minimizar estos riesgos.
No obstante, la gastroparesia puede aparecer por otras causas que de por sí también reduzcan el movimiento de nuestros intestinos. Hay alimentos y bebidas como el café que favorecen la motilidad intestinal. Curiosamente, productos así también pueden estar aparejados a malestar o enfermedades cuyo tratamiento reduzca el movimiento intestinal.
Por qué sucede la gastroparesia
Capaz de interferir en digestiones normales, como explican desde Mayo Clinic, la gastroparesia cuando se complica puede ir aparejada de diversos síntomas. Entre lo más común está producir náuseas, vómitos y dolor abdominal. En este caso también va vinculada a hinchazón que, en cierto modo, vuelve a tener repercusión en función de nuestra dieta.
De hecho, esa vinculación con la diabetes también implica que la digestión se altere con, por ejemplo, los niveles de glucosa sanguínea. La ventaja es que la dieta puede venirnos bien para intentar corregir la gastroparesia. Lo que sí es evidente que ciertas medicaciones pueden ser contraproducentes.
Cuáles son sus consecuencias
En este caso hay que hablar de opiáceos, antidepresivos o medicamentos contra la hipertensión arterial o las alergias. Todos estos elementos pueden suponer un vaciamiento gástrico lento que, en muchos casos, se vincula con un daño al nervio vago, que es responsable de controlar los movimientos estomacales.
Una misma realidad que supone el control de los procesos del tubo digestivo. La tarea de este nervio supone ordenar a los músculos del estómago el tipo de movimientos que deben hacer. Si no puede, los músculos estomacales no se mueven como debieran y posibilitan que los alimentos estén más tiempo en el estómago.
Una enfermedad que además también puede acontecer por ciertas patologías neurológicas como es el caso de la esclerodermia, el Parkinson o la esclerosis múltiple. Todo ello, en casos extremos, puede también suponer deshidratación en caso de vomitar o, al no poder obtener suficientes nutrientes de la dieta, generemos una malnutrición.
Se debe precisar además que la gastroparesia no significa necesariamente un bloqueo del estómago, al contrario de lo que suele pensar. Además, conviene prestar atención a síntomas de saciedad precoz para determinar la aparición de estos síntomas. Sobre todo porque puede solaparse con inflamaciones, úlceras u obstrucciones vinculadas a tumores. Por este motivo, son varias las pruebas que se realizan para descartar distintas patologías, a través de radiografías, endoscopias, biopsias o exámenes de la propia motilidad del tracto intestinal.
