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Comer mejor con el 'shokuiku', la filosofía japonesa que no penaliza las calorías

El ‘shokuiku’ es una alimentación que promueve una forma equilibrada e intuitiva de comer

Comer mejor con el ‘shokuiku’, la filosofía japonesa que no penaliza las calorías

Varios platos de cocina japonesa | ©Freepik.

No se debe confundir comer mejor con hacer dieta. Del mismo modo que tampoco debemos demonizar las calorías a la hora de intentar perder peso. Por este motivo hemos hecho hincapié en varias ocasiones en THE OBJECTIVE a al hablar del déficit calórico, la clave para adelgazar.

No obstante, comer mejor implica una implementación de hábitos de vida que, necesariamente, pasan por tener unas costumbres alimentarias más saludables. Como es evidente, en el arte de comer mejor o, al menos, comer más sano, los ojos se vuelven a ir a Japón.

Allí encontramos el llamado shokuiku, cuya traducción más o menos literal significaría educación alimentaria y que no es otra cosa que una alimentación que promueve una forma equilibrada e intuitiva de comer. Su padre, según diversas fuentes, es Sagen Ishizuka, al que también le debemos la dieta macrobiótica. Sin embargo, insistimos en que el shokuiku no se trata de un método de adelgazamiento, sino de una rutina para tener mejores hábitos alimenticios, tal y como explican científicos japoneses.

El foco se pone no solo en qué comer, que es fundamental, sino también en cómo comer y en cómo pensar la comida. De hecho, en Japón incluso tiene rango de ley, promulgada en 2005 como Ley Básica del Shokuiku. Muy implantada en escuelas y colegios, las claves de este sistema están en fomentar desde la más tierna infancia mejores hábitos alimentarios.

Qué esperar del ‘shokuiku’ para comer mejor

Un bol con ramen
Parte del misterio de esta educación alimentaria también pasa por no penalizar ciertas calorías. | Freepik

Lo primero en lo que se debe incidir bajo esta fórmula de ‘educación alimentaria’ está en no pretender adelgazar con ello. Es posible que se pierda peso, especialmente por adquirir estos hábitos, pero no debe ser el fin principal, sino una consecución de una mejor rutina.

Además, parte de estos principios también se vinculan a una alimentación intuitiva y a comprender cómo nos hacen sentir los alimentos. Por este motivo, también es fundamental comprender las señales de hambre, apetito o el hecho de sentirse saciado.

Una realidad que también hemos explicado en otras ocasiones al hablar del hara hachi bu me, un método japonés que se enfoca de la misma manera a no comerse toda la comida del plato. Bajo este mantra, se espera que el comensal deje alrededor de un 20% del plato, casi como una muestra de estoicismo, en el cual luche contra ese efecto de acabarse todo.

Cómo se pone en marcha el ‘shokuiku’

Varios platos de comida japonesa que aplican el shokuiku
Uno de los principios del ‘shokuiku’ apunta a integrar ingredientes diversos en platos pequeños. | Freepik

Es evidente que esta educación nutricional no pasa por comer ultraprocesados, fritos o azúcares añadidos. Entre los elementos a ingerir, como también puede ser plausible, hay que hablar de frutas, verduras, frutos secos, cereales integrales o legumbres. Sin embargo, el shokuiku no penaliza el consumo de carnes o pescados, pero sí puntualiza que debe ser con moderación.

Entre sus principios, esa lógica de limitar los procesados se vincula con minimizar la ingesta de alimentos altamente calóricos. También, como es lógico, de excluir de la dieta aquellos que suponen cantidades de sodio elevadas o de azúcares añadidos.

La curiosidad de la dieta está en que no se trata de restringir por completo alimentos específicos —más allá de los muy perjudiciales— y, sobre todo, en tener que combinar elementos. Parte del secreto de esta forma de comer está en tener varios platos pequeños que facilite compartir, innovar o sazonar de manera distinta. Al contrario de lo que suele pasar en Occidente, el truco del shokuiku apunta a esta disparidad de platos.

Como es lógico, la disparidad ha de venir acompañada de un equilibrio nutricional. Por eso, en la cocina japonesa la participación a la vez de arroz como hidratos de carbono, proteínas —generalmente del pescado— y verduras es tan habitual. En ese sentido además se procura que las proteínas que vengan del pescado también incluyan grasas cardiosaludables.

Sucede con los pescados azules, que aquí podemos emular con caballas, jureles, boquerones o sardinas. También con salmón o con túnidos, pero estos ejemplos son más caros.

La importancia de compartir y de la forma de cocinar

Uno de los errores más habituales de cualquier dieta de adelgazamiento está en hacer demasiado monótona la comida. Esto es lo que se pretende evitar con el shokuiku, que no debe estar reñido con disfrutar comiendo. Por esta razón apuestan por preparar alimentos de formas diversas para que no sean aburridos.

Varios platos con comida saludable
La forma de cocinar y de distribuir los alimentos es clave para hacer la comida más atractiva. | Freepik

Volvemos a insistir que no se trata de una dieta para adelgazar. Tampoco se trata de aprovechar la coyuntura para meter a menudo elementos insanos en la dieta, pero sí de dar oportunidades a preparaciones más saludables. Por eso, se trataría de sustituir preparaciones más calóricas como los fritos o los rebozados por alternativas a la plancha. En un sentido parecido, las claves también pasan por los cocidos, hervidos o asados donde no añadamos grasas de más.

A todo ello hay que sumarle otros factores relevantes como el hecho de compartir la comida y convertir estos momentos en nexos de unión. Una realidad que si, además, se contempla con pausa mientras comemos, será mucho más enriquecedora y a la vez más saciante. Por tanto, el shokuiku consiste en comer mejor, no engullir y dar esas pequeñas gracias cotidianas de nuestro día a día mientras comemos.

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