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Joana Biarnés, la fotógrafa que bajó la moda de la pasarela a las calles

Pionera en la moda y el fotoperiodismo, la Sala Canal de Isabel II acoge una exposición sobre el periodo que la artista pasó en Madrid entre 1962 y 1972

Joana Biarnés, la fotógrafa que bajó la moda de la pasarela a las calles

Joana Biarnés con su Hasselblad. Década de los 70. Exposición 'Joana Biarnés. Madrid / Moda a pie de calle' | Sala Canal de Isabel II

Nunca había sentido pasión por la fotografía, una vocación que heredó de su padre –fotógrafo deportivo-, pero terminó convirtiéndose en la primera mujer fotoperiodista española. Testigo visual de la tragedia de las riadas que en 1962 dejaron numerosos muertos en Tarrasa, fue la primera mujer en acudir como profesional a un campo de fútbol, cubrió partidos de hockey y ciclismo, hizo portadas de discos y retrató a personalidades como Audrey Hepburn, Orson Welles o los Beatles, a quienes persiguió por aire y tierra, hasta conseguir una exclusiva sesión en la habitación del hotel en el que se hospedaron durante un concierto en Barcelona. Fotógrafa personal de Raphael, ayudó a elegir el vestido de Massiel con el que España triunfó en Eurovisión, y se codeó con la Duquesa de Alba, Sara Montiel, Lola Flores o Salvador Dalí.

Pionera en el mundo de la moda también, la Sala Canal de Isabel II acoge una exposición sobre la catalana, «Madrid/ Moda a pie de calle», y el periodo que la artista pasó en la capital española entre 1962 y 1972. Un recorrido por las calles, barrios y habitantes madrileños de los años 60 y 70, que incluye más de un centenar de fotografías y algunos de los diseños de moda directamente relacionados con la «fotógrafo», como le gustaba matizar a ella en su afán por «invadir ese terreno» masculino que había intentado serle vetado. 

Fotógrafa por accidente

A pesar de unos inicios nada fáciles, la personalidad decidida de Biarnés y su capacidad para sortear obstáculos hizo que se labrara toda una envidiable carrera como reportera gráfica. Nacida en Tarrasa en 1935, sus primeras instantáneas las hizo con una Leica y un flash Blaupunkt. «Los domingos mi padre cogía la cámara de fotos y el trípode, mi madre el cesto con carne, fiambres y un par de tomates e íbamos a comer al campo», recordaba ella misma en el documental, Joana Biarnés, una entre todos (2015). Fue precisamente su padre, un fotógrafo deportivo que había abierto su propio cuarto de revelado, quien le dio las primeras lecciones de su profesión. «Sucedió que a mí, en realidad, todo esto me daba igual. Yo le ayudaba porque él me lo pedía, pero yo no sentía nada por ese trabajo», compartía.

Exposición ‘Joana Biarnés. Madrid/Moda a pie de calle’ en la Sala Canal de Isabel II

Fotógrafa por accidente –ella hubiera deseado ser telefonista-, en sus primeros años cubrió carreras de bicicletas o partidos de hockey. Sin embargo, relataba, «el día que me tocó ir al fútbol, aquello fue un desastre». Única mujer fotógrafa en el campo, le «gritaron de todo menos guapa». Tampoco terminar la carrera de periodismo le abrió demasiadas puertas. «Este es un oficio de hombres», contaba que le solían repetir. En un ambiente dominado por completo por ellos, la fotógrafa reconocía que en su decisión de insistir había un poco de amor propio. «Lo que no podía –confesaba- era darles la razón».

Del deporte a la moda

Aunque ya había colaborado con Pilar de Abia, directora de La Moda y algunos modistas como Asunción Bastida con imágenes para sus colecciones de alta costura, en 1962, mientras cubría el campeonato de motociclismo de España en Madrid, le ofrecieron un reportaje de un certamen de moda para la publicación Pueblo. El resultado convenció a su director, Emilio Romero, que poco después le ofreció un trabajo en el periódico para realizar reportajes sobre sociedad y deporte. Biarnés, que por entonces vivía en Barcelona, tuvo que trasladarse a la capital, donde conocería a su futuro marido, el periodista francés Jean Michel Bamberger. Afirmaría después sobre aquella oportunidad: «Era un salto tremendo, pero era lo que yo buscaba también, trabajar en un diario y demostrar de lo que era capaz».

Exposición ‘Exposición «Joana Biarnés. Madrid / Moda a pie de calle’ |  Guillermo Gumiel

Dicho y hecho. Poco después y a pesar de ser la única mujer allí hasta 1967, la fotógrafa consiguió una página semanal de moda en el suplemento de los miércoles junto a la periodista Rosana Ferrero. Innovadora, con una mirada fresca, influenciada por las revistas extranjeras como Vogue o Elle, ella se hacía cargo de todo. Bajo su responsabilidad y libertad creativa quedaba el estilismo, las localizaciones y la elección de los modelos. Inquieta y curiosa, a Biarnés le gustaba salir del estudio y mezclarse con la cotidianidad de las calles de Madrid, por los barrios del Rastro, Chamberí o Salamanca. 

«De esta forma se convirtió en la cronista regular y sistemática de la evolución radical que se produjo en la indumentaria entre los años sesenta y principios de los setenta, del clasicismo de la alta costura a la informalidad del prêt-à-porter, y trató la moda con la misma proximidad y sinceridad que con el resto de temas que documentaba», puntualiza Josep Casamartina i Parassols, comisario de la exposición. «En este ámbito, tan dado a las fantasías y la sofisticación, ella situó a menudo las modelos en la calle, con naturalidad, sin buscar escenarios fastuosos o extravagantes, y captó en cada imagen la esencia de su tiempo».

Moda a pie de calle

La misma esencia que hoy recorre el espacio de la Sala Canal de Isabel II y que arranca con una selección de trajes de modistas con los que ella colaboró a lo largo de los años con nombres como Asunción Bastida, Carmen Mir, Elio Berhanyer, Paco Rabanne y Mary Quant, o Antonio Nieto. Un prólogo en el que no podía faltar el vestido que Karina vistió en el Festival de la Canción de Eurovisión de 1971, que la propia fotógrafa le había ayudado a elegir durante la estancia de ambas en París.

Exposición ‘Joana Biarnés. Madrid / Moda a pie de calle’. |  Guillermo Gumiel

Entre homenaje y reivindicación, «Madrid/Moda a pie» es también un paseo por la evolución de la moda española hasta la irrupción del movimiento hippie en nuestro país. Repartidas en siete estancias donde aparecen además diferentes creadores y boutiques que marcaron tendencia en el Madrid de aquellas dos décadas, 60 y 70, las más de cien imágenes que componen esta muestra, que puede visitarse hasta el 23 de julio, trazan «un recorrido por la época y también por la trayectoria de la fotógrafa catalana, mostrando su evolución estilística en paralelo a los cambios sociales de ese momento», explica Casamartina. 

A lo largo de su vida, Brianés se labró toda una brillante carrera en un mundo donde las reglas jugaban en su contra y abrió puertas donde otros se las cerraron. Luis Buñuel, Camilo José Cela, Marisol, Pilar Bardem o Carmen Sevilla fueron algunas de las grandes figuras de la sociedad española que posaron tras su objetivo. Sin embargo, y a pesar de contar con el reconocimiento de todos los profesionales de la prensa, en 1985, ante el auge del sensacionalismo y la falta de motivación en el oficio, harta de la frialdad con la que se abordaban algunos temas, como ella mismo explicó, vendió todas sus cámaras, abrió un restaurante en Ibiza y dejó la fotografía. Murió en Barcelona en 2018 a la edad de 83 años.

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