Un tercio de los españoles evita exponerse a noticias por 'salud mental'
El porcentaje de personas que evitan informarse «a veces o a menudo» ha pasado del 26% al 35% en cinco años
La hiperconectividad con el mundo puede provocar que nos sintamos abrumados | Elisa Ventur (Unsplash)
La globalización informativa ha supuesto el fenómeno de la hiperconexión. Sin embargo, ese exceso de información ha representado un choque para muchas personas, quienes son, ahora, más conocedoras de aquello negativo que ocurre. «Cada vez que veo el telediario solo hay malas noticias, es deprimente. Por eso, en casa ya no lo vemos», explica una familia a este medio.
Según el informe de 2022 del Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo, un 35% de todos los encuestados en nuestro país lo hace por salud mental, con el fin de evitar un efecto negativo en su estado de ánimo. Aún siendo un dato alarmante, países como Brasil (con un 54%) y Reino Unido (con un 46%), son casos mucho más graves.
En España, el porcentaje de personas que evitan las noticias «a veces o a menudo» ha pasado del 26% en 2017 al 35% en cinco años. Pero los datos revelan que la evasión selectiva de noticias se está transformando en un fenómeno global: en 2017, la media de todos los países analizados estaba en un 29%, mientras que en 2022 estaba en el 38%.
Sin embargo, existen más razones: un 43% de todos los encuestados evita la reiteración informativa -pues se siente desanimado-, un 29% se siente abrumado por la cantidad de noticias, un 17% afirma que le provocan discusiones, y un 16% percibe un sentimiento de impotencia.
Los datos han sido recogidos por este medio del Digital News Report del Reuters Institute, basados en información obtenida de seis continentes y 46 mercados diferentes, entre los que se encuentra el español.
Evasión selectiva de noticias, sobre todo entre los jóvenes
«La evasión selectiva de las noticias es una tendencia social al alza. El consumo de noticias negativas puede afectar emocionalmente a la persona que consume esa información: son estímulos para el cerebro emocional, que los interpreta y los gestiona bien o mal según los recursos, los aprendizajes y los hábitos emocionales de cada uno», explica Mireia Cabero, profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Univesitat Oberta de Catalunya (UOC), en declaraciones obtenidas por este periódico.
«Ante una representación totalmente negativa de la realidad, una persona puede tener la sensación de que no hay escapatoria, de que no merece la pena esforzarse. Hace que se desvanezca la sensación de poder ser útil y aporta una percepción de falta de esperanza, sin soluciones ni aspectos positivos. El impacto de este tipo de mensajes depende de muchos factores, entre ellos la exposición o la experiencia y las vivencias personales», añade en la misma línea Sílvia Martínez, profesora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC y directora del máster universitario de Social Media: Gestión y Estrategia.
Esta es una práctica conocida como evasión selectiva de noticias, definiéndose como el hábito con el que las personas limitan, cada vez más, su exposición a la información -o por lo menos las de cierto tipo (catástrofes, muertes o malas noticias, en general)-.
Según el informe del Instituto Reuters, esta práctica afecta en especial a los jóvenes -sobre todo a los menores de 35 años-, quienes sostienen que las noticias les bajan el ánimo y, en ciertos casos, les provoca ansiedad por su futuro.
«Generalmente, cuanta más edad, más recursos de autogestión, de gestión emocional y de gestión de las adversidades, y, consiguientemente, más resiliencia. Por este motivo, no sorprende que el colectivo más joven sea el que más necesite seleccionar la información que consume para preservar su comodidad, su statu quo y su bienestar emocional», comenta Cabrero.
El futuro, ¿más buenas noticias?
A efectos del último Informe del Instituto Reuters (2023), entre las personas que evitan las noticias, un 53% de todos los encuestados escapa de las fuentes informativas -pasando de largo o cambiando de canal-. Un 52% consulta fuentes con menor frecuencia y un 32% evita ciertos temas -los que más se han mencionado como la guerra de Ucrania y Rusia-.
Esta situación significa un reto para los medios de comunicación, pues parte de la población evita los grandes temas periodísticos -como son las crisis políticas, los conflictos internacionales, las pandemias etc.-. «Prefiero ver recetas de cocina o temas de opinión con tono humorístico, pues me cansa que sea todo tan cansino», explican algunas familias.
Por otro lado, es importante destacar la capacidad de atracción que han marcado -como hoja de ruta- las redes sociales, para los jóvenes, en los últimos años. Según Reuters, analizando específicamente el consumo de noticias en todos los grupos de edad, Facebook se mantiene como la red más importante con un 28%, aunque ahora está 14 puntos por debajo de su pico registrado en 2016 (42%).
Facebook lleva tiempo alejándose de la prensa; ha reducido el porcentaje de noticias que la gente ve en su feed, y en el último año también ha recortado los pagos directos a los medios y otros programas de apoyo al periodismo. Si bien el desarrollo de YouTube como fuente informativa suele pasar más inadvertido, junto con el auge de TikTok se demuestra un giro hacia las redes centradas en vídeo.
