Las consecuencias de mezclar estos siete medicamentos con café
Algunos medicamentos es mejor no combinarlos con café, ya que ello podría comprometer el tratamiento y afectar nuestra salud
Para muchas personas, la perspectiva de disfrutar de una taza de café caliente es el estímulo necesario para levantarse por las mañanas.
El desayuno, considerado una de las comidas más importantes en España, suele ir acompañado de café, ya sea con opciones dulces o saladas, para obtener la energía necesaria para enfrentar el día.
Esta bebida de carácter universal es apreciada por muchos, ya sea por la mañana, como aperitivo en días frescos o después de comer para afrontar la tarde con más vitalidad.
Pero, sin embargo, aquellos que toman ciertos medicamentos deben asegurarse de que su consumo sea compatible, ya que a veces pasamos por alto este aspecto, poniendo en riesgo nuestra salud.
La cafeína
La cafeína constituye uno de los componentes esenciales del café, siendo la razón por la cual muchas personas lo consumen en busca de ese impulso de energía que proporciona y que les ayuda a enfrentar el día, ya que estimula el sistema nervioso central.
Actúa como diurético, promoviendo la eliminación de líquidos a través de la orina, incrementa la secreción de ácido en el estómago, puede afectar la absorción de calcio en el cuerpo y contribuir al aumento de la presión arterial.
Un consumo moderado de café puede permitirnos aprovechar sus beneficios, como los antioxidantes y las propiedades estimulantes de la cafeína. Pero, un consumo excesivo o abuso a largo plazo puede tener efectos perjudiciales para la salud.
¿Cuántas tazas de café son recomendables tomar al día?
Se considera que un adulto puede ingerir hasta 400 mg de cafeína al día sin que esto resulte perjudicial, lo que equivale aproximadamente a cuatro tazas de café.
El exceso de consumo de café (o cafeína) generalmente se asocia con diversos síntomas, como insomnio, dolores de cabeza, mareos, aumento del ritmo cardíaco, inquietud y temblores, deshidratación, ansiedad e incluso la posibilidad de desarrollar dependencia a esta sustancia.
En casos de dependencia, suspender su consumo abruptamente puede provocar síntomas como dolores de cabeza, somnolencia, irritabilidad, náuseas y dificultades para concentrarse, aunque estos tienden a desaparecer en pocos días.
A menudo, asumimos que todo lo que consumimos se mezcla en nuestro cuerpo, pero al tomar medicamentos, es crucial considerar cómo ciertas sustancias pueden afectar su absorción, eficacia o incluso ser perjudiciales en lugar de beneficiosas.
Los 7 medicamentos que debes tener en cuenta si tomas café
- Medicamentos para controlar la presión arterial: El consumo de café, que tiende a aumentar la frecuencia cardíaca, puede interferir con estos medicamentos, alterando sus efectos y reduciendo su eficacia.
- Antidepresivos, ansiolíticos o somníferos: Puede disminuir su efectividad. Se recomienda ingerir el café unas horas antes o después de la medicación, ya que los taninos del café pueden afectar la absorción completa de algunos medicamentos.
- Medicamentos para la tiroides: Estudios sugieren que ingerir ciertos medicamentos para la tiroides con café puede afectar su absorción, disminuyendo su eficacia.
- Medicamentos para el asma: Al combinar broncodilatadores como la aminofilina o teofilina, se pueden experimentar dolores de cabeza o inquietud.
- Medicamentos para resfriados y alergias: Algunos de estos medicamentos contienen estimulantes que, al combinarse con café, pueden potenciar sus efectos, aumentando la inquietud o el insomnio.
- Efectos adversos en diabéticos: Aunque no afecta directamente a la medicación, el café puede aumentar los niveles de insulina y azúcar en sangre en personas con diabetes.
- Píldoras anticonceptivas: Pueden ralentizar el metabolismo de la cafeína, lo que podría causar dolores de cabeza y nerviosismo, entre otros síntomas.
No todos los medicamentos son iguales, por lo que al tomar cualquier medicación, es aconsejable consultar con el médico o especialista para determinar si es seguro combinarla con café o si es preferible ajustar la dieta.
Además de aquellas personas que están bajo tratamientos medicinales específicos, hay grupos adicionales que deben ser cautelosos con su consumo de café. Esto incluye a mujeres embarazadas o en período de lactancia, ya que la cafeína podría transferirse al bebé.
Es prudente limitar el consumo de café en individuos que sufren de problemas de sueño, migrañas, úlceras, arritmias o hipertensión arterial. No se recomienda el exceso de cafeína en niños y adolescentes, ya que no solo se encuentra en el café, sino también en otras bebidas.