¿Quieres tener mejor memoria? Pues es simple, solo debes hacer ejercicio físico
10 minutos de ejercicio moderado o intenso valdrían para tener una mejor salud cognitiva
El cacareado mens sana in corpore sano de la antigua Roma no era solo una frase hecha. Lo curioso, un par de milenios más tarde, es que siguen apareciendo estudios que avalan la relación entre cuerpo y mente. De hecho, una de las últimas investigaciones apunta a que el ejercicio físico que serviría para tener mejor memoria.
Irónicamente, esto serviría para ‘olvidarnos’ de otros remedios tradicionales como los rabitos de pasa o las nueces, dos de los elementos que más se relacionan a nivel dietético con una mejor memoria. Lo que nunca deja de ser cierto es que nuestro organismo adora los círculos virtuosos.
De esta manera, cuando nos alimentamos de manera equilibrada y hacemos deporte, además de mantener bajos niveles de estrés y dormimos bien, nuestro cuerpo lo agradece sobremanera. Por contra, cuando hacemos tambalear a alguna de estas patas, nuestra salud se acaba resintiendo.
Lo bueno, como apunta esta reciente investigación, es que podemos tener una mejor memoria a través del ejercicio físico. Una relación más que interesante si tenemos en cuenta el envejecimiento de las poblaciones occidentales, así como el deterioro asociado a esta realidad. A medida que nos hacemos mayores, la merma cognitiva aumenta, incluso con enfermedades como el mal de Alzhéimer, el parkinson o la demencia, de la que hemos hablado en varias ocasiones en THE OBJECTIVE.
Cómo hacer ejercicio para tener una mejor memoria
Según un estudio publicado en Journal of Epidemiology & Community Health, una de las publicaciones científicas más prestigiosas de Reino Unido, el deporte y la buena memoria van de la mano. Tras analizar a 4.500 personas, monitorizando su actividad física 24 horas al día durante una semana, llegaron a un poderoso hallazgo. Aquellas personas que tenían mayores niveles de actividad también demostraron tener una mejor memoria a corto plazo.
También el mismo estudio indicaba que había una mayor habilidad para procesar información y para resolver pequeños problemas. Ahora la cuestión es saber cuánto deporte hacía falta para tener una mejor memoria. Por fortuna, casi a poco que hagamos, veremos beneficios.
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No obstante, apuntan a que deben ser ejercicios que vayan de moderado a enérgico, así que los sencillos paseos no tendrían el mismo efecto. Lo bueno es que incluso valdría con diez minutos diarios para ofrecer mejores resultados cognitivos. Sobre todo, si se comparan con las personas que tenían hábitos sedentarios como dormir más de la cuenta o permanecer sentados frecuentemente. Incluso, como indicamos, por encima de aquellas personas que hacían ejercicio ligero como el caminar.
La otra buena noticia para tener mejor memoria es que, valiéndonos de distintas clasificaciones, el ejercicio moderado no es inasumible para la mayor parte de las personas. En este caso, caminar a un ritmo medio o alto entraría como actividad moderada. Más o menos, para entendernos, el ejercicio moderado se entiende como aquel que hace que nuestro corazón lata por encima de lo normal.
Por supuesto, el ejercicio enérgico va más allá. Correr, nadar, montar en bicicleta, bailar, escalar… Todo ello entraría en ejercicios de alta intensidad, incluidos deportes de equipo. Con estos datos en la mano, los investigadores han descubierto que se relacionan con una mejor memoria, así como una mejora de procesos como planificación y organización. Por contra, las personas que duermen más de la cuenta o son muy sedentarias en vez de hacer deporte, presentan peores datos de comprensión y memoria.
La letra pequeña del estudio
El estudio tiene un pero, pues se basa en la recolección de datos y no necesariamente en detalles más pulidos de la salud cognitiva de los participantes. En cualquier caso, sí existe una correlación entre el ejercicio físico intenso y moderado con una mejor memoria. Lo que también indica es que, aún con un cambio físico ligero en nuestros hábitos, podríamos mejorar cognitivamente.
Evidentemente, lo que no se puede es esperar milagros a nivel cognitivo por hacer más deporte. Podremos tener mejor memoria, pero debe combinarse con una dieta equilibrada, con la reducción de tóxicos, con un descanso correcto y con la reducción de los niveles de estrés. De hecho, tanto una mala higiene del sueño como el consumo de tóxicos —como el alcohol— se vinculan al deterioro de la memoria.