Muestras cosméticas: ¿se puede conocer los beneficios de un producto con una sola dosis?
El uso de mini-tallas es una herramienta muy utilizada por las firmas para dar a conocer sus productos estrella
Cuando nos aproximamos al mundo de la cosmética nos acostumbramos a recibir muestras para probar nuevos productos continuamente. En cada visita a la farmacia o a nuestra tienda habitual, o cuando compramos alguna revista, se nos ofrecen estos ejemplos de cosméticos que debemos de probar para conocer todos sus beneficios. Lo normal suele ser utilizarlos de dos maneras, o gastarlos en el mismo día que lo recibes o guardarlos para utilizarlos en tu próximo viaje.
Sea como sea, las firmas cosméticas aprovechan esta herramienta de venta para que pruebes un nuevo producto y te conviertas en una enamorada de ese cosmético en concreto o de la marca en general. Sin embargo, ¿te has parado a pensar si vale con esa muestra para comprobar los efectos del producto? ¿Qué termines ese sachet sin haber rejuvenecido diez años implica que ese cosmético no sea válido?
Siempre nos están diciendo que para que un cosmético sea eficaz, la constancia es necesaria. Esta idea parece totalmente contraria a la estrategia de las muestras. Sin embargo, desde THE OBJECTIVE hemos hablado con varias expertas para que nos den las claves en las que nos tenemos que fijar cuando usemos este tipo de samples. Siguiendo sus consejos, podremos saber si el cosmético ha superado el examen y debe ser incluido en la rutina de belleza habitual.
¿Es suficiente una muestra para descubrir los efectos?
A estas alturas de la vida, ya sabemos que no existen los productos milagros. Aún no se ha inventado ese cosmético que, en un solo día, consiga efectos inmediatos y duraderos en el tiempo. Así que nos asalta la siguiente pregunta: ¿se puede descubrir con solo una muestra los beneficios de un cosmético?
«Es una pregunta difícil, porque la respuesta es tanto sí, como no», confiesa Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD. Con solo una muestra podemos ver el efecto flash del producto y si nos gusta la sensación que produce en nuestra piel. Además, ya podemos descubrir algunos aspectos a tener en cuenta como su aroma o su textura. ¿Cuántas veces has dejado de usar un cosmético porque no aguantabas su olor o porque no se absorbía rápidamente?
Los cosméticos se formulan teniendo en cuenta diferentes aspectos. No todo es la eficacia de su formulación, también es necesario que su uso sea placentero para el cliente. «Por un lado, trabajamos para que el cosmético tenga un efecto flash sobre la piel: que la deje suave, luminosa y con cierto acabado similar al que el producto puede producir en la piel a largo plazo», sostiene Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotecnóloga en Byoode. Por otra parte, «buscamos una cosmeticidad perfecta: que el producto sea agradable de olor, textura y acabado en la piel», añade Marta Agustí, directora técnica de Boutijour.
Es casi imposible que de una muestra podamos sacar conclusiones sobre el beneficio del cosmético a medio o largo plazo. «Los efectos reales de un cosmético en la piel se ven a partir de los treinta días de uso y podríamos decir que no veremos sus efectos totales hasta pasado casi un año», añade Estefanía Nieto, directora técnica de Medik8.
Cosmética en pequeñas dosis
La mayoría de las muestras que nos regalas las firmas para que conozcamos un cosmético suelen contener entre 1 ml. y 3 ml. de producto. ¿Esa cantidad es suficiente? «Es lo bastante como para saber si el acabado y la experiencia de uso es positiva y, aparte, nos sirve para ver una ligera aproximación de lo que podríamos obtener a largo plazo», sostiene Mireia Fernández, directora técnica de Omorovicza.
En algunas ocasiones, las muestras cunden mucho más de lo que parece en un principio. Hay cosméticos en las que la cantidad de producto es mayor a la de un solo uso. Así, estos mililitros durarán más o menos según el perfil del cosmético. «En un limpiador, igual da solo para una aplicación, pero eso es suficiente para demostrar su eficacia. En un sérum, podrá durar de dos o tres días a una semana, permitiéndonos convencernos más acerca del producto», sostiene Isabel Reverte, directora técnica de Ambari.
¿Sabes cuáles son las muestras que más cunden? Son aquellas que nos regalan de contornos de ojos. La razón es que «tienden a contener la misma cantidad que las de otros productos, pero aplicamos mucha menos cantidad en esta zona del rostro», desvela como curiosidad Ana Yuste, experta en cosmética y asesora en Purenichelab.com.
La creadora de las muestras cosméticas
Casi todas las marcas suelen regalar sus best sellers en formato muestra cuando realizas alguna compra. Ya sea en un punto de venta físico, o en una compra online, la firma cosmética aprovecha el momento para recomendarte algunos de sus productos estrella o un cosmético que acaba de lanzarse al mercado.
Este sistema para atraer cliente no es nada nuevo. Incluso podríamos decir que tiene casi un siglo de vida. La artífice de promocionar cosméticos a través de muestras es Estée Lauder. Hija de madre húngara y padre checoslovaco, Lauder nació en 1906 en el barrio neoyorkino de Queens y se convirtió en una revolucionaria del mundo de la belleza. Su imperio comenzó en los salones de belleza en los que aprovechaba el momento en que sus clientas estaban bajo el secador para realizarle demostraciones de sus productos. Además, regalaba muestras gratis de cosméticos convencida de que los resultados que iban a obtener se convertiría en futuras ventas.
En 1946 decidió finalmente crear su propia marca, a la que bautizó con su nombre. En cuatro años ya era famosa gracias a su perfume pero su producto más famoso es el sérum de noche. A día de hoy, se vende una unidad cada ocho segundos en todo el mundo.
Por todas estas razones, Estée Lauder puede presumir de ser la única mujer dentro de la lista de ‘Los 20 genios comerciales más influyentes del siglo XX’ que publicó la revista Times. Tras conseguir que su compañía cotizase en bolsa, se retiró en 1995 y murió en 2004 a los 97 años.
La venta de las minidosis
Aunque las muestras cosméticas nos llevan acompañando toda la vida, hoy estamos viviendo una tendencia que va en aumento. Las firmas han empezado a vender este tipo de mini productos en algunas ocasiones muy concretas. Se trata de una buena herramienta para darse a conocer de pequeñas compañías que no tienen el poder de una gran marca detrás para que la clienta confíe en ellas de primeras.
Un ejemplo lo encontramos en la firma Byoode que, según nos relata su cosmetóloga Sonia Ferreiro, venden un set de muestras de sus productos a un precio muy asequible. Además, si luego alguno de sus cosméticos te convencen y decides comprar el formato habitual, te descuentan el precio que habías invertido en la compra de los sachets. Una muy buena forma (y barata) de probar un producto nuevo antes de invertir en él.
El pack de muestras de Byoode está compuesto por ocho sobres en total gracias a los cuales podrás ir conociendo los diferentes cosméticos que puedes encontrar en su oferta de productos. Así, podrás ir probando limpiadores, cremas hidratantes, contornos de ojos o protectores solares, entre otros, y luego decidirte por aquellos que más te han gustado.
Una talla más
La cosmética en dosis pequeñas no solo se distribuye a través de las muestras. Las firmas han empezado también a confiar en las llamadas mini-tallas. Tienen un tamaño superior al de los sachets, pero bastante inferior al tamaño habitual del producto. «Permiten más días de uso y se suelen regalar cuando se quiere que el producto se pruebe más tiempo», expone Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD.
Este sistema también es muy utilizado como venta de productos en talla de viaje. Resulta muy cómodo y evita el tener que rellenar botes con tus cosméticos habituales antes de embarcarte en cualquier vuelo.
No almacenes más muestras en tus cajones. Ahora ya sabes cómo utilizarlas para descubrir los beneficios que pueden ofrecerte los cosméticos sin necesidad de invertir en su compra.