Una exfoliación ya no es suficiente: cómo usar dos exfoliantes para una limpieza perfecta

Seguramente ya has aprendido, y llevas a la práctica, la teoría que dice que a tu piel le viene bien una buena exfoliación unas dos veces a la semana. Este ritual de belleza incluso se puede llevar a cabo a diario si se utilizan productos formulados con menor carga de ácidos. Pues bien, ¿y si te decimos que esta exfoliación se ha quedado demasiado básica  porque ahora es la doble exfoliación lo que recomiendan los expertos?

Pues sí. Ahora ya no es suficiente con la doble limpieza diaria y la exfoliación semanal. Los profesionales de la cosmética han dado un paso más allá. Es muy probable que estés leyendo últimamente las virtudes de la triple (o incluso la cuádruple) limpieza facial. Además, ahora la exfoliación también se duplica así que debes de aprender cómo llevarla a cabo y qué productos utilizar en cada momento para que tu piel no se vea afectada.

Para que conozcas toda la información que necesitas controlar sobre la doble exfoliación, desde THE OBJECTIVE hemos hablado con varios expertos para que nos den su opinión y todos los consejos que pueden brindarnos gracias a su experiencia. Empieza a pensar en dedicarle unos minutos más a la semana a tu cuidado facial porque tu piel lo está reclamando aunque no te hayas dado cuenta.

Por qué necesitas exfoliarte

Responder a esta pregunta es como volver a la primera clase sobre rutinas faciales. Imaginemos la piel como un edificio que se va renovando poco a poco, desde las plantas bajas hasta la azotea. «En la fase de regeneración, las células muertas van pasando a la superficie poco a poco y, no solo eso, se amalgaman y se quedan adheridas como con un cemento», expone Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotecnóloga de Byoode. «Cuando la piel no se exfolia, esas células muertas dejan la tez con un tono apagado y cetrino porque son muy ricas en melanina. Dan una sensación de poros agrandados y acrecientan la propensión a la aparición de imperfecciones», añade Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8.

«Una buena exfoliación consigue romper las cadenas que unen las células muertas y permite que se desprendan, dejando solo visible las capas de piel más sanas y jóvenes», suma Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza. Por ello, con la exfoliación conseguimos ese rostro con el que siempre hemos soñado: con sensación de poros más finos, piel uniforme, aspecto más joven y la máxima luminosidad.

La exfoliación es para los expertos en belleza algo fundamental.  Es, junto con la limpieza, lo más importante. «Es la única forma de darle a la piel un empujón para que se resetee. Ayuda a eliminar células muertas, redefinir los poros, eliminar impurezas y que la piel se regenere y promueva un aspecto más jugoso, luminoso y saludable», comenta Raquel González, cosmetóloga y directora de educación de Perricone MD.

La doble exfoliacion

Si siempre te has exfoliado una sola vez y pensabas que era más que suficiente, te damos la respuesta a por qué debes de duplicar esta acción de limpieza. Según Bella Hurtado, técnica cosmética en Boutijour: «Mientras que algunos tipos de exfoliantes son buenos para romper las cadenas que unen las células muertas, otros son mejores para ayudar a que se desprendan esos cadáveres de nuestra piel, eliminando la capa más superficial para revelar la piel más sana y joven».

Desde hace años, las exfoliaciones a base de ácidos o enzimas han dejado un poco de lado a la exfoliación física que es aquella que incluye gránulos o esferas que trabajan sobre la piel. Los expertos suelen recomendar más los ácidos porque con ellos hay un mayor control sobre la piel. En cambio, con la exfoliación física, hay que tener en cuenta la fuerza con que se aplica porque «en muchas ocasiones se suele hacer con demasiada presión y se producen microheridas y otros procesos inflamatorios», argumenta Marta Agustí, técnica experta en cosmética y asesora en Pure Niche Lab.

Sin embargo, dejar de lado los exfoliantes físicos no es del todo correcto porque son muy efectivos a la hora de resetear la piel porque su capacidad de arrastre es mucho mayor. «La clave está en usarlos de dos a tres minutos y, al masajear en círculos sobre la piel, hacerlo con muy poca o casi sin presión. El éxito estará más en la repetición del gesto que en la fuerza que apliquemos», explica la experta.

Los productos que debemos usar

Igual que con la doble limpieza necesitamos arrancar con un primer producto que tenga mayor capacidad de arrastre, con la doble exfoliación empezaremos con un primer exfoliante físico. Este producto debe tener microesferas perfectamente redondeadas para evitar fisuras. Existen una serie de modernos exfoliantes que son en polvo donde las esferas son prácticamente imperceptibles.

Tras esa primera exfoliación, de mayor impacto, se seguiría con una que puede ser de diferentes tipos según las necesidades de cada piel y que ayudará a eliminar las células muertas restantes. Esta segunda exfoliación también permite tratar otras imperfecciones como los niveles de grasa acumulados en los poros.

Ahora vamos a ver los ingredientes que mejor le vienen a cada piel. En pieles más grasas se puede optar por cosméticos con ácido salicílico, que es muy buen seborregulador. En pieles más secas, nos decantaríamos por AHAs como el láctico o el glicólico. «Por último, tenemos opciones menos agresivas entre las que están los polihidroxiácidos, como la gluconolactona o el ácido lactobiónico, y las enzimas exfoliantes», puntualiza Natalia Abellán, directora técnica de Ambari.

Respecto a los formatos, el día que llevemos a cabo una doble exfoliación, iniciaríamos con un exfoliante físico para continuar con uno químico en formato suero o tónico.

¿Cada cuánto tiempo debemos de hacer la doble exfoliación? Como estamos acostumbrados, es mejor no sobrepasarse. La piel debe exfoliarse unas dos o tres veces no consecutivas a la semana para promover su proceso regenerador. Si hablamos de doble exfoliación, lo recomendable es hacerla una vez a la semana. El siguiente día (o dos días) que hagamos exfoliación, la haríamos de manera simple con un suero o una mascarilla. Según Elisabeth San Gregorio de Medik8, esta es la fórmula con la que conseguiremos una correcta renovación sin llegar a comprometer la barrera hidrolipídica de la piel.

La limpieza post Navidad

Durante las fiestas navideñas la piel puede verse afectada. Se debe al estrés, la ingesta excesiva de dulces o alcohol, el uso más frecuente de maquillaje y los contrastes bruscos de temperatura. Ante este panorama, la firma Saluvital propone renovar por completo el rostro una vez terminen la Navidad. Para ello cuenta con un limpiador y una mascarilla ricos en carbón de bambú.

El origen del carbón de bambú se remonta a la China de alrededor del año 1480. Al igual que otros carbones activados, ayuda a eliminar restos químicos en la piel. Además de esta función, limpia y purifica en profundidad gracias a su excelente capacidad absorbente. También es un buen desintoxicante y exfoliante, eliminando impurezas, maquillaje y el exceso de grasa para depurar la piel y dejarla limpia y suave. Por último, también expulsa las bacterias de la piel, lo que impide la aparición de granitos. Además, aporta luminosidad porque evita la obstrucción de los poros.

El gel limpiador de uso diario deja la piel limpia, fresca y libre de contaminación. Es apto para todo tipo de pieles y especialmente indicado para mejorar el aspecto de pieles grasas con tendencia acneica. Basta con aplicar una pequeña cantidad de gel sobre la piel húmeda realizando movimientos circulares por todo el rostro hasta hacer una ligera espuma. Finalmente, se aclara con agua templada.

La mascarilla tiene una fuerte capacidad absorbente que limpia el rostro en profundidad. Elimina las células muertas, así como el exceso de grasa y puntos negros. Cuenta con pantenol, caléndula y otros extractos de origen vegetal con propiedades calmantes e hidratantes. Esta composición mejora el aspecto de la piel unificando el tono.

¿A qué esperas para pasarte a la mejor limpieza facial posible?