Por qué usar un tónico (o más de uno) es imprescindible en cualquier rutina de belleza

Cuando hablamos del cuidado de la piel, limpiar, tonificar e hidratar es el santo grial para lograr un rostro perfecto. Sin embargo, el uso del tónico suele ser considerado como algo opcional y muchas veces suele saltarse prescindiendo de todas sus ventajas. Es todo un error porque el tónico es una parte esencial en una buena rutina facial. Da igual cuál sea tu tipo de piel, este paso intermedio es una fase que no deberías de omitir.

El tónico es, en muchas ocasiones, el gran olvidado dentro de los cosméticos diseñados para el cuidado de la piel del rostro, algo que no sucede con el limpiador o la crema hidratante. Sin embargo, «es un paso en nuestro ritual de belleza que tiene mucho que ver con la salud de nuestra piel», aclara la maquilladora Cristina Lobato. La razón de esta importancia es que se trata de un producto que equilibra, refresca e hidrata la piel. Además, prepara el cutis para los tratamientos que vayamos a realizar después.

Si no utilizas el tónico en tu rutina de belleza diaria, es hora de ponerle remedio de inmediato. Para ello, desde THE OBJECTIVE te contamos todo lo que necesitas saber sobre su uso así como las opciones más idóneas para tu tipo de piel.

El tónico y sus propiedades

El tónico es un cosmético a base de agua que es esencial para el cuidado de la piel porque limpia y refresca. Se absorbe rápidamente mientras que brinda la hidratación necesaria y prepara el rostro para los siguientes pasos de nuestra rutina porque consigue que los otros productos penetren mejor y sean más efectivos.

El tónico es el paso intermedio más importante entre la limpieza y la aplicación del sérum o la crema hidratante. Se puede usar después del limpiador para ayudar a que la piel vuelva a su estado naturalmente ácido al ayudar a restaurar el pH natural. Además, contribuye a reforzar la barrera protectora, con lo que evitamos la entrada de sustancias tóxicas para el rostro y la posible formación de brotes de acné. Además, según sus principios activos, también puede tener beneficios antioxidantes, hidratantes antiinflamatorios.

«Los tónicos del pasado asustaban a las personas debido a su naturaleza astringente, pero las formulaciones modernas se enfocan en equilibrar el pH de la piel para garantizar una buena salud de la piel», señalan los expertos de Druni. El tónico se aplica dos veces al día, con un disco de algodón y con suaves toquecitos por la cara, el cuello y el escote. Se usa sin arrastrar, siempre después de la limpieza del rostro y antes de aplicarnos el serum y la hidratante. Podemos recurrir a un segundo disco de algodón para perfeccionar aún más esta fase de nuestro cuidado facial.

Sus principales beneficios

Si aún no te hemos convencido para incluir el tónico en tu rutina de belleza, la maquilladora profesional Cristina Lobato nos enumera sus múltiples ventajas:

Equilibra la piel: después de la ducha o la limpieza facial, la piel se desequilibra, pierde agua y deja de formar los lípidos necesarios. La función de la barrera se ve mermada y quedamos expuestos a pequeñas infecciones, enrojecimiento, etc. La piel puede tardar entre dos y ocho horas en equilibrarse de forma natural, de ahí la gran importancia de utilizar un tónico para devolverle ese equilibrio.

Elimina las impurezas: ayuda a borrar los restos de suciedad así como los residuos que se hayan podido quedar del limpiador que hemos usado previamente.

Mejora el aspecto de la piel: dejan el poro tan limpio de impurezas que parecen más pequeños. Cuanto más limpio está el poro, menos se ve. «Cuando la piel no está limpia, el sebo que genera se oxida y oscurece el poro y se aprecia mucho más», explica Lobato.

Potencia la acción del resto de cosméticos: el tónico facilita la absorción de los activos de los productos que siguen la rutina facial.

Un tónico para cada tipo de piel

Según los expertos de la firma Ringana, se debe tener en cuenta que, en función de la temporada, hábitos alimenticios u otras circunstancias, la piel puede tener necesidades diversas a lo largo del año. Por ello se debe personalizar el tipo de tónico que requiere la piel en cada momento. Además de los cambios estacionales, es importante conocer cuál es nuestro tipo de piel y sus necesidades para elegir el tónico ideal.

Para las pieles grasas con tendencia acneica se recomiendan tónicos formulados con ácido salicílico o limón para ayudar a eliminar el acné, los puntos negros y blancos y controlar la producción de sebo. «El árbol de té o la niacinamida  son excelentes activos para este tipo de pieles», recomienda Rosa Roselló, directora de formación de Druni.

Para pieles secas o sensibles, es mejor buscar ingredientes que favorezcan la hidratación. Por ejemplo, el agua de coco y el aloe vera son excelentes para las pieles que necesitan una inyección de humedad. «El aloe vera también tiene propiedades calmantes para evitar que la piel se enrojezca e irrite», explican los expertos de Druni.

En pieles apagadas, la vitamina C será ideal para aportar luminosidad al rostro. También existen otros ingredientes, como el agua de rosas, que iguala el tono de la piel y restaura su brillo natural. Además, proporciona hidratación y mantiene a raya la grasa.

Hay muchos agentes que pueden estresar y oxidar la piel, desde la contaminación hasta los rayos ultravioleta o los restos de productos y grasa. De ahí que existan las pieles estresadas. El agua de lavanda es ideal para estos casos por sus propiedades calmantes, antiinflamatorias y antisépticas.

Por qué debes usar más de un tónico

Actualmente, en el mercado nos podemos encontrar con tónicos que cada vez son más especializados. «Quizás, antes formulábamos tónicos que eran más equilibrantes. Ahora los hacemos con activos que atienden preocupaciones concretas de la piel», comenta Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD.

Siguiendo esta línea, vemos propuestas como los tónicos anti polución para aquellas pieles que viven en ciudades, otros ultra hidratantes, para quienes sufren de rojeces o sequedad, y algunos centrados en afecciones como el acné. «Por eso es tan importante aplicar tónicos diferentes en cada área del rostro. Normalmente, a zonas como nuestra frente o nuestra nariz le vienen mejor unos tónicos distintos a los de áreas como las mejillas», dictamina Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza. Cada zona del rostro suele tener unas condiciones particulares. «En la nariz suele verse el poro más marcado y tiende a haber más puntos negros. En la frente puede haber más grasa, las mejillas suelen ser más sensibles y revelar más deshidratación…», añade Isabel Reverte, directora técnica de Rosalique.

Para sacarle el máximo rendimiento al tónico, debes de saber qué necesita tu piel. «Para ello, es importante dejarse asesorar por expertos que puedan analizarla para diseñar el set de tónicos que mejor te conviene», defiende Marta Agustí, técnica cosmética y asesora de rutinas en Purenichelab.com.

A la práctica de utilizar más de un tónico se le llama multitoning facial y es también muy importante saber en qué rutina lo llevas a cabo. Las expertas prefieren la de la noche. «La noche te permitirá jugar con más tónicos, pudiendo incluir aquellos que fotosensibilizan con ingredientes como los ácidos salicílico o glicólico», propone Natalia Abellán, directora técnica de Ambari. De este modo, «además promoveremos la regeneración de la piel mientras dormimos», añaden desde Perricone MD.

Qué tónico aplicar en cada zona del rostro

Un tónico hidratante beneficiará a todo el rostro, pero sobre todo irá bien para las mejillas y el mentón, que suelen presentar mayores niveles de deshidratación. La piel valorará aquellos tónicos ricos en humectantes como el ácido hialurónico, la glicerina, la urea o el pantenol.

Los antioxidantes son beneficiosos para todo el rostro y los puedes usar tanto por el día como por la noche. Protegerán la piel de los radicales libres que son los principales agentes del envejecimiento. Si vives en una ciudad, será una apuesta segura porque, además del sol, la polución es culpable de desencadenar esos odiados radicales libres.

La piel necesita renovarse continuamente y una manera de hacerlo es con ácidos exfoliantes que eliminen las células muertas. «Un tónico o esencia rico en AHAs como el glicólico o el láctico promoverán la regeneración celular. Además, ayudará a seborregular las zonas donde más grasa tengamos, evitando los brillos. Las áreas más conflictivas suelen concentrarse en la zona T», declara Natalia Abellán, directora técnica de Ambari.

Si tienes una piel un tanto comprometida, algo que suele verse sobre todo en las mejillas, deberás aplicar aquí un tónico de acción calmante. Además, ayudará a la piel a estar preparada para los productos que apliques después. «Ingredientes como el CBD o la niacinamida serán clave para calmar áreas sensibilizadas y con rojeces», concluye Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD.

Ahora ya has aprendido que utilizar un único tónico no es suficiente para darle a tu piel todo lo que necesita.